Las adolescentes, en la diana del ciberacoso
El 24% de los chavales sufren ciberbullying. Las chicas de entre 11 y 14 años son el perfil más común de víctimas
El acoso escolar a través de las nuevas tecnologías es el nuevo escenario para insultar, amenazar, hostigar y coaccionar a los adolescentes. El ciberbullying se ha convertido en una práctica común de ciberacoso y sus canales, es decir las redes sociales, el correo electrónico, los servicios de mensajería instantánea como WhatsApp, los chat o los foros, hacen que este tipo de acoso se multiplique exponencialmente y perdure en el tiempo. Las amenazas, publicar cualquier tipo de contenido o imagen ofensiva de la víctima, suplantar su identidad u organizar linchamientos online son las modalidades más comunes.
Además, el estudio Net Children Go Mobile de la Universidad del País Vasco, publicado también el año pasado, señala que el 31% de los jóvenes de entre 11 y 16 años afirma haber recibido mensajes sexuales de algún tipo vía internet. Estas cifras muestran que no se trata de una cuestión minoritaria, especialmente por las importantes repercusiones psicosociales que pueden derivar de ella.
Un 24% de los chavales españoles sufren ciberbullying, según un estudio publicado el año pasado por la Fundación ANAR de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo. Una chica de entre 11 y 14 años, estudiosa, perteneciente a una familia convencional y sin problemas económicos es el perfil más común de víctima. En concreto, siete de cada diez adolescentes que sufren ciberacoso son mujeres con una media de edad de 13,5 años.
En concreto, siete de cada diez adolescentes que sufren ciberacoso son mujeres con una media de edad de 13,5 años.
El móvil y el envío de WhatsApp es el medio más empleado para intimidar y acosar a las víctimas, en más del 90% de los casos; seguido de las redes sociales, en el 36,2%. Las modalidades más extendidas son los mensajes intimidatorios y con palabras ofensivas así como las amenazas, el envío de fotos y vídeos comprometidos, la difusión de información de la víctima y el pirateo de las cuentas personales.
La importancia de la prevención
Precisamente su característica online hace que el ciberacoso perdure mucho más en el tiempo, normalmente gracias a la sensación de impunidad que otorga la red y, en ocasiones, de invisibilidad de los acosadores. Tanto que se tarda una media de nueve meses en contar un problema, e incluso puede llegar a durar más de un año para el 38,1% de las víctimas, que es diario. El 63% de ellas afirman sentirse solas y aisladas porque la gran mayoría de los casos se producen por parte de compañeros de estudios y en el mismo entorno escolar, ya sea el aula, el recreo, el comedor o los lavabos.
El perfil del agresor normalmente es el de un varón (40,6%) de edad similar a la de la víctima. No obstante, si esta es una chica lo habitual es que sean las compañeras de su mismo sexo (40% de los casos) las acosadoras, mientras que si es el acosado es un chic
Perfil de las víctimas de ciberbullying
El 70,2% de las víctimas son chicas frente al 29,8% de chicos.
La media de edad de inicio del acoso es de 12,6 años en el caso de las mujeres y 11,5 en el de los hombres.
El 94,6% de las víctimas mujeres fueron acosadas por el móvil.
Si la víctima es mujer, es acosada por sus compañeras del mismo género.
Los chicos se enfrentan más a sus ciberacosadores (31% de los casos frente al 16,8% de las chicas).
La forma más común de ciberacoso son los insultos y las palabras ofensivas (un 62,6%), seguido de las amenazas (24,3%) y el envío de fotos o vídeos comprometidos (20,9%).
Los problemas de ansiedad y la tristeza son las consecuencias más extendidas del ciberacoso en el 79,5% y 66,1% de los casos, respectivamente.