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El expiloto Emilio de Villota

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Pilar, Emilio y Mar dijeron no a la jubilación y (aunque parezca increíble) acertaron

El talento no se agota con la edad y los silver predican con lo mejor que tienen para demostrarlo: el ejemplo y la voz de su experiencia

Juan Ramón Gómez

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A medida que aumenta nuestra esperanza de vida, algunos tópicos que nos han acompañado durante generaciones empiezan a chirriar. No sólo vivimos más años que antes, sino que los disfrutamos con mejor salud y con mayor capacidad para trabajar y participar de forma activa en la sociedad y en la cultura. Solo hay que tener en cuenta que la esperanza de vida en España es de 84 años, la segunda mayor del mundo tan solo por detrás de Japón.

Curiosamente, esos estereotipos atacan desde flancos contradictorios a los silver, como ya se conoce a los mayores de 55 años. Por un lado, se recela de los que se han retirado del mercado laboral porque cobran una pensión de las arcas públicas. Por otro, se censura a los que siguen trabajando porque no abren paso a las nuevas generaciones, en una sociedad que padece altas cifras de desempleo. Y mientras tanto, se ignora a los que han sido despedidos y quieren, o necesitan, volver a trabajar.

Estas contradicciones llegan más allá, porque muchos de los que se jubilan lo hacen obligados por un mercado laboral que les expulsa, precisamente para reemplazarlos por jóvenes que cobrarán mucho menos que ellos. Su experiencia, labrada durante años y de incalculable valor, es desechada, en muchas ocasiones, con el único fin de abaratar los costes laborales.

Pilar Pérez, editora, fundadora de El Dragón Lector y promotora del fomento de la lectura entre los niños

Ante esta realidad emerge otra, cada vez más extendida, con la que terminar: el edadismo. Ese es el objetivo del Centro de Investigación Ageingnomics  de Fundación MAPFRE, que acaba de presentar el Mapa del Talento Sénior 2021 para concienciar a la sociedad sobre la capacidad de los mayores para seguir haciendo valer su saber y su experiencia. Renunciar a su talento supone una importante pérdida de oportunidades para la economía española en términos de riqueza. Tal y como constata el estudio elaborado por los profesores Rafael Puyol, Alfonso Jiménez e Iñaki Ortega, el paro sénior casi se ha triplicado desde el año 2008 en España, pero no bajan los brazos y son uno de los grandes emprendedores de nuestro país. Casi uno de cada tres autónomos tiene más de 55 años. Y es que bajo las canas hay mucha vitalidad, mucho talento y mucha experiencia que compartir.

Pilar, Emilio y Mar son tres buenos ejemplos de ello. Si algo define sus vidas es su pasión y las ganas de seguir activos sin que la edad sea más que un número en sus DNI. Pilar Pérez trabajaba en una editorial, pero necesitaba algo más. En 2004 dejó su empleo y se lanzó a la aventura de abrir en Madrid una librería especializada para el público infantil: El Dragón Lector. Quería tener contacto directo con los pequeños y transmitirles su amor por la lectura. Organizaban cuentacuentos y encuentros semanales, guiaban a los padres para elegir esas lecturas que harían que sus hijos no quisieran arrinconar los libros y, sobre todo, implantaron en los niños la poderosa semilla de la imaginación y el amor por la lectura.

Casi uno de cada tres autónomos tiene más de 55 años

Hoy, con 69 años, no ha abandonado su pasión y ha fundado una asociación de promoción de la lectura en niños que viven en circunstancias adversas. Además, este año Pilar ha publicado una recopilación de cuentos y poesías originales en un libro en el que han participado 45 escritores y 45 ilustradores y con el que cierra un proyecto en el que llevaba trabajando varios años. “Todos ellos capitaneados por Leo, nuestro dragón lector, que es el personaje a través del cual hemos transmitido nuestra filosofía de proyecto a pequeños y mayores desde el principio”, explica.

Mar Martínez dejó la enfermería para ofrecer atención personalizada a las pacientes con cáncer de mama

La vida del expiloto de automovilismo Emilio de Villota también se escribe con palabras como constancia y tesón. Comenzó su carrera deportiva allá por finales de los sesenta y una década después dejó su trabajó en el Banco Ibérico para dar el salto definitivo a la Fórmula 1 y crear el Iberia Airlines, el primer equipo de F1 de la historia en inscribirse en el campeonato mundial con licencia española. Tras casi dos décadas compitiendo en distintos campeonatos, el siguiente giro de su carrera profesional le llevó a ser el director comercial y de patrocinio del primer desafío español en la Copa América de Vela en 1992 y a dirigir la revista de motor Car and Driver. Quisieron jubilarle a los 61 años de este puesto, pero, decidido a seguir en activo, se reincorporó a la Escuela de Pilotos de automovilismo que había fundado en 1980 en el Circuito del Jarama y al equipo de carreras que sus hijos habían mantenido. Y allí siguió hasta el fallecimiento de su hija, la también expiloto María de Villota.

“Cuando María nos deja en octubre de 2013, la vida cambia por completo. Ir al Jarama a las 7.30 de la mañana para organizar el día sin ella se nos hizo muy duro. Eso, sumado a la lectura del libro que nos dejó, nos hizo pensar que podíamos emplear nuestro tiempo en otro escenario, que es el que ella nos dibujó con la necesidad de los más desfavorecidos”. Hoy, con 75 años, Emilio de Villota dirige el movimiento Legado de María Villota, que, afirma, “ha trascendido aún más de lo que consiguió al alcanzar la Fórmula 1 después de tres décadas en las que ninguna mujer había logrado llegar”. Su trabajo ahora lo describe como los deberes que le dejó su hija.

Ese aspecto social y de empatía hacia a los demás fue el que también movió a Mar Martínez Otero a dejar su trabajo de enfermera para buscar nuevas formas de atender y cuidar a las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama. Con esto en la mente creó Paracuidarte, un espacio donde comercializar productos (desde prótesis a lencería, ropa deportiva o de baño) de manera personalizada y ayudarlas en un momento tan complicado y en el que suele sentirse perdidas.

El paro sénior casi se ha triplicado desde el año 2008 en España

A sus 57, acaba de abrir un local para recibir a sus clientas. Aunque sigue haciendo visitas a domicilio, ahora puede tener más productos en stock y más variedad de oferta. Además, está preparando el salto a internet para expandir su negocio (y los cuidados que conlleva) fuera de Madrid. “Quiero que la mujer se sienta acompañada en este proceso, pongo a su disposición mi formación, conocimientos, experiencia y tiempo para aportarle tranquilidad, reducir el riesgo de complicaciones tras su cirugía y conseguir mayor bienestar”, explica.

Las vidas de Pilar, Emilio y Mar demuestran que renunciar al talento de las personas de más de 55 años es sinónimo de pérdida de riqueza para nuestro país en lo económico y social. Hay muchos ejemplos más, entre los más de ocho millones de españoles que superan los 55 años, de personas que aún tienen mucho que aportar a la sociedad y que, sobre todo, tienen voluntad de seguir haciéndolo. Porque los silver son una potencia cada vez mayor en una sociedad que debe aprender a integrarlos y aprovechar su experiencia profesional, sus valores, su perspectiva de la vida, su aportación cultural y su capacidad de ahorro, inversión y consumo, entre otros beneficios, que aún tratan de hacerse ver por encima de unos cuantos tópicos anticuados e injustificados.

   

Pilar Pérez

El alma del dragón

"Todas las cosas que sienta que puedo abordar, las haré"

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Emilio de Villota

La vida con perspectiva

"Para entender el futuro, conviene conocer tu pasado"

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Mar Martínez

Las ganas de seguir creciendo

"Hay que aprovechar las aportaciones de cada edad"

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