?

Contenido desarrollado para

JULIUS BAER

¿Estamos preparados para una ciberpandemia?

Con la Covid-19 llegó el teletrabajo, la educación online y el ocio virtual y, con ello, el aumento de cibervirus cada vez más sofisticados, rápidos y peligrosos. Los ataques informáticos son una amenaza que conlleva la pérdida de millones de euros para las empresas. Invertir en ciberseguridad es hoy la mejor vacuna contra esta nueva pandemia

Teresa Pacheco

Compartir

Un día estábamos compartiendo un café con los compañeros de trabajo en la sala de reuniones mientras fijábamos los próximos objetivos de la empresa y al siguiente nos vimos solos montando una oficina en medio del salón de nuestra casa. Con la llegada de la Covid-19, de la noche a la mañana, corporaciones enteras se enfrentaron por primera vez a trabajar en remoto. 

Algo muy parecido ocurrió en el sector educativo. Profesores y alumnos tuvieron que adaptarse en tiempo récord a la “nueva normalidad” y comenzaron a dar clases a través de plataformas digitales y videollamadas. En paralelo, nos conectamos más que nunca a las redes sociales para hacer más llevadero el obligado distanciamiento social, muchas personas se estrenaron con las compras online y, también, otras tantas han contactado por primera vez con su médico a través de una plataforma digital. 

Una de las consecuencias de la pandemia es que, súbitamente, hemos trasladado nuestra vida personal, laboral y social a la esfera virtual. Pero si la digitalización ha permitido que el mundo siga girando durante la crisis sanitaria, también ha abierto una gran brecha por la que peligrosamente ha entrado la ciberdelincuencia. Según el informe Riesgos globales del Foro Económico Mundial, los ataques informáticos están entre los problemas más importantes que tendrá que afrontar el mundo en los próximos años, junto con la pandemia de la Covid-19, el cambio climático y las crisis de deuda. ¿Está nuestra sociedad preparada para una ciberpandemia?

Alexander Ruchti, analista de Next Generation en el banco privado Julius Baer, advierte de que “el trabajo a distancia conduce a más conexiones digitales, lo que a su vez genera más vectores de ataque para los piratas informáticos”. Esto es particularmente relevante para las personas que utilizan sus dispositivos para acceder a su infraestructura de trabajo digital. “Si accede a su ordenador de trabajo desde su hogar, no solo este se convertirá en objetivo de un potencial ataque informático, lo será también su dispositivo doméstico y la conexión entre ambos”, avisa.

El escenario actual de pandemia incrementa el volumen de ataques y agrava la vulnerabilidad de las empresas

Ruchti predice que el desarrollo del sector de la ciberseguridad se llevará a cabo acorde con la evolución de internet y las tecnologías de la información en general. En consecuencia, cree que “la ciberseguridad tendrá una mayor importancia tanto en la vida profesional como en la privada de aquí a 10 años”. De hecho, se espera que en los próximos años la ciberdelincuencia sea más sofisticada y, por tanto, el gasto en soluciones de ciberseguridad más sólidas va a ser crucial en todos los sectores. El analista de Julius Baer lo resume claramente: “Las empresas no pueden darse el lujo de descuidar la ciberseguridad, dadas las amenazas que se avecinan”.

Una de las claves va a estar en el almacenamiento en la nube. “A medida que nuestras conexiones digitales se vuelven cada vez más importantes, hackearlas será más atractivo”, afirma Ruchti. Por ello, “se generará un aumento de concienciación sobre la importancia de protegernos de los ataques informáticos”. La Inteligencia Artificial (IA) en los protocolos de seguridad será otra variable a tener muy en cuenta aunque “es una espada de doble filo: es utilizada tanto por los defensores como por los atacantes”. Explica que un defensor puede utilizarla para supervisar miles de sistemas de TI de usuarios y detectar simultáneamente el comportamiento sospechoso del tráfico de datos. Al mismo tiempo, un atacante utiliza la IA para detectar en qué momento podría ser bloqueado desde el sistema. “El tiempo que se toma el sistema para bloquear a un hacker le dará al atacante una pista del nivel general de sofisticación de la ciberseguridad del defensor y, por lo tanto, qué tipos de ataques podrían funcionar. Es el juego del ratón y el gato”.

Aunque todos los sectores, especialmente con el auge del teletrabajo, son vulnerables, Alexander Rutchi asegura que la ciberseguridad será especialmente relevante en el sector financiero y de seguros. Del mismo modo, añade el analista de Next Generation de Julius Baer, “las compañías que más posibilidades de sufrir un ataque cibernético serán aquellas cuyos datos protegidos son los más valiosos (hospitales, bancos, etc.) o cuya posible interrupción del negocio tendría un fuerte impacto negativo (las centrales nucleares, por ejemplo)”. De hecho, Ruchti explica que actualmente, con la pandemia, un gran número de hospitales está siendo blanco de numerosos ataques. “Los sistemas de TI en el espacio de atención médica a menudo están obsoletos y los profesionales no han sido educados en amenazas cibernéticas. Eso da vía libre a los hackers”, asegura. 

Este año el número estimado de personas conectadas en el planeta superará los 50.000 millones. 

Se calcula que en todo el mundo se producen a diario 350.000 ataques de malware

Según los datos de IDC Research, el mercado de la ciberseguridad en España alcanzará en 2021 un mínimo de 1.324 millones de euros, un 8,1% más que en 2020. 

Según la INTERPOL, entre enero y el 24 de abril de 2020 se detectaron 907.000 correos basura, 737 incidentes de tipo malware y 48 000 URL maliciosas, todos ellos relacionados con la Covid-19. 

Las violaciones de ciberseguridad cuestan a la economía mundial cerca de 1,5 billones de dólares al año y las previsiones vaticinan un coste de 6 billones de dólares en 2021.

Se precisa experto en ciberseguridad

Si algo nos ha enseñado la pandemia es que no hay fronteras en nuestras relaciones. Eso, trasladado al mundo de la ciberseguridad, significa que en la era de internet cualquier persona e institución puede potencialmente ser atacada. En cualquier momento y desde cualquier lugar. “Un intento de hackeo dirigido a una empresa española podría tener su origen en Rusia, Pakistán, China o cualquier nación del mundo. El nivel de amenaza realmente solo se reduce con respecto al mayor nivel de ciberseguridad de las empresas”, concluye el analista de Next Generation de Julius Baer. 

Por eso, en un entorno tan cambiante y agresivo como el de las ciberamenazas, uno de los mayores desafíos del mercado de la seguridad en la actualidad es la falta de formación. Alrededor de dos tercios de los ataques a empresas tienen como objetivo compañías de menos de 1.000 empleados. Alexander Ruchti apunta que es necesario que nuestro país incremente las campañas de información para guiar a las compañías sobre cómo protegerse ante problemas como los ataques de phishing. No obstante, la tendencia actual es que cada vez más instituciones de educación superior ofrezcan títulos avanzados en ciberseguridad. Ruchti pone como ejemplos los máster en Ciberseguridad de la Universidad Carlos III de Madrid o de la Universidad Politécnica de Cataluña. El informe de Julius Baer Combatiendo amenazas invisibles proyecta que a medida que las empresas demanden ciberseguridad, la formación profesional aumentará.

Compartir

Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Julius Baer. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.