Una ecoaldea en el corazón de Galicia: el proyecto de vida de Xosé Luis Carreira
Cuando todos decidieron marcharse, él prefirió quedarse. Gracias a nadar a contracorriente, Xosé Luis Carreira consiguió construir su propia granja familiar para promover un modo de vida y de trabajo sostenibles.
Una especie de amnesia temporal. Es lo primero que uno experimenta cuando pone los pies en Arqueixal, una granja ecológica situada en la aldea de Santiago de Albá, Lugo. Un par de segundos en este mágico lugar son suficientes para olvidar conceptos tan cotidianos como estrés, prisas, agobio, ansiedad, atascos, aglomeraciones. Entonces lo comprendes: estás en otro mundo, quizás también en otra época. Y eso te da la pista definitiva sobre Xosé Luis Carreira, el ideólogo de este proyecto: él no hace nada como los demás. Lo cual no siempre es fácil: «Ir a contracorriente puede ser muy motivador, pero se necesita mucha resistencia. Resistir en medio de todo lo que te rodea es como crear un pequeño oasis, mantienes esa integridad aunque el entorno vaya por otro lado», asegura Xosé Luis. Ahora su integridad ha sido reconocida y valorada: el rostro de Xosé Luis Carreira ocupa uno de los siete murales que forman la exposición ‘Las Estrellas del Camino’, ideada por Estrella Galicia para reconocer la labor de las personas que viven cerca del Camino de Santiago y lo hacen posible con su dedicación y sus valores.
«Ser una estrella del Camino me ha hecho mucha ilusión», confiesa Xosé Luis, que lleva años llenando de experiencias irrepetibles las mochilas de los peregrinos que se desvían tres kilómetros para conocer Arqueixal: «Lo que yo pretendo es que el peregrino se lleve algo más que el caminar, que conozca Galicia a través del Camino».
Xosé Luis Carreira cuenta su propia historia en este vídeo.
Para el propietario de Arqueixal, verse en el mural sosteniendo y admirando un queso ha sido un acierto total: «El queso es el elemento que redondea nuestro proyecto de economía circular, es lo que realmente una persona se puede llevar de aquí para irse con un trozo de territorio. La concentración del sabor en un queso. En la imagen, estoy como mirando todo el proyecto representado en ese queso».
La voz interior de Xosé Luis
Cuando Xosé Luis Carreira dejó su pueblo natal, no lo hizo en absoluto convencido: «La generación de mis abuelos emigró a Latinoamérica, la de mis padres a Europa Central, la mía a las capitales de provincia… Así que yo me fui porque era una necesidad de demostrarme a mí mismo que yo también podía hacerlo, pero sin querer irme. Mi sitio estaba aquí. Fue una cosa puntual, volví, empecé todo mi proyecto y descubrí lo que es pertenecer a un lugar. Aquí encontré mi propósito de vida y mi lugar», asegura Xosé Luis, que confiesa haber sido un rebelde (con causa) desde siempre. Pero gracias a su carácter inconformista cogió el testigo de la granja tradicional que tenían sus padres y decidió seguir con ella a pesar de las dificultades del momento.
La Rebordela es un viaje al pasado, a una casa tradicional de 1920
«Todos tenemos una vocecilla que nos dice las cosas. Yo tuve suerte de no tener que esperar demasiado a poder escucharla. Algo me decía que yo me debía quedar por aquí». Y suerte que lo hizo. Como resultado de seguir el consejo de su voz interior, Xosé Luis dio rienda suelta a su debilidad por lo sostenible: «Desde siempre pensé que tenemos que hacer cosas que no dañen nuestro entorno. Este patrimonio que tenemos es un préstamo de nuestros hijos y debemos dejarlo lo mejor que podamos. En la medida de cómo lo dejemos, va a ser recibido por las generaciones siguientes».
Un mundo aparte dentro de Galicia
Arqueixal cuida la tierra pero se asemeja al paraíso. Como defensor de conservar al máximo el medio en el que vivimos, el empeño de Xosé Luis fue el de construir una ecoaldea basada en principios sostenibles. Las casas que alojan a los huéspedes son saludables porque para su construcción no se han empleado materiales derivados del petróleo, y la intervención que se hizo en ellas para que fueran confortables, se hizo de manera sostenible.
Ir a contracorriente puede ser muy motivador, pero se necesita mucha resistencia
Xosé Luis Carreira
En la granja familiar de Xosé Luis no solo se puede viajar a un lugar relajado y ecológico, también se puede regresar a la época de 1920. Es el propósito de la Casa da Rebordela, de 250 años, que permite experimentar en primera persona cómo vivían nuestros antepasados: «Cuando alguien se aloja aquí, le quitamos el móvil, no puede coger el coche durante esos días y solo puede comer lo que haya en la casa y en la huerta. La casa hace una función especial que es la de encontrarte con tu esencia vital», explica Xosé Luis, que también añade que se aseguran mucho de que quien se quede en la casa sepa bien a dónde viene. «No queremos que la casa llegue a alguien que no quiera estar, por eso no es algo que puedas comprar en la web, sino que tiene que ser un regalo que alguna persona que estuvo en la casa, o conoce muy bien cómo funciona, te hace. Está muy pensado para que se salga de las reglas del mercado», cuenta Xosé Luis.
Arqueixal nace de una mezcla de palabras (arte del queixo de Albá) y también de una sinergia de conceptos: por un lado, la producción de leche, que sería la granja, con 35 vacas felices. Cada día van a un prado diferente, dan un paseo, consumen una flora variada y producen a su ritmo. Otro pilar fundamental es la quesería artesanal, donde se hacen el queso, yogur, leche fresca y mantequilla. En tercer lugar, el ecoagroturismo activo. Por último, Arqueixal se sustenta sobre un cuarto pilar que es lo que ellos llaman “la cultura del conocimiento basada en la tradición”, donde encontramos las visitas guiadas, las actividades didácticas, los talleres del Camino de Santiago donde puedes hacer tu propio queso o la excursión a la huerta con un paseo entre hierbas aromáticas.
El artista
Lo que cuenta Mon Devane del mural de Xosé Luis Carreira
«Cuando hicimos los bocetos y empecé a pensar, me di cuenta de que tenía un rollo que me recordaba a Hamlet con la calavera, mirando hacia el queso fijamente. Esa pared era muy lisa, estaba en una fábrica abandonada, y me pareció alucinante la transformación que hicimos del entorno». Mon Devane, artista urbano que ha pintado los murales.
«Trabajamos con colegios porque consideramos nuestro proyecto una escuela de vida. Pretendemos que sea un lugar de referencia para personas que estén buscando formas de ser diferentes». Quien visita Arqueixal puede acompañar a las vacas al prado, hacer de pastor por un día, fabricar su propio queso y llevárselo a casa, confeccionarse una cesta de productos en la huerta o visitar la Rebordela como si fuera un museo.
Las Estrellas del Camino
A Xosé Luis no le faltaron ganas ni motivaciones, sino tiempo, para hacer el Camino de Santiago completo. Pero a pesar de su escaso tiempo libre, ha hecho las últimas cuatro etapas del recorrido francés. «Para mí el Camino de Santiago es como el camino de la vida, cada uno está haciendo ya su propio camino. Yo animo a hacerlo porque es encontrarte contigo, el Camino tiene esa magia que te atrapa y te lleva a la esencia. Y una cosa que yo recomiendo para quien tenga tiempo, es que conozca el Camino al margen del Camino, es decir, que se desplacen a Arqueixal para descubrir esta experiencia, porque a lo mejor es la única vez en su vida que vienen por aquí y vale la pena».
Las Estrellas del Camino es una exposición, una enorme galería artística, con más de 140 kilómetros de recorrido a lo largo del Camino Francés
‘Las estrellas del camino’ es un proyecto desarrollado por Estrella Galicia que nace con el firme propósito de humanizar el Camino de Santiago dando protagonismo a toda una sociedad, a esas personas que viven por y para el Camino. El resultado son las voces e historias de siete personas maravillosas que han impregnado esta iniciativa de numerosas enseñanzas, no ya solo sobre el Camino, sino también sobre la vida misma. Sus vivencias se han plasmado en siete minidocumentales y murales que cubren las siete etapas que van desde O Cebreiro hasta Santiago de Compostela para iluminar el Camino de los peregrinos en cada uno de sus pasos.
ITINERARIO
Los retratos recorren las siete últimas etapas del Camino Francés, desde O Cebreiro hasta Santiago de Compostela. En cada una de ellas encontraremos una de las obras que forman la exposición.