Así es la vida cuando la música marca el ritmo
Rober Burón, músico 360 grados, prueba el nuevo Nissan Micra y nos cuenta cómo se vive a golpe de acorde.
«Cuando cogí por primera vez un instrumento me di cuenta de que me sentía especial»
Rober Burón
Para muchos la música es un acompañamiento perfecto en su vida. Para algunos, además, es una manera de vivir. Rober Burón, profesor de música en un colegio de Madrid y bajo de la banda de rock’n’roll Malas Intenciones, es una de esas personas.
La vida de Rober ha estado ligada a la música desde que, cuando era pequeño, empezó a tocar instrumentos. Decidió formarse por su cuenta hasta que estudió Magisterio especializado en Educación Musical. Hoy, los chavales de los Colegios Ramón y Cajal de Madrid aprenden música a golpe de batería o guitarra y a ritmo de rock de la mano de este profesor apasionado.
Pero la vinculación de Rober con la música no acaba aquí. Tras participar en el concurso EDP Maratón Rock’N’Roll Madrid, que llevó a su banda a actuar en la Puerta del Sol madrileña, ha sido seleccionado junto a sus compañeros para actuar en la Liverpool Marathon y está a las puertas de tocar en la mítica sala The Cavern. Además, el próximo mes de octubre comenzarán la grabación de su primer disco en el estudio Black Betty.
Hemos montado a Rober en el nuevo Nissan Micra, con sistema de sonido Bose exclusivo, para que nos cuente cómo es la vida cuando la música está en el centro de todo. Y esto es lo que nos ha contado:
¿Cuándo te diste cuenta de que la música marcaría el ritmo de tu vida?
Cuando era pequeño y veía a alguien tocar, notaba algo distinto. Cuando cogí por primera vez un instrumento me di cuenta de que me sentía especial y podía expresar cosas de una manera única.
¿Cómo ha marcado la música tu carácter?
En realidad, la música me ha ayudado a centrar mi mente caótica y mi carácter desordenado. También me ha ayudado a concentrarme en las cosas que de verdad importan y aprender a priorizar mi tiempo. Por eso creo que es muy importante que los niños aprendan música.
¿Cuándo te enamoraste del bajo?
En la banda éramos tres personas que tocábamos la guitarra y, claro, hubo que repartirse. Lo sorteamos y me tocó el bajo. Al principio fue una pequeña desilusión, pero cuando cogí el instrumento, noté el poder que tenían los sonidos graves y me di cuenta de que el bajo es el que tiene el poder de hacer bailar a la gente, me di cuenta de que era lo que me gustaba. Me encanta sentir ese poder de hacer que la gente se mueva.
Después de varios años, ¿qué se siente al subir a un escenario?
Es verdad que esa sensación es una vieja conocida, pero a la vez, nunca se va y hace que cada vez que te subes al escenario sea una experiencia nueva. Ese hormigueo, ese cosquilleo que sientes con los nervios de la primera canción es posiblemente una de las principales razones por las que la música sigue estando en el centro de mi vida.
¿Cómo vives la música en el coche?
Conducir y escuchar música es uno de los momentos en los que siento una mayor libertad. Para mí, ese momento de subirme al coche, elevar el volumen, bajar las ventanillas y cantar a pleno pulmón se encuentra entre las mejores sensaciones de la vida.