Invisibles a los 50 años: así se reinventó Lorenzo para encontrar trabajo

Fundación Endesa y Endesa apuestan por la formación, el acompañamiento y la superación de prejuicios para iluminar el talento de los seniors y las mujeres rurales e impulsar su papel en nuestra sociedad

Lorenzo Garrido tiene 52 años y vive en Marbella. En enero de 2019 firmó un buen acuerdo con su empresa, en la que trabajaba como director, para marcharse. Necesitaba un cambio de aires, pero sobre todo quería retomar su vida familiar porque llevaba 13 años pasando mucho tiempo fuera de casa. Así que decidió tomar un año sabático para estar más tiempo con su mujer e hijos, renovar sus objetivos profesionales y estudiar un máster en Responsabilidad Social Corporativa. Pero cuando llegó el momento de volver se encontró con la gran problemática de encontrar empleo a partir de los 50 años.

«Yo he tenido éxito profesional, siempre me ha ido bien y en mi entorno era reconocido. Pero en cuanto me puse a buscar trabajo me di cuenta de que no era nadie. A medida que pasa el tiempo tus expectativas para hacer entrevistas no se cumplen, no eres considerado para el puesto que tú mismo sabes que eres idóneo o cuando consigues hablar con alguien te dicen que estás demasiado cualificado y que seguramente tus expectativas económicas sean altas. Personas como yo acumulamos 20 años o más de experiencia, ¿cómo es posible que mi edad sea un problema?».

La realidad es que Lorenzo empezó a darse cuenta de que iba a tener serios problemas para volver a trabajar. «Te sientes solo, abandonado y desamparado. Y empiezas a buscar puntos de apoyo, palancas que te sostengan porque la preocupación aumenta y la economía se va deteriorando». Por desgracia, la historia de Lorenzo no es un caso aislado. De hecho, según datos de la última EPA, uno de cada tres parados de larga duración es mayor de 50 años. La realidad es que el talento sénior sufre una discriminación importante a base de prejuicios y estereotipos muy arraigados en el plano social y empresarial.

«Empecé a moverme en círculos de personas que estaban en una situación parecida a la mía y a través de un amigo llegué a la iniciativa de Fundación Endesa y Fundación máshumano: Generación Savia. Allí pude conocer a otras personas con mi misma problemática, compartir preocupaciones y acceder a herramientas formativas, pero lo que más me interesó fue Savia Twins». Este programa de mentoring profesional da a elegir entre diferentes temáticas que mejoran las competencias de los seniors en situación de desempleo mediante un proceso de orientación, acompañamiento y motivación profesional. Lorenzo se decantó por la Adaptación al entorno digital. «Quería certificados que demostraran mi conocimiento digital porque yo ya lo tenía, pero tenía que probarlo porque como soy de la generación boomer se da por hecho que no me defiendo en lo digital. Hay una creencia muy extendida de que si no has nacido en entorno digital no lo controlas. Y, sin embargo, el primer ordenador entró en mi casa cuando yo tenía 12 años».

Savia Twins supuso un importante cambio de rumbo en su vida porque, tras hacer toda la autocrítica posible, necesitaba una mirada externa que le ayudara a encontrar otra perspectiva después de haberse machacado hasta la saciedad. «Me asignaron a un mentor, Antonio, un ingeniero para que me acompañara en varias sesiones en las que me daba pautas, me animaba a probar cosas… Me sentí acompañado y esto me fue elevando el ánimo. Me cambió la energía, porque llega un momento en el que te pones tan negativo que tú mismo te vas hundiendo».

La sociedad no puede renunciar al talento de sus ciudadanos, sean jóvenes o sean seniors

Lorenzo Garrido

Sentirse comprendido y arropado por su mentor y por sus compañeros de Savia fue la clave para Lorenzo. Le devolvieron la confianza en sí mismo y, de nuevo, se sintió fuerte. Así inició otro proceso de búsqueda de trabajo en el que supo vender su experiencia y madurez profesional como la gran ventaja que es para las compañías y lograr finalmente un nuevo puesto de trabajo. «El mérito de Generación Savia es dar visibilidad al problema. Porque si un problema no se conoce, difícilmente será reconocido, interpretado y resuelto. Y sólo seguirá siendo un problema para los que lo padecen. Es una lástima que los que somos responsables del desarrollo tan potente que ha tenido España en los últimos 20 o 30 años estemos siendo desplazados por ‘caros’ o ‘inadaptados’ cuando en realidad somos una generación repleta de energía, experiencia y conocimientos». Y es que la ilusión y las ganas de seguir creciendo no son una cuestión de edad, pero la confianza y el apoyo sí juegan un papel determinante a la hora de desarrollar nuestro potencial. Sobre esta premisa se basa otro potente programa impulsado por Endesa, a través de su Plan de Responsabilidad Pública, y la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer) que ofrece asesoramiento, enseñanza y digitalización a mujeres y a pymes del entorno rural para contribuir a romper la brecha digital.

Rompiendo la brecha rural

La iniciativa Iluminación Digital para las pymes en el medio rural pretende impulsar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, en clara desventaja debido al desfase tecnológico existente entre éstas y las ubicadas en las grandes poblaciones. «Es fundamental romper la brecha digital en el mundo rural porque supone un freno absoluto para nuestro avance y desarrollo. La gente se sorprendería con la realidad que vivimos en este tipo de entornos», comenta María Rosa Fernández.

Ella es una empresaria de Villaviciosa, un pueblo de 3 mil habitantes a 45 kilómetros de Córdoba, que tiene un restaurante familiar y decidió inscribirse para recibir educación en firma digital y en comercio electrónico. «Para las mujeres profesionales que ejercemos actividad en los entornos rurales es de absoluta necesidad la formación para mejorar nuestras vidas y abrirnos a nuevas oportunidades». Nuevas motivaciones que además de incentivar proyectos empresariales en el medio rural, sirven también para luchar contra la despoblación y fomentar la igualdad de oportunidades. 

Para las mujeres profesionales de los entornos rurales es de absoluta necesidad la formación para mejorar nuestras vidas y abrirnos a nuevas oportunidades

María Rosa Fernández

A través de una intuitiva plataforma online, Maria Rosa participa en webinars sobre e-commerce, firma digital o ahorro energético, clases con flexibilidad horaria que le permiten compaginar su vida profesional y personal. «Todavía no he terminado la formación, pero ya sé que esto va a suponer un antes y un después para mi negocio. Hoy dispongo de unas herramientas que antes no tenía para ampliar mi restaurante y estoy muy ilusionada y deseando poner en marcha todo lo aprendido», sostiene orgullosa. Y es que la crisis del coronavirus ha dejado a las pymes españolas, y especialmente a las que se desenvuelven en el marco rural, en una situación de gran vulnerabilidad por lo que necesitan más apoyo que nunca y una mejor preparación siempre abre más puertas en un marco cada vez más exigente. 

Iniciativas como Generación Savia y entidades como Afammer, Fundación Endesa y Fundación máshumano ponen el foco en las personas y en su talento, pero sobre todo en la importancia de contar con apoyo profesional y emocional en momentos de cambio o necesidad. Y es que, independientemente de la edad, el entorno y los recursos, en ciertos momentos de la vida todos necesitamos un faro, una luz que nos acompañe e ilumine nuestro camino para poder seguir. Porque, como resume Lorenzo, «la sociedad no puede renunciar al talento de sus ciudadanos, sean jóvenes o sean seniors».