?

un proyecto de

Productores Sostenibles

La lección de sabiduría de Ernest Mas, el agricultor que le echa a la tierra imaginación y creatividad

El director técnico y de I+D de Verdcamp Fruits tuvo que ingeniárselas para crear ambientes favorables para que la fauna se instalara en sus campos, víctimas de las plagas. El resultado: un completo ejercicio de ingenio y experimentación que le ha llevado por la senda de la sostenibilidad, un camino que hoy sigue recorriendo.

Eva Prieto

Verdcamp Fruits

Cambrils (TARRAGONA)

La luz del Mediterráneo recoge los matices de un elegante paisaje rebosante de emociones. Pasear la mirada por estos campos significa quedarse absorto y lo mejor es dejarse llevar. Rendirse a los sentidos. Las tierras dibujan un laberinto de cultivos donde la vida se abre paso a través de la convivencia entre diferentes especies. Y los colores alegres y vivos pintan un paraje donde el verde es predominante. Pero hay algo más. Cada rincón ofrece un nuevo mapa de olores, una interesante mezcla de aromas que sólo un experto sabría descifrar. La diversidad de este lugar es fascinante. La fuerte brisa del mar de Cambrils (Tarragona) nos advierte que deberíamos coger el paraguas, y en medio de esta explosión de naturaleza nos recibe Ernest Mas. Unos minutos de conversación con el director técnico y de I+D de Verdcamp Fruits son suficientes para saber que estamos a punto de recibir una clase magistral de sabiduría agrícola.

Teníamos que crear ambientes favorables para que la fauna se instalara en nuestros campos❞

subraya Ernest

La lección de las plagas

«Hace años, durante una época de floración tuvimos una plaga de pulgón que afectaba a nuestra producción de sandías. Comenzamos a tratarla con productos químicos, pero esto afectaba a las abejas que en ese momento estaban llevando a cabo la polinización en nuestros campos». Ernest explica que cuando aplicas un químico nunca logras erradicar el cien por cien de la amenaza y, por eso, al cabo de unos días la plaga se puede volver a extender. Entonces su apicultor los llamó para decir que no volvería a llevar a sus abejas porque no lograban sobrevivir en sus tierras y en ese momento tuvieron claro que «la solución no era encontrar otro químico o un producto ecológico que matara. Necesitábamos otra cosa».

En ese punto de crisis observaron que en los campos de cultivos ecológicos la fauna auxiliar controla las plagas de los cultivos de forma totalmente natural. «Nos dimos cuenta de que teníamos que crear ambientes favorables para que la fauna se instalara en nuestros campos. Así, si volvía a aparecer la plaga, la propia naturaleza podría controlarla». Comenzaron a probar hasta 27 tipos de plantas florales para atraer a polífagos, insectos que si no se alimentan de plagas lo hacen de polen, y a medir si las abejas aparecían por allí o no. Todo para intentar equilibrar el ecosistema. Tras varias pruebas, descubrieron cuatro tipos de plantas que funcionaban y sus campos llenos de flores resultaron ser un auténtico éxito. Así es cómo iniciaron su camino hacia la sostenibilidad.

Su experimento propició un cambio rotundo de visión que los llevó a apostar por prácticas agrarias como, por ejemplo, intercalar plantas florales y aromáticas en medio de los cultivos, colocar plantas medicinales en los márgenes o plantas arbustivas alrededor de las fincas. Todas ellas ofrecen refugio a la fauna auxiliar más beneficiosa para la prevención de plagas. Para mejorar el suelo en épocas de no cultivo hacen cubiertas vegetales en los campos con guisantes, mostaza, cereales, flores, ortigas... Y antes de volver a sembrar, aplastan la cubierta para que sirva de alimento a la tierra. También han instalado apiarios permanentes y hoteles de insectos para atraer a sus huéspedes más especiales como las abejas y otros polinizadores. «Es importante destacar que si estos campos estuviesen labrados aquí no verías vida», comenta Ernest con una lógica aplastante. Al pasear por las fincas nos topamos con cajas nido para murciélagos, otra especie muy interesante para el control de gusanos y mariposas, y también con unos curiosos sensores que miden la humedad del suelo, la temperatura o la humectación de la hoja a través de un satélite.

«La agricultura también es diseño y debemos usar las herramientas a nuestro alcance para mejorar. Al fin y al cabo, un suelo más sano nos da alimentos más sanos». Su abuelo inició esta empresa hortícola que hoy Ernest dirige junto con sus primos Ana, Pep, Jordi y Fran. Los cinco están al frente de un negocio con una facturación superior a los diez millones de euros gracias a sus más de 230 hectáreas de terreno que producen frutas y verduras de temporada (sandía, col, brócoli, alcachofas, hinojo, coliflor, puerros…) y a un equipo que sobrepasa los cien empleados. Su producción actual es mixta, pero su objetivo es llegar a ser cien por cien ecológicos y sostenibles en 2025. Por eso, trabajan para crear técnicas, y poner en práctica otras, que les permitan producir con un impacto positivo medioambiental. Y ahí es donde la mente de Ernest no descansa.

"La agricultura también es diseño y debemos usar las herramientas a nuestro alcance para mejorar"

En el año 2017 fueron la primera empresa a nivel europeo en calcular la huella hídrica y de carbono de una sandía y otros nueve cultivos más. Unos indicadores que permiten analizar el volumen total de agua utilizado para producir y el impacto sobre el calentamiento global provocado por la emisión de Gases de Efecto Invernadero de cada cultivo. «Si nosotros fuimos los primeros en Europa en hacer estos cálculos, imagina cuánto queda por hacer». Pero Ernest tiene muy claro que este es el camino a seguir. Y no hay duda de que imaginación y creatividad no le faltan a la hora de producir de la mano de la naturaleza.

Compartir conocimiento

Por eso, todas aquellas hortalizas que no puede vender al mercado porque «no tienen un aspecto perfecto y por eso no las compran», las aprovecha para mezclar con restos de poda, creando así un compost cien por cien vegetal que sirve para mejorar la fertilidad del suelo. «Y todo a un coste muy bajo en comparación con otras soluciones químicas, utilizando menos maquinaria y siendo más respetuosos con el medio ambiente», destaca orgulloso. Sabe que, precisamente, la clave está en compartir estas experiencias con otros agricultores.

«Cuando las cosas siempre se han hecho de una manera y te pones a hacer cambios tienes que luchar porque también te equivocas. Este es un mundo muy cerrado y tendría que ser al revés. Compartir el conocimiento es la única forma de mejorar. Además, muchos consumidores no son conscientes del enorme trabajo qué hay detrás de todo esto. Por eso el premio de BBVA es tan importante para nosotros. Nos puede dar valor y reconocimiento porque no existe ninguna etiqueta, distintivo o sello que lo haga. Además, que los hermanos Roca cocinen nuestras verduras nos hace muchísima ilusión. ¡Nosotros creamos productos para que la gente disfrute comiendo!».

Ernest reconoce que ser agricultor no siempre es fácil y además requiere una implicación constante. «Cuando era pequeño yo corría por estos campos y hoy estos campos me hacen correr a mí». Está orgulloso de ser parte del cambio, pero sueña con que el mundo mire al sector agrario con otros ojos. Por eso, él seguirá esforzándose en diseñar nuevas prácticas, experimentar, acertar y errar desde este rincón de Cataluña con la esperanza de que en un futuro próximo la agricultura sostenible sea una realidad en todas partes.

Créditos

Redacción: Eva Prieto

Coordinación: Cecilia Marín

Diseño UI y Dirección de Arte: Alessandro Marra

Maquetación: Saúl Fernández

Producción Vídeo: Delia Blesa

Contenido desarrollado para

PRODUCTORES SOSTENIBLES

La lección de sabiduría de Ernest Mas, el agricultor que le echa a la tierra imaginación y creatividad

El director técnico y de I+D de Verdcamp Fruits tuvo que ingeniárselas para crear ambientes favorables para que la fauna se instalara en sus campos, víctimas de las plagas. El resultado: un completo ejercicio de ingenio y experimentación que le ha llevado por la senda de la sostenibilidad, un camino que hoy sigue recorriendo

Eva Prieto

Compartir