“No te engañes. Si te controla el móvil, no te quiere”
Los roles sexistas y el control de los hombres hacia las mujeres no solo no cesan en las nuevas generaciones. Todo lo contrario: en los últimos tiempos están adquiriendo tintes muy preocupantes, porque a los adolescentes les cuesta identificar la violencia de control y el cibercontrol como violencia machista. Aunque más del 95% de los jóvenes españoles considera inaceptable la violencia de género, no todas las formas en que se manifiesta concitan el mismo rechazo.
El estudio La percepción de la violencia de género en la adolescencia y juventud, elaborado por la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, revela que uno de cada tres jóvenes no reconoce los comportamientos de control como violencia de género. Es más, muchos jóvenes consideran inevitable o aceptable en algunas circunstancias “controlar los horarios de la pareja”, “impedir que vea a su familia o amistades” o “decirle las cosas que puede o no puede hacer”.
Uno de los problemas es que la transmisión intergeneracional de esos mitos, signos de un supuesto amor romántico que justifican los celos, el control y la posesión del hombre sobre la mujer, están de absoluta vigencia. De acuerdo con la investigación citada, el 75% de los adolescentes ha escuchado mantras como que “los celos son una expresión de amor” de un adulto en alguna ocasión y un 35,8% de las chicas y un 36,8% de los chicos lo han oído a menudo o muchas veces.
A esto se suma que esta generación nativa digital, que tiene en internet y las redes sociales sus canales más usuales de comunicación e interacción, también los utilizan como un arma muy poderosa para ejercer control, chantajear y acosar sin que los reconozcan como comportamientos de dominio y abuso. Esto provoca que les cueste mucho más identificar el cibercontrol y el acoso online como violencia de género y que, paralelamente, se agraven las situaciones violentas. Tanto es así que más del 28% de las adolescentes reconoce haber sufrido control abusivo a través del móvil, afirma esta investigación. Un dato que coincide con el ofrecido por la Macroencuesta de Violencia Sobre la Mujer de 2015, que hablaba de un 25% de mujeres de entre 16 y 19 años había sufrido violencia de control en pareja en el año anterior al estudio.
Celos y control
Historias protagonizadas por un príncipe azul, la media naranja, la princesa de cuento rescatada por el héroe, los papeles dominantes del hombre y sumiso de la mujer han sido heredados y sufridos por las generaciones pasadas, al igual que la idea del macho sexualmente activo (y aplaudido). Todos ellos son fenómenos que siguen construyendo entre los adolescentes y jóvenes una idea del amor romántico tóxica y dependiente. Son visiones machistas y heteropatriarcales de las relaciones que provocan que a las adolescentes les cueste identificar la violencia de control como una forma de violencia de género y “la antesala de la física, psicológica y sexual”, alerta el estudio realizado por Ministerio de Igualdad.
Si a esta violencia de control se suman las nuevas tecnologías, el resultado es una percepción desfigurada del problema, como advierten los expertos. Los móviles y las redes sociales se han convertido en un lugar perfecto para los acosadores y agresores, donde encuentran nuevas y fáciles vías para ejercer el acoso, la humillación y la amenaza dada la accesibilidad a la víctima que ofrecen y su gran capacidad de difusión. Además, hacen posible un control más inmediato espiando sus horas de conexión, los comentarios o interacciones en sus perfiles e incluso llegando a emplear herramientas de geolocalización para controlar en todo momento la ubicación física de su pareja.
De hecho, el estudio Violencia en el ciberespacio en las relaciones de noviazgo adolescente, realizado por Lucio-López y Prieto-Quezada, corrobora la existencia de actitudes violentas, como los celos, el acoso y el control, enmascaradas bajo el manto digital: un 59,4% de los participantes había preguntado a sus parejas por sus amistades en Facebook y un 59% trató de controlar sus interacciones. Además, un 27,2% confesó haber suplantado la identidad de su pareja para controlarla. Es más, el estudio Justificaciones de las creencias de la violencia, los mitos sobre el amor y el abuso online del noviazgo, de Borrajo, Gámez-Guadix y Calvete (publicado en la revista Psicothema), deja claro que los celos son la circunstancia más mencionada por las víctimas de violencia online y, en concreto, en reacción a comunicaciones por WhatsApp, Facebook o Twitter.
Este es aún más grave si tenemos en cuenta que el 61,2% de los chicos y el 41,7% de los chicas jóvenes tienen interiorizada la creencia de que los celos son un requisito indispensable para el verdadero amor, como concluye el informe Andalucía Detecta, realizado por el Instituto Andaluz de la Mujer a partir de encuestas entre estudiantes de 3º y 4º de Secundaria.
Adiós a los mitos heteropatriarcales
Por eso, es fundamental educar a los adolescentes y jóvenes en la importancia de desterrar esos mitos de género sobre el amor que solo perpetúan situaciones de desigualdad, abuso y acoso, tal y como recuerda la web Por un uso Love de la Tecnología, con la que Orange quiere concienciar a jóvenes y adultos de la importancia de un uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías.
“Si te controla el móvil (las redes, tus amistades…), es que te quiere” o “los celos son una expresión de amor” son mantras mil veces repetidos que hay que desterrar. El control nada tiene que ver con el amor y el respeto a la pareja y jamás hay que confundir estas conductas de posesión con cariño o preocupación. “El amor lo puede todo y cambiará” es otra de las ideas que llevamos décadas escuchando y que hay que erradicar, como también esa que dice que “si una mujer es maltratada es porque algo habrá hecho”. Nunca se puede tolerar la violencia, ni justificarla, ni pensar que será algo temporal y pasajero.
Del mismo modo, también es mentira esa frase que sostiene que “la violencia de género es cosa de adultos”. Para muestra, solo un dato: el año pasado aumentó un 48% el número de menores encausados por violencia de género, según informaciones del Consejo General del Poder Judicial. Por tanto, es hora de educar a los jóvenes y adolescentes en la importancia de romper con esos mitos tan equivocados del control como sinónimo del amor verdadero, la entrega total y la posesión, porque solo colocan a la mujer en una posición de indefensión e inferioridad respecto a los hombres que pueden propiciar conductas machistas, casos de abuso, acoso y violencia de género.