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Un proyecto con

REIMAGINA LA CIENCIA

Cómo la ciencia se ha despojado de la etiqueta ‘friki’ para llamar la atención de los adolescentes

‘Reimagina la ciencia’ es el proyecto que han puesto en marcha Novartis, Parc Científic y Big Van para acercar la ciencia y los ensayos clínicos de una forma lúdica y creativa a más de 300 alumnos de centros educativos de Cataluña

Beatriz G. Portalatín

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Siempre se ha dicho que la ciencia es algo abstracta, que las materias científicas que estudiamos en el colegio y en el instituto poco o nada tienen que ver con la práctica y la vida real, que es muy complicado estudiarlas. Sin embargo, todo está cambiando. Porque sí, la ciencia puede ser algo divertido, creativo y esperanzador para niños y adolescentes. Algo que les ilusione, que les haga no solo entender estas materias de una forma más sencilla sino que se interesen por ella, que les creen cierta curiosidad y hasta apuesten, incluso, por la ciencia como su futuro más próximo. A veces, tan solo hace falta reimaginarla.

Y ‘Reimagina la ciencia’ es el título de un proyecto que pusieron en marcha en 2020 el Parc Científic de Barcelona (PCB), Big Van Ciencia y Novartis. El objetivo no es otro que enseñar ciencia de manera divertida a los más de 300 jóvenes de Secundaria y Bachillerato de los más de 63 centros docentes catalanes que han participado en esta primera edición. 

‘Reimagina la ciencia’

Abarca temas a priori tan complejos como los ensayos clínicos, la investigación y el desarrollo de medicamentos.

El proyecto aborda temas a priori tan complejos como los ensayos clínicos, la investigación y el desarrollo de medicamentos. Qué mejor ahora, en tiempos de pandemia, donde el coronavirus nos ha empujado de forma forzosa a entender ciertas cosas que antes sólo estaban en la mesa de científicos y expertos

Un trabajo de equipo: ilusión, esperanza y futuro

El trabajo realizado en tiempos de pandemia ha sido todo un éxito. Ilusión, creatividad, esperanza, vocación y futuro son algunas de las palabras que han definido a este proyecto. Porque no solo ha sido satisfactorio para los alumnos, pieza clave y objetivo final, sino también para los profesores: “El proyecto ha ayudado mucho a que mis alumnos de 4ºESO sean conscientes de cómo funcionan las cosas en la ciencia y de cómo se realizan los ensayos clínicos”, sostiene en el vídeo de este proyecto Carlos Giménez, profesor del Colegio San Gabriel de Viladecans (Barcelona). 

También los profesores han aprendido técnicas y metodologías para acercar y enseñar de una forma más lúdica todos los contenidos científicos que se contemplan en los diferentes cursos. “Les ha encantado porque los alumnos lo han interiorizado muy bien, incluso ellos mismos -los profesores- han aprendido técnicas y metodologías docentes que podrán usar en sus materias científicas a partir de ahora”, afirma María Terrades, directora del Parc Científic de Barcelona

Es importante ver y entender todo el trabajo que hay detrás de un medicamento: saber que desde su inicio hasta su aprobación pueden pasar hasta 10 años, un camino muy largo que conlleva mucho trabajo y esfuerzo. “Entender esto, que ahora con la pandemia está empezando a sonar, es un proceso muy bonito que a los niños, cuando lo conocen, les interesa mucho. Incluso quieren dedicarse a esto”, señala esta experta.

Pero no solo era cuestión de impartir conocimientos científicos y de enseñar, en este caso, qué es y cómo se hace un ensayo científico. Los alumnos, después de las clases, tenían que valorar y exponer lo aprendido a través de la elaboración de unas creaciones personalizadas como monólogos, sketches teatralizados, canciones, vídeos animados o flash-movies.

“El proyecto realmente es muy trasversal y busca que lo que aprenda el alumnado lo cuente después de una forma artística, a través de vídeos realizados y editados por ellos mismos. Por ello también se han incluido y han participado profesores que  vienen del mundo de las artes”, explica Oriol Marimon Garrido, doctor en Química Orgánica y coordinador de proyectos educativos en Big Van Ciencia. Y esos vídeos además no se quedan solo en el contexto de clase, sino que se suben a las redes sociales del centro y, por tanto, llegan también a los padres, que pueden ver el trabajo que han hecho sus hijos. 

Acercar la ciencia de forma lúdica y creativa

“Al tratarse de proyectos de educación basados en aproximaciones educativas no formales, llegamos con la ciencia a un tipo de alumnado que tradicionalmente no se suele ver atraído por estas materias, porque tradicionalmente no se ve atraído por la metodología normal en que se enseñan las ciencias”, comenta Marimon. Lo que vemos realmente es que “esa juventud que no suele estar atraída por estos temas, se motivan mucho con este tipo de proyectos y de iniciativas, incluso llegan a sentir tal curiosidad por la ciencia que sorprende al propio profesorado”, añade el experto, quien asegura que este proyecto puede tener una segunda edición el próximo año, esta vez de una forma más presencial, si la pandemia lo permite. 

La primera impresión que han tenido los jóvenes ante el proyecto ha sido de sorpresa. “Ven la ciencia de otra manera, con un atractivo que antes no veían y que ni ellos mismos sabían que existía. Están contentos, apasionados y hacen preguntas para ver si hay más actividades”, señala Terrades. Y esto realmente no solo es importante para entender la ciencia, sino para crear y plantearse un nuevo futuro. “Se empiezan a comprender cosas que antes no se entendían. Ven, por ejemplo, que lo que dan en clase de Química tiene su implicación después y se plantean y se deciden a estudiar un bachillerato de Ciencias cuando antes no lo tenían claro”. 

Y es que acercar la ciencia a la sociedad y en particular a los jóvenes, y hacerlo de este modo divertido y lúdico, es algo muy importante “para que no sea una cosa más, para que lo interioricen como algo que les atraiga, que les despierte curiosidad. Por ello, es importante hacerlo divertido y emplear además metodologías que tienen que ver con las artes escénicas y la creatividad”, indica Terrades. Y es importante además romper todas las barreras y los hándicaps que aún tiene la ciencia. “Muchas veces la ciencia se asocia al empollón o al ‘friki’ y lo que pretendemos realmente es que se vea la parte bonita de la ciencia, la que se aplica, la que enseña. Que te guste la ciencia no significa que seas aburrido, ni raro, es clave romper tabúes en torno a la ciencia”, concluye Terrades.