Un proyecto con
Revolución en la esclerosis múltiple: el invento que permite detectar cambios a kilómetros de distancia
Las plantillas son una nueva herramienta capaz de detectar los cambios que tienen los pacientes con esta enfermedad en su marcha y las posibles alteraciones
La tecnología médica está proporcionando grandes avances. Es la tecnología lo que está cambiando la medicina y no al revés”, afirma el Dr. Guillermo Izquierdo, director de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Vithas Sevilla y jefe de la Unidad de Esclerosis Múltiple de la Fundación Dinac https://www.fundaciondinac.com/.
Consciente de ello, el Dr. Izquierdo es el investigador principal de una nueva herramienta clínica de Novartis y FeetMe (empresa especializada en dispositivos médicos inteligentes) en colaboración con la Fundación Vithas que pronto verá la luz en la práctica clínica. En estos momentos, esta investigación pionera se encuentra en proceso de publicación. Se trata de unas plantillas inteligentes (FeetME®) que están cambiando la forma de abordar el seguimiento y la progresión de la esclerosis múltiple, una enfermedad crónica y degenerativa que va mermando de forma progresiva las capacidades funcionales, físicas y cognitivas.
Plantillas inteligentes (FeetME®)
Gracias a herramientas diagnósticas como estas es posible que los pacientes con esclerosis múltiple puedan tener una mejor calidad de vida
Estas plantillas inteligentes colocadas en el interior de los zapatos de los pacientes informan con gran precisión y eficacia el perfil de marcha y las posibles alteraciones. Esto nos va avisando de sus cambios y de la evolución del paciente: si empeora, si mejora o si está estable. Cuanto antes se detecte el empeoramiento de los síntomas de la esclerosis múltiple -en este caso, atendiendo a parámetros de la marcha y el movimiento- antes se podrá cambiar o modificar el tratamiento actual. Este proyecto permite realizar un seguimiento mucho más preciso de la evolución y de la progresión de la enfermedad y permite adaptar, en cada caso, el tratamiento adecuado.
“Cuanto más rápido se aplique el cambio de tratamiento, mejor será la respuesta del paciente y antes se podrá frenar el agravamiento de los síntomas, y por ende, la progresión de la enfermedad”, afirma el Dr. Izquierdo. La esclerosis múltiple es una enfermedad degenerativa que a día de hoy no tiene cura pero sí tratamientos eficaces que logran frenar la progresión y el deterioro asociado a esta enfermedad y aumentar por tanto -cuanto más mejor- la calidad de vida de los afectados.
Tipos de clasificación en la esclerosis múltiple
En España, unas 47.000 personas sufren esclerosis múltiple (en todo el mundo, más de 2 millones de personas), una enfermedad crónica y degenerativa que afecta al funcionamiento normal del cerebro, los nervios ópticos y la columna vertebral a través de la inflamación en el tejido cerebral y la pérdida de tejidos. No todos los pacientes tienen los mismos síntomas, ni los sufren con la misma intensidad, ni tienen la misma evolución de la enfermedad. Cada paciente es diferente. De ahí la importancia de un buen diagnóstico, de un buen seguimiento y de un tratamiento lo más personalizado posible, en cada momento de la enfermedad.
La esclerosis múltiple se clasifica en tres tipos o clases. Un primer tipo es la esclerosis múltiple recurrente-remitente, que se manifiesta en forma de brotes, es decir, los síntomas aparecen cada cierto tiempo y luego desaparecen. Un segundo tipo es la esclerosis múltiple primaria progresiva, en que la discapacidad empeora de forma gradual con el paso del tiempo. No existen recaídas, es decir, la progresión es paulatina. Y un tercero, la esclerosis múltiple secundaria progresiva, donde la discapacidad empeora con el paso del tiempo y sí pueden darse recaídas.
De forma general, el 85% de los pacientes presentan inicialmente formas recurrentes, pero se estima, sin embargo, que hasta el 80% podrían llegar a padecer esclerosis múltiple secundaria progresiva. Algunos de los síntomas que pueden avisarnos de este cambio de fases son los problemas cognitivos como dificultad para memorizar, para formar palabras o para procesar información. O bien los problemas físicos como, por ejemplo, un aumento de la fatiga, un empeoramiento de los problemas urinarios y más dificultades en la forma de caminar y de mantener el equilibrio. Este tipo de esclerosis múltiple (secundaria progresiva) está asociada con una reducción de las capacidades físicas y cognitivas del paciente y, por tanto, más afectación de su calidad de vida.
Las plantillas que detectan cambios en la marcha
No solo es importante diagnosticar la enfermedad al principio, también ir diagnosticando y evaluando su progresión, para ir modificando, en función de esto, los tratamientos. En ocasiones, esos cambios o esa progresión son difíciles de apreciar y sobre todo de cuantificar. “A veces sabemos, por ejemplo, que los pacientes andan peor, pero no sabemos cuantificarlo ni sabemos objetivarlo”, explica el doctor. Y cuanto más precisos sean los datos de esa evolución, más precisos y eficaces serán también los tratamientos que se apliquen y/o modifiquen.
Hoy en día – informa el experto- existen herramientas que sirven para medir los cambios físicos del paciente, en este caso, su modo de andar, que miden lo que tarda en hacer 7.62 metros (que correspondería al famoso test de los 25 pies, muy usado para medir la calidad de la marcha de pacientes con enfermedades neurológicas), pero son insuficientes. “Se necesitan medidas más objetivas que nos den mucha más información y que sea, además, más precisa”, comenta.
En la actualidad, el Hospital Vithas cuenta con el sistema GAITRite®, un tapiz digitalizado que evalúa las características de la marcha en pacientes con esclerosis múltiple (además de otras enfermedades neurológicas). “Pero para su uso se requiere de una mayor especialización y su adquisición y mantenimiento supone además un gran coste”, explica por su parte Anabel Granja, neurofisioterapeuta del área de investigación de la Fundación Dinac y miembro científico de esta investigación.
A raíz de la eficacia de este sistema, nació el proyecto de las plantillas inteligentes FeetMe®, que nos da la misma información a nivel de los principales parámetros de la marcha necesarios para evaluar a los pacientes, pero de una forma portátil, más rápida, sin ocupar tanto espacio y mucho más económica. Estas plantillas, mediante una tecnología basada en la coordinación de sensores de presión y movimiento y el uso de algoritmos de aprendizaje reforzado, permite detectar cambios en los parámetros de la marcha estrechamente relacionados con la progresión y evolución de la enfermedad en el paciente.
Con estas plantillas inteligentes los pacientes con esclerosis múltiple pueden tener una mejor calidad de vida
En cuanto a su función y funcionamiento, según explica Granja, estas plantillas inteligentes se colocan en los pies de los pacientes (a modo de plantillas convencionales) y miden de forma exacta y detallada cómo camina la persona y cómo es exactamente el perfil de su marcha. No solo informan de la velocidad o de los pasos que da el paciente (como las técnicas de medición actuales) sino que ofrecen muchos más parámetros espacio-temporales específicos de la marcha, información por tanto, más detallada que ayudan a tener una mejor valoración de la progresión de la enfermedad.
Por ejemplo, ofrecen información sobre la asimetría del paso (la longitud del paso que se da con una pierna con respecto a la otra), algo fundamental, ya que “los pacientes que suelen tener un miembro más afectado que otro van a tener esa asimetría del paso. Si hay aumento de esa asimetría, podemos afirmar que hay un empeoramiento”, explica Granja. También, se obtiene información sobre el ancho de la base (la distancia de un pie al otro, a lo ancho, mientras se anda). “Cuando el ancho aumenta, es porque el paciente está más inestable”, sostiene. O información sobre el tiempo de sustentación que hay sobre un miembro u otro, es decir, cuánto tiempo estamos más sobre una pierna o sobre otra cuando vamos andando. También la velocidad y la cadencia (número de pasos por minuto) son más precisas y exactas que con los métodos convencionales.
“Todo esto nos permite tener mucha más información del paciente, tanto para cambiar el tratamiento médico como también el tratamiento físico”, asegura esta experta. No olvidemos que dentro del arsenal terapéutico de la esclerosis múltiple, una parte fundamental para su abordaje es la parte física. Además del tratamiento físico personalizado, de forma general, está indicado -y cada vez existe más evidencia científica- que todos los pacientes realicen actividad física, que eviten el sedentarismo y que cuanto más se muevan mejor. “Ello no solo les ayuda a estar estables, sino incluso a mejorar”, afirma la experta.
Gracias a herramientas diagnósticas como estas plantillas inteligentes es posible que los pacientes con esclerosis múltiple puedan tener una mejor calidad de vida, porque se pueden aplicar mejores tratamientos y sobre todo, más rápidos y personalizados. Este proyecto de validación de las plantillas se desarrolló íntegramente en el Hospital Vithas de Sevilla, con 207 pacientes. Ahora, se están realizando también estudios multicéntricos para que esta herramienta pueda aplicarse en más centros. El objetivo es que esas plantillas lleguen a todos los centros que traten a pacientes con esclerosis múltiple.