Recetas para construir un mapa energético seguro y sostenible para Europa
La Unión Europea continúa el camino hacia la descarbonización con la ampliación de las interconexiones internacionales y la consolidación del Mercado Interior de la Energía
Ana María Caballero
El gráfico representa la demanda de energía que se está produciendo en el sistema eléctrico peninsular en tiempo real
La Unión Europea continúa el camino hacia la descarbonización con la ampliación de las interconexiones internacionales y la consolidación del Mercado Interior de la Energía
Belén RodrigoEl año 2021 es el comienzo de una década en la que el escenario energético dejará de ser lo que conocemos hoy en día para convertirse en un modelo menos dependiente de combustibles fósiles y más dependiente de tecnologías renovables a la hora de producir electricidad. Aprovechar al máximo la fuerza del viento y la luz del sol para generar electricidad implica también un compromiso a nivel comunitario para optimizar al máximo este recurso natural inagotable. La Unión Europea lo sabe y para ello ha diseñado un Pacto Verde Europeo capaz de alcanzar el objetivo de descarbonización en 2050.
Uno de los ingredientes necesarios para garantizar el máximo aprovechamiento del recurso natural son las interconexiones internacionales, infraestructuras de transporte de electricidad que enlazan las redes eléctricas de países vecinos con el fin de ofrecer una mayor seguridad de suministro y una mayor integración de energías renovables. “Las interconexiones son imprescindibles para que ninguna región quede aislada eléctricamente en la UE”, explica Eva Pagán, directora general de Transporte de Red Eléctrica de España, quien subraya su importancia “para lograr el cumplimiento de los objetivos establecidos por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) diseñado para hacer frente a los retos europeos en términos de descarbonización, eficiencia y sostenibilidad”.
«Reforzar las interconexiones internacionales con otros países ayudará a un mayor aprovechamiento del recurso renovable que tenemos en nuestro país», explica Eva Pagán, directora general de Transporte de Red Eléctrica de España (REE).
La creación de este nuevo macrosistema europeo, en el que los países miembros de la UE deberán alcanzar una ratio de interconexión de al menos el 15 % en 2050, es una de las prioridades para los próximos años y, por ello, Red Eléctrica de España como transportista único y operador del sistema eléctrico español, es uno de los actores llamados a hacerlo posible.
En la actualidad, la ratio de interconexión de España con sus países vecinos (Francia y Portugal) es de en torno a un 5%, lo que convierte a nuestro país en prácticamente una isla eléctrica. Un sistema casi asilado que quiere dejar de serlo y que tiene grandes planes para ello.
Y es que, una mayor conexión entre los países miembros permitirá no solo cumplir con las exigencias marcadas por la Unión Europea, sino también garantizará el suministro en un modelo en el que la predictibilidad de generación será menor que el que ofrece en parte el modelo actual: “el combustible fósil es inmediato, pero la energía renovable depende de la climatología” señala Andrés Cadenas, director de Ingeniería y Construcción de Red Eléctrica de España. Por eso, “debemos apostar por un modelo integrado y una alta capacidad de generación”, indica.
En este sentido, Pagán incide: “Reforzar las interconexiones internacionales con otros países ayudará a un mayor aprovechamiento del recurso renovable que tenemos en nuestro país, en el que estamos haciendo un gran esfuerzo por ampliar el parque de generación que nos permita sacarle el máximo partido a la luz del sol y a la fuerza del viento, dos combustibles que nos da la naturaleza de manera inagotable y sin coste, tanto económico como ambiental”.
Además, según subraya Cadenas, estos enlaces internacionales son vitales para la seguridad del suministro “porque la electricidad no se puede almacenar a gran escala, sino que se produce a demanda en cada momento”. Esta garantía de apoyo mutuo entre países favorece así un equilibrio entre la generación y la demanda en cualquier contexto, como en el caso de que un país no pueda producir toda la electricidad que necesita.
El combustible fósil es inmediato, pero la energía renovable depende de la climatología. Por eso, debemos apostar por un modelo integrado y una alta capacidad de generación
Andrés Cadenas, director de Ingeniería y Construcción de Red Eléctrica de España
Y para ello, Europa está configurando poco a poco un Mercado Interior de la Energía que permita el libre flujo de la producción de un país a otro cuando se requiera, lo que obligará a una mayor competencia de los precios y a optar por la energía más barata: la renovable. Gracias a este mercado único, continúa Cadenas, “si existe energía solar y eólica en España que no se está usando, podemos exportarla y hacer que llegue al norte de Europa, por ejemplo, para cubrir su demanda”.
Así, este aumento de la capacidad de interconexión favorecerá también la convergencia de precios de la electricidad entre países, ventaja especialmente destacable en el caso de España que, según matiza Cadenas, “podrá situarse de igual a igual con el resto de países europeos y sacar más provecho de sus recursos naturales”.
CONSTRUYENDO EUROPA A TRAVÉS DE INTERCONEXIONES INTERNACIONALES
El sistema eléctrico español está interconectado con el sistema portugués (configurando así el sistema eléctrico ibérico), con el del norte de África, a través de Marruecos y con el sistema eléctrico centroeuropeo, a través de la frontera con Francia.
A su vez, el sistema eléctrico centroeuropeo está conectado con el de los países nórdicos, con el de los países del este de Europa y con las islas británicas, lo que conforma el mayor sistema eléctrico del mundo.
Pero todavía no es suficiente: para alcanzar el objetivo europeo de la ratio de interconexión del 15% en 2030 hace falta tomarse en serio la construcción de nuevas infraestructuras que permitan el trasiego energético entre países. En la actualidad, España está inmersa en el desarrollo de un nuevo proyecto de interconexión por el norte de Portugal, pero es en Francia donde tiene la mirada fija por ser la verdadera puerta hacia el centro de Europa porque, según Cadenas, “nuestras interconexiones con el resto del continente europeo continúan siendo muy débiles”.
Tras la entrada en servicio en 2015 de la interconexión con Francia por los Pirineos orientales que ha permitido duplicar la capacidad de intercambio de España con el país galo, la mirada está ahora puesta en un nuevo proyecto, esta vez bajo el mar, que conectará ambos países por el golfo de Vizcaya. En este proyecto, desarrollado por Red Eléctrica de España y su homóloga francesa, Réseau de Transport d’Electricité (RTE) prevé la construcción de un doble enlace en corriente continua con tramos subterráneos y submarinos, de 1.000 MW cada uno, que unirá la subestación de Gatika (cerca de Bilbao) con la subestación Cubnezais (en la región francesa de Aquitania). Esta línea, de 370 kilómetros de longitud total permitirá pasar de los 2.800 MW actuales a los 5.000 MW de capacidad de intercambio con los países del centro de Europa. Si bien el proyecto de la interconexión del Golfo de Vizcaya se encuentra en fase de tramitación prevista entre 2021 y 2022, la fase de fabricación del cable e instalación será entre 2023 y 2026.
Pero el de la interconexión submarina por el golfo de Vizcaya no es el único: también están planificadas dos interconexiones más con el país galo, una por Navarra hasta Las Landas y otra por Aragón, que atravesará el Pirineo Central, dos proyectos con los que España podría alcanzar una capacidad de intercambio de en torno a los 8.000 MW con la que, aun estando todavía lejos de alcanzar los objetivos europeos para 2030, aumentaría considerablemente su integración energética en la Unión Europea, donde tiene mucha energía verde que aportar.
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