Claves para detectar y prevenir trastornos alimentarios en adolescentes
La presi贸n social por los c谩nones de belleza y la alta exposici贸n en redes sociales ejercen un efecto multiplicador sobre estos des贸rdenes. Los j贸venes son los m谩s afectados
No se trata de un capricho ni es coqueter铆a. Nada tiene que ver con una dieta para eliminar los excesos navide帽os o una moda pasajera. En ocasiones, lo que identificamos como un simple inter茅s por llevar una vida m谩s saludable va mucho m谩s all谩. Y aunque relacionemos la intenci贸n de adelgazar con una decisi贸n voluntaria no siempre es as铆. Quienes padecen trastornos de la conducta alimentaria (TCA) sufren f铆sica, an铆mica y mentalmente y sus nocivos h谩bitos les llevan a perder el control hasta convertirse en una enfermedad. Y no en una afecci贸n cualquiera.
La anorexia y la bulimia 鈥搇os dos des贸rdenes alimenticios m谩s habituales鈥 son los trastornos mentales con m谩s tasa de mortalidad. En Espa帽a los sufren alrededor de 400.000 personas y los j贸venes son los m谩s afectados 鈥搇a mayor parte son mujeres, de 12 a 36 a帽os鈥. Entre otras cosas porque las redes sociales, donde ellos son el p煤blico m谩s activo, ejercen un efecto multiplicador.
Estos trastornos pueden tener muchos desencadenantes. Como explican desde NEDA (The National Eating Disorders Association), 鈥渁unque los des贸rdenes alimentarios pueden comenzar con preocupaciones puntuales por la comida y el peso, son mucho m谩s que eso. La gente con trastornos alimentarios utiliza la comida y el control de lo que ingieren como un intento para compensar sentimientos que de otra manera les cuesta gestionar. Para algunos, la dieta, los atracones y la purgaci贸n pueden comenzar como una forma de lidiar con las emociones dolorosas y para sentirse due帽os de su vida鈥. En ocasiones son una reacci贸n a la manera en que el cuerpo cambia durante la pubertad. Otras est谩n relacionados directamente con situaciones estresantes o traum谩ticas, ya sea en casa o en el colegio 鈥揻amilias desestructuradas, abusos f铆sicos o sexuales, acoso escolar鈥︹.
Tambi茅n pueden ser consecuencia de la presi贸n social y la necesidad de ser perfecto, una obsesi贸n cimentada sobre el mensaje y las im谩genes con las que los medios muestran la delgadez y la belleza como un veh铆culo indispensable para conseguir la felicidad. Tal y como se帽ala el informe Trastornos alimentarios y h谩bitos de b煤squeda en internet, en plataformas como Instagram, por ejemplo, se incrementan las comparaciones 鈥減rovocando un aumento de la insatisfacci贸n corporal鈥.
Los expertos alertan de que ese descontento en cuanto al f铆sico, la falta de autoestima, la ansiedad o la depresi贸n es un escenario id贸neo para que se desarrollen los TCA. Sensaciones habituales para una generaci贸n de ni帽os y adolescentes que vive sometida a la dictadura de los likes con el fin de sentirse integrados y respetados por su entorno.
Es importante supervisar el uso que nuestros hijos hacen de las nuevas tecnolog铆as porque, aunque no hay que negar que pueden ser un buen aliado para mostrar a los j贸venes los riesgos que entra帽an estas conductas, lo cierto es que en muchas ocasiones se convierten en todo lo contrario.
Las redes sociales pueden ser un escaparate sin control. Tanto es as铆 que se han convertido en refugio de millares de j贸venes con trastornos de este tipo
Tal y como denuncia la 煤ltima campa帽a聽Por un uso Love de la tecnolog铆a, 鈥搃niciativa a trav茅s de la que Orange busca聽concienciar a las familias de la importancia de un uso responsable de internet鈥, las redes sociales pueden ser un escaparate sin control. Tanto es as铆 que se han convertido en refugio de millares de j贸venes con trastornos de este tipo. En la Red han forjado un imaginario propio con sus c贸digos y su vocabulario. En un s贸lo click pueden encontrar consejos para adelgazar de forma extrema y trucos para disimular su problema ante su entorno m谩s cercano y retos imposibles para motivarse como conseguir que el ancho de su cadera sea el mismo que el de un folio o tener tan marcadas las clav铆culas como para poder sujetar monedas en ellas. Seg煤n un estudio de la ACAB (Asociaci贸n Contra la Anorexia y la Bulimia) realizado en 2018, el 60% de estos enfermos buscan y encuentran contenidos que ponen en riesgo su salud.
Seg煤n datos de Adeslas, la edad de inicio de la anorexia nerviosa est谩 entre los 13 y los 18, mientras que la bulimia suele aparecer entre los 18 y 25 a帽os. Pero una vez adquirida la enfermedad, durante meses, las se帽ales no son evidentes por lo que es fundamental estar atento. Y m谩s analizando las estad铆sticas: en el 87% de los casos de TCA la familia desconoce estos h谩bitos.
驴Podr铆a estar mi hijo sufriendo un trastorno de la conducta alimentaria?
Si se preocupa por la composici贸n cal贸rica de los alimentos; sigue dietas sin tener problemas de sobrepeso; utiliza laxantes de forma continuada; se obliga a realizar una actividad f铆sica intensa; experimenta cambios de 谩nimo bruscos 鈥搃rritabilidad, incontinencia emocional, llanto frecuente, aislamiento鈥; prefiere preparar su propia comida 鈥搎ue generalmente no coincide con el men煤 previsto鈥 y no tomarla en familia; podr铆amos estar ante un TCA. Seg煤n las pautas de la Asociaci贸n Espa帽ola para el Estudio de los Trastornos de Conducta Alimentaria (A.E.E.T.C.A.), a esas hay que sumarle otras posibles se帽ales de alerta como que controle su peso a diario; se queje de estre帽imiento o dolor abdominal sin causa m茅dica diagnosticada, haya perdido mucho peso en poco tiempo o se le haya retirado el periodo; si se aleja de las actividades sociales normales para su edad; o ha aumentado las horas de estudio y est谩 obsesionado por el rendimiento acad茅mico.
驴C贸mo trasmitirle nuestras inquietudes a un posible enfermo de TCA?
Ante esta situaci贸n, tal y como indican los expertos de la ACAB, 鈥渆s muy importante ser honesto, directo y comprensivo. Hace falta sentarse tranquilamente y explicarle con exactitud lo que se ha notado sin ahorrar ning煤n detalle. Se debe trasmitir que realmente se est谩 muy preocupado por lo que sucede y hacerle saber que, como nos importa realmente, tenemos intenci贸n de ayudarle鈥. Los especialistas recomiendan a la familia ser un apoyo pero no pretender ser su terapeuta. Lo ideal es ofrecerse a acompa帽ar al posible enfermo para obtener ayuda profesional. Si se resiste a ser ayudado o bien niega que le est茅 sucediendo, es posible que no est茅 preparado para admitir que tiene un problema. No siempre se puede obligar a la persona a buscar ayuda, pero s铆 facilitarle informaci贸n sobre a d贸nde puede dirigirse o sugerirle que empiece por hacerse un examen m茅dico. 鈥淣o se ha de intentar manipular con sobornos, recompensas, castigos o culpabilidad. Ninguna de estas t谩cticas funciona鈥, avisan desde la asociaci贸n. La clave est谩 en hacerle sentir nuestro soporte.
驴C贸mo ayudar a un adolescente a mantener una relaci贸n sana con la comida?
Dar buen ejemplo funciona, sobre todo a edades tempranas en las que los menores funcionan por imitaci贸n. Como referentes que son, los padres deben mostrar h谩bitos alimenticios y rutinas de ejercicio saludables. Es importante que perciban los beneficios de la actividad f铆sica como una v铆a para mantenerse sano y fuerte, no s贸lo para perder peso.
La cesta de la compra ha de ser equilibrada. La supervisi贸n de la alimentaci贸n, con al menos una comida familiar al d铆a, es fundamental para detectar posibles problemas.
Es necesario que los adolescentes aprendan a aceptar su propio cuerpo y les resultar谩 m谩s f谩cil hacerlo si en casa se trata el tema con normalidad. Los adultos no deben quejarse acerca de su propio peso ni hacer comentarios negativos sobre los dem谩s debido a su apariencia f铆sica. Hay que evitar tambi茅n hacer comentarios o cuestionar el peso del adolescente para no condicionar el concepto que tiene sobre s铆 mismo.
Ayudar a construir la autoestima y el respeto propio del adolescente es fundamental. Felicitarles por sus esfuerzos, pedirles que den su opini贸n y animarlos a cultivar sus talentos e intereses, son tres buenas pautas para ello.
La comunicaci贸n familiar聽es fundamental para ofrecer informaci贸n sobre estos trastornos. Los ni帽os y adolescentes han de comprender que los c谩nones de belleza que aparecen en la publicidad o la televisi贸n no siempre se ajustan a la realidad. Los padres han de promover la tolerancia y la diversidad.