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No envíes ese Whatsapp, su seguridad está en juego

Tras un minuto y medio de hablar por el teléfono –incluso con el sistema homologado– el conductor no percibe el 40% de las señales

Ana López-Varela

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A veces no somos conscientes de que con una simple llamada podemos amenazar la vida de los que más queremos. Los peligros de usar el smartphone durante la conducción son de sobra conocidos. Basta este dato para entenderlos: aumenta hasta cuatro veces el riesgo de sufrir un accidente. Pero, en muchas ocasiones, sólo los relacionamos con nuestra responsabilidad como conductores. La mayoría de veces no nos paramos a pensar en cómo somos nosotros los que provocamos esas situaciones de inseguridad con nuestras comunicaciones hacia alguien que está al volante en ese momento. Por eso no está de más recordar que, como apuntan desde la Dirección General de Tráfico, “un conductor que va hablando por el móvil no es capaz de mantener una velocidad constante, no guarda la distancia de seguridad y su tiempo de reacción aumenta peligrosamente”.

Si eso pasa, incluso usando el manos libres, cuando se trata de coger el teléfono en la mano, desbloquearlo, mirar la pantalla para leer o enviar un mensaje, incluso colgar una fotografía o vídeo en nuestras redes sociales la cosa va a peor. El periodo de tiempo en el que desviamos nuestra atención de la carretera se multiplica, disminuyendo nuestra capacidad de reacción para detectar y responder a acontecimientos inesperados –ver las señales o, por ejemplo, a un peatón cruzando–. De hecho, las distracciones son la causa de uno de cada tres accidentes mortales.

Un conductor que va hablando por el móvil no es capaz de mantener una velocidad constante y no guarda la distancia de seguridad

Tras un minuto y medio de hablar por el teléfono –incluso con el sistema homologado– el conductor no percibe el 40% de las señales y el ritmo cardíaco se acelera bruscamente durante la llamada tardando más en reaccionar. Según los expertos, la peligrosidad por un uso inadecuado del móvil puede ser equiparable a la conducción con exceso de velocidad o habiendo consumido alcohol. Sin embargo, uno de cada tres españoles reconoce haber telefoneado, leído o escrito mensajes durante la conducción en el último año. El proyecto ESRA (Encuesta sobre Actitudes de los Usuarios de la Vía), realizado en 38 países europeos, muestra esta triste realidad. Miles de personas cometen esa imprudencia a diario. Según el estudio, el 56% de los españoles declara haber hablado por el móvil con manos libres a lo largo de 2018 –la media de la UE es del 51%– y el 35% reconoce que lo ha hecho sin este sistema. Asimismo, el 36% de los conductores patrios reconoce que ha leído mensajes de texto alguna vez en el último año y el 26% que los ha enviado.

¿Cuándo te queda? ¿Por dónde vas?, ¿Te falta mucho?, ¿Has comido ya o te preparo algo?, ¿Te importa pasar a por el pan cuando llegues?, ¿¡¡Has visto la nueva foto de perfil de tu hermana!!?, Te compro el pantalón online, recuérdame la talla… Realmente, ¿es tan importante que te conteste ahora? Sabiendo las consecuencias, parece más que razonable no enviar ese whatssapp si lo que pretendemos es que nuestro amigo, padre, hijo o compañero de trabajo llegue, sano y salvo, a su destino. El uso del smartphone debería ser solamente para emergencias y, siempre, con el coche parado fuera de la calzada.

¿Cómo atajar la necesidad de usar el smartphone al volante?

Son aconsejables los sistemas que permiten manejar la radio, el mp3 u otras apps directamente desde el volante. Programar las emisoras o preparar con antelación el setlist del viaje son pequeñas acciones que pueden ayudarnos a mantener un grado óptimo de seguridad.

En caso de viajar con GPS, lo ideal es programar la ruta a recorrer antes de comenzar la conducción. Y siempre teniendo en cuanta que los teléfonos o navegadores sujetos mediante soporte no deben obstruir la visibilidad de la vía y el entorno.

Con tecnologías como Siri de iPhone u OK Google del sistema Android, además de otras aplicaciones, nuestro smartphone puede responder automáticamente a las llamadas y leer los mensajes entrantes. Utilizándolos, el conductor puede enviar llamadas y mensajes con comandos de voz, sin tocar el dispositivo ni mirarlo. Y, aunque no es lo óptimo, siempre es una ayuda.

Siri u OK Google responden automáticamente a las llamadas y leen los mensajes entrantes

Durante el último año, el 35% de los españoles habló por el móvil sin manos libres

Tal y como recuerda la web Por un uso Love de la Tecnología, con la que Orange quiere concienciar a niños, jóvenes y adultos sobre la necesidad de un uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías, es necesario reflexionar sobre nuestra adicción a la interacción online. ¿Por qué sentimos esa necesidad de respuesta inmediata? ¿Por qué dejar de atender a la conducción para ver un mensaje o para contestar una llamada? El código de circulación trata de persuadir a los usuarios sobre esta conducta. Y dado que la tendencia es al alza, dentro de poco se endurecerá la ley al respecto. De momento, la infracción por usar el móvil al volante se sanciona con una multa de 200€ y la pérdida de tres puntos del carnet de conducir.

Además, Tráfico tendrá acceso al teléfono móvil de los conductores implicados en accidentes, independientemente de su gravedad. Previa autorización judicial, los agentes podrán analizar las llamadas realizadas durante el trayecto para determinar si el siniestro tuvo relación con un uso indebido de la tecnología. Ante la sospecha de que el automovilista pudiera haberse distraído con su móvil se podrán “solicitar datos que permitan rastrear e identificar el origen y el destino de una comunicación, determinar la fecha, hora y duración de la misma e identificar el tipo de comunicación y la localización del dispositivo con el que se ha hecho”, según explica la circular 2/2019 emitida recientemente por la Fiscalía General del Estado. Y podría seguir endureciéndose la norma. En otros países europeos como Francia se van a vigorizar las sanciones, llegando a retirar el permiso de conducir en los casos en los que la infracción ponga o haya puesto en peligro a otras personas.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Love Orange. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.