Financiar a empresas y familias para que la economía no se pare
Entidades como Bankinter impulsan medidas y soluciones para salvar el efecto de la Covid-19
El dinero no es bueno ni es malo. Es la manera en la que lo utilizamos la que puede transformarlo en una herramienta imprescindible para alcanzar un bien común. Por ejemplo, para superar una crisis tan repentina como la causada por la pandemia de la Covid-19, que ha puesto en jaque la economía de negocios y familias.
Precisamente el esfuerzo de todos es lo que nos va a permitir superar esta situación. El empuje de millones de personas que trabajan cada día para sacar el país adelante es, sin duda, la fuerza que necesitamos para retomar nuestras vidas.
Por suerte, en estos tiempos complicados el dinero se ha convertido en lo que debe ser: una herramienta que nos ayude a protegernos y también a salir adelante. En este contexto, entidades bancarias como Bankinter han puesto en marcha múltiples medidas para reducir el impacto de la crisis en sus clientes e infundir esperanza a la sociedad.
La manera en que utilizamos el dinero puede transformarlo en una herramienta imprescindible para alcanzar el bien común
Al lado de las familias
La paralización de la actividad a causa de la pandemia durante la pasada primavera exigía un esfuerzo común. Un plan de choque que ayudara a paliar los efectos de la crisis en las familias. Se trataba de evitar el colapso de las economías familiares más vulnerables, pero también el aumento del riesgo en otras que se podían ver afectadas debido, entre otras cuestiones, a su carga financiera.
En esta coyuntura, Bankinter adelantó por primera vez en el mes de marzo el cobro de la pensión y la prestación por desempleo a sus clientes, con el fin de que pudieran hacer frente a sus gastos corrientes con mayor facilidad.
La paralización de la actividad a causa de la pandemia durante la pasada primavera exigía un esfuerzo común. Un plan de choque que ayudara a paliar los efectos de la crisis en las familias.
Se trata de medidas que se suman a las promovidas por la Administración de manera extraordinaria e incluso que las amplían. Este fue el caso de las moratorias en el pago de las hipotecas dirigidas a familias que no cumplían con los requisitos recogidos en el decreto de emergencia, a quienes Bankinter ofreció carencias en el pago del capital de hasta cuatro meses prorrogables hasta los 12 meses para determinados casos. Un aplazamiento que se extendería a los créditos al consumo concedidos a clientes financieramente vulnerables, más allá de las medidas aprobadas por el Gobierno.
El objetivo consistía en facilitar liquidez a empleados por cuenta ajena que entraran en situación de desempleo, afectados por ERTE, así como a profesionales, autónomos o empleados de sectores cuya actividad se encontrara paralizada por las medidas extraordinarias. Bankinter incluso mantuvo las ventajas de su Cuenta Nómina a los clientes que bajaron del ingreso mínimo requerido a causa de la pandemia.
Un impulso a pymes y autónomos
Si ha habido un colectivo empresarial que se ha visto afectado por la abrupta irrupción de la pandemia, ese es el de las pymes y los autónomos. Un problema que adquiere mayores dimensiones si tenemos en cuenta que, además, ellos son una importante fuente de empleo privado y que conforman la inmensa mayoría del tejido empresarial del país. De hecho, pymes y autónomos están detrás de dos de cada tres puestos de trabajo en el territorio de la OCDE.
Bankinter extendió las moratorias hipotecarias a las familias vulnerables que no cumplían los requisitos recogidos en el decreto de emergencia
Para reducir el impacto de la crisis que el coronavirus está causando en la economía, Bankinter puso en marcha desde el mes de marzo algunas medidas de urgencia tendentes a ofrecer facilidades crediticias a autónomos y empresas de aquellos sectores más afectados, como la aplicación de carencias en los préstamos o el adelanto en el pago a proveedores hasta 15 días, entre otras.
Asimismo, la entidad contribuyó a mantener la liquidez de las empresas para disminuir el efecto de la pandemia en sus negocios. Lo hizo a través de su adhesión a la Línea ICO para concederles la financiación que necesitaban para salir adelante y facilitarles sus inversiones. Bankinter ha sido una de las entidades más activas en estas líneas de financiación, con 7.200 millones de euros formalizados al cierre de septiembre.
La puesta a disposición de pymes y autónomos de servicios como las post-financiación confirming, que permitía aplazar el pago de las facturas cuando llegaba el momento de su vencimiento, así como la concesión de carencia y ampliaciones de plazo en los contratos de leasing contribuyeron a aumentar las facilidades crediticias concedidas por Bankinter a pymes y autónomos en un momento tan delicado.
Es en los momentos difíciles cuando un banco debe dar la talla y situarse al lado de sus clientes. Solo la suma de esfuerzos permite convertir el dinero en un salvavidas capaz de marcar la diferencia en una crisis de dimensiones planetarias.