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De Buitrago de Lozoya a pelear por una medalla en Tokio: así fue la superación de Jota, el triatleta ciego

El campeón de España de Triatlón paralímpico perdió por completo la visión a los 28 años, pero ha sacado toda su fuerza para mejorar cada día. Descubre su apasionante historia en la plataforma #MejorConectados, con la que Telefónica anima a impulsar el potencial de las personas

J.M.Sánchez

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J.M.Sánchez

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Hace siete años, con solo 28 años, perdió por completo la visión, pero lejos de convertirse en un impedimento ha sido una motivación para disfrutar de la vida haciendo algo que hasta entonces no había probado, el trialtón. No solo se ha convertido en la vida de José Luis García Serrano, conocido como Jota, es campeón de España de triatlón paralímpico y, ahora, luchará por una medalla en los Juegos Paralímpicos, que se celebran hasta el 5 de septiembre en Tokio (Japón).

Nacido en 1983 y natural de Buitrago de Lozoya (Madrid), Jota tiene detrás una apasionante historia de superación. Es un alma incansable que disfruta de todo lo que hace y que se dedica con pasión al deporte como profesional, pero también tiene tiempo para estudiar fisioterapia y sacarse la diplomatura en Óptica y Optometría.

Gracias al deporte, al apoyo y todas las conexiones con su familia, entrenadores y amigos, ocho años después ha sacado un billete para los Juegos Olímpicos. "Algunos dicen que estoy loco. Lo que no sabían es que yo tenía la capacidad de convertir las cosas ordinarias en extraordinarias", sostiene Jota en #MejorConectados, la plataforma de contenidos de Telefónica. En #MejorConectados se recogen historias de celebridades motivadoras e inspiradores como las de Ferran Adrià, Teresa Perales, Rafael Nadal y es un lugar donde también se puede aprender con expertos como Pedro Delgado, Pablo Laso, María Zabala o Toni Nadal, entre otros.

La motivación le vino porque, un año antes de perder la visión, asistió a una competición de triatlón que le cautivó, pero pensó que eso era para superhombres. Aun así, se fijó una meta: practicar este deporte. No fue un camino sencillo, ya que le dijeron que "los ciegos no hacen triatlón". Jota cuenta muchos logros en su carrera profesional, fue Campeón de España en Paraduatlón Soria 2019, Campeón de España de Triatlón (Valencia), 2 Oros ITU World Paratriathlon Event y Oro ITU Open Paratriathlon World Championship.

Un proceso lento que le dio vértigo

Con siete años era un niño más en su localidad natal. Jugaba al fútbol con sus amigos. "Todo en un ambiente muy normal", recuerda el atleta paralímpico. Pero fue perdiendo vista poco a poco, derivando en un glaucoma inflamatorio debido a una uveítis (inflamación de la capa media del ojo). Perdió la vista del ojo izquierdo y, luego, del derecho. "Uno nunca está preparado para perder la vista. Es un vértigo grandísimo y es esa situación de 'no voy a poder hacer nada, ¿qué se puede hacer sin ver?' Y luego es todo lo contrario", asegura.

"No sobrevive el más fuerte sino el que mejor se adapta", insiste el atleta. "El día que me comunican que no voy a volver a ver más, después del vértigo, yo sabía que el deporte me iba a ayudar a salir adelante". Cuando decidió introducirse en el deporte de competición tenía una gran corpulencia. Pesaba 110 kilogramos de peso, pero tuvo la inmensa suerte de que apareciera por su vida la "persona clave" que le ayudó a dar los primeros pasos en el mundo del triatlón, Mario Vicente Gomara, quien le prometió la manera en que pudiera competir sin hacerse daño. Fue gracias a una cuerda a modo de guía. "Me santigüé y que sea lo que Dios quiera", apunta. "Para mí, Mario, es la definición con mayúsculas de generosidad y valentía", valora.

El triatlón y, en general, el deporte son el cimiento de la vida de Jota. "El mayor logro es verme ocho años más tarde después de quedarme ciego, viviendo del triatlón y practicando este deporte al más alto nivel", manifiesta el atleta, al tiempo que insiste: "Pero, claro, esto es imposible, directamente, sin la gente que me acompaña". De su entrenador, Ignacio Jiménez Casas, solo tiene buenas palabras: "Confía en mí antes de que yo mismo confiara en mí". Con su apoyo, Jota ha logrado ser disciplinado, exigente y creer, sobre todo, en sí mismo. Una prueba de superación que demuestra que cuando nos apoyamos en los demás podemos hacer cosas increíbles.

Para competir, el atleta se apoya en un guía de entrenamientos, Luis Molina Ruíz, de solo 24 años, y de quien asegura: "Sin ellos no soy absolutamente nada y, para mí, es mi mayor reto y de lo que más orgulloso me puedo sentir". Personas que giran a su alrededor y que le permiten conectarse al 100% con su pasión, el deporte.