Cómo frenar la diabetes tipo 2, una enfermedad que se lleva vidas silenciosamente
La falta de síntomas hace que la diabetes tipo 2 se pueda diagnosticar tarde, facilitando la aparición de complicaciones cardiovasculares y renales
La vida saludable, basada en la combinación de dieta adecuada y la práctica regular de ejercicio físico, es el principal secreto para mantener la salud a cualquier edad. Esta sencilla fórmula, que está en nuestras propias manos, contribuye a la prevención de dolencias que pueden aparecer de un día a otro, sin avisar. Esto ocurre con especial gravedad cuando se trata de enfermedades silenciosas, que no duelen ni presentan síntomas, como es el caso de la diabetes tipo 2 (DM2) y, con ella, se multiplica por dos el riesgo de desarrollar problemas del corazón, según se desprende del estudio “Mortality and causes of death in the WHO Multinational Study of Vascular Disease in Diabetes”, de NJ Morrish, SL Wang, LK Stevens, JH Fuller y H Keen.
Antes de la llegada de la pandemia por Covid-19, cada hora se diagnosticaban en España 44 nuevos casos de diabetes tipo 2, según una extrapolación del estudio di@bet.es 2018, elaborado por el Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciberdem). Esta cifra, que sigue en aumento, muestra una de las caras más crueles de una dolencia que suele llegar acompañada de otras complicaciones.
Una enfermedad silente
Como explica Noemí González Pérez de Villar, secretaria de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la diabetes tipo 2 “muchas veces se diagnostica cuando ya hay un problema en el riñón, cuando hay un infarto o un problema en los ojos, porque es silente, como la tensión o el colesterol, no da síntomas”. Por eso, recomienda, si hay alguna sospecha de padecer esta enfermedad, el primer paso es “acudir a su médico de Atención Primaria para una revisión si hay factores de riesgo como edad adulta, obesidad, diabetes gestacional o antecedentes familiares… ”.
Y es que la detección precoz es otro factor fundamental para combatir este tipo de dolencias, una vez que ya se han presentado. “Si ya sabes que tienes diabetes, y tu control de la glucosa y del resto de factores (tensión arterial, colesterol, tabaco) es adecuado, no tienes por qué desarrollar complicaciones crónicas, como problemas con el riñón o el corazón”, asegura González.
En nuestro cuerpo todo está interconectado y, si falla un elemento, afecta al resto. La única forma de combatir esta realidad es estar atentos y hacer revisiones periódicas, y no bajar nunca la guardia. Ese es el principal mensaje del documental Interconectados, publicado en el marco de la campaña “Es diabetes. Es tu vida”, una iniciativa de divulgación social de la Alianza por la Diabetes puesta en marcha por Boehringer Ingelheim y Lilly, con el aval social de la Federación Española de Diabetes, la Fundación RedGDPS y la Sociedad Española de Diabetes. El objetivo es claro y sencillo: reforzar el seguimiento médico para llevar un control adecuado de la enfermedad, combinado con los hábitos de vida saludable, servirá para evitar la aparición de complicaciones metabólicas, cardiovasculares o renales.
Dolencias asociadas
La diabetes de tipo 2, por sí sola, ya implica una serie de riesgos serios para la salud si no se es adherente al tratamiento. Un diagnóstico tardío, la falta de control médico y el abandono de los tratamientos pueden facilitar la aparición de otras dolencias asociadas, como los problemas cardiovasculares y el riesgo renal. Sin embargo, tan sólo el 18% de las personas que padecen diabetes tipo 2 conocen que pueden tener problemas en el riñón y llegar incluso a diálisis, según relata Mercedes Maderuelo, gerente de la Federación Española de Diabetes (FEDE).
Un diagnóstico tardío, la falta de control médico y el abandono de los tratamientos pueden facilitar la aparición de otras dolencias asociadas
Un buen control de la patología puede evitar la aparición de complicaciones, insiste Maderuelo, “y se puede llevar una vida absolutamente plena, más allá de que hay que cuidar la alimentación, seguir las pautas indicadas por los profesionales sanitarios”. En caso contrario, explica, “las personas con diabetes tipo 2 no notan nada, pero por dentro están dañando todo su sistema cardiovascular, renal, además del metabolismo y el colesterol… y cuando eso da la cara, ya no hay marcha atrás, y aparece el problema, que puede ser un ictus, un infarto de miocardio o la amputación de un pie entre otros”. En definitiva, hay que ser consciente y riguroso con las pautas indicadas por el equipo médico y acudir a todas las revisiones periódicas, “porque más vale que te digan que está todo bien o que te detecten a tiempo un problema, que llegar tarde y que no haya marcha atrás”.
Respetar las pautas indicadas por el equipo médico
A pesar de lo que dicen los expertos, muchos pacientes siguen descuidando su tratamiento, como explica Javier Díez, presidente de la Fundación RedGDPS: “Un porcentaje muy amplio no toma correctamente la medicación durante periodos largos de tiempo y sabemos que esto se relaciona con mayor cantidad de complicaciones y una mayor mortalidad”.
Detrás de este problema Díez ve una posible razón que ya apuntaba González: “Al ser una enfermedad que no duele, de entrada, es difícil convencer a las personas con diabetes tipo 2 de que tienen que cuidarse, igual que pasa con el colesterol o con la tensión arterial”. Ocurre también que muchos pacientes tienen otras preocupaciones, indica: “En las personas más jóvenes la competencia con la enfermedad son las hipotecas, el trabajo, los hijos, mientras que las personas mayores quizá lo tienen un poquito más asumido y se echan a la mochila otro problema”.
Convivir con la enfermedad
Para Jesús Lozoya, socio de la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades de Riñón (Alcer), el problema es que “la mayoría de la gente, a no ser que se le detecte una nefropatía, no es muy consciente de que tiene complicaciones renales, se cree que sólo tiene un poco de azúcar en la sangre y ya está, que se arregla con una pastillita y se acabó, y no es así, tiene bastantes más complicaciones que más allá pueden generar graves consecuencias para su salud e incluso en algunos casos provocar la muerte”.
«La diabetes tipo 2 es una enfermedad prevenible», dice Noemí González Pérez de Villar, secretaria de la Sociedad Española de Diabetes
A veces, la importancia que el paciente le da a su enfermedad tiene que ver con el médico que se la diagnostica, opina Lozoya, que insiste: “La diabetes es una enfermedad con la que hay que convivir, puede ser muy llevadera pero también puede ser muy grave, puede tener muchísimas complicaciones, tanto a nivel renal como cardiovascular y metabólico, de vista y en todos los aspectos. Y también se puede mejorar”. Sin embargo, lamenta, “muchas veces es cuando surge alguna complicación derivada de la diabetes cuando se toma conciencia de lo grave que es”.
Para González Pérez de Villar, algunos pacientes, aunque no la mayoría, quizá sí son conscientes de las graves consecuencias que puede tener su enfermedad, “y lo que tenemos que remarcar es que eso no tiene por qué ocurrir si la diabetes está bien controlada”. En todo caso, insiste: “Hay que dejar claro que la diabetes es una enfermedad prevenible”.
Enfermedad crónica
La mayoría de los afectados acuden a asociaciones de pacientes para buscar información y apoyo cuando son diagnosticados. Como explica Maderuelo, se trata de una patología “que es crónica, con la que hay que aprender a convivir, e implica una serie de cambios que en general suelen ser costosos de implementar: ajustes de tu alimentación, actividad física y, por supuesto, respetar las pautas indicadas por el equipo facultativo”.
En las asociaciones se les ofrece ese apoyo formativo y moral que la sanidad pública, con un problema de saturación asistencial, no puede darles. Eso no significa que haya un desapego hacia la atención sanitaria, explica Maderuelo, “de hecho hay muy buena consideración de los profesionales sanitarios por parte de los pacientes, hacen una labor encomiable”.
El papel de la Fundación RedGDPS está más enfocado a trabajar con los profesionales para que mejoren esa atención que prestan a los pacientes. Al mismo tiempo, colabora con la Federación Española de Diabetes. Por su parte, la Sociedad Española de Diabetes aborda la enfermedad desde una visión multidisciplinar, y hace una labor de investigación básica con el objetivo de trasladar sus resultados, en un futuro, a su aplicación en personas.
El objetivo de todas estas entidades es mejorar la vida de los pacientes con diabetes tipo 2 y para todos ellos resulta fundamental concienciarles de la importancia de seguir un estilo de vida saludable y seguir las pautas indicadas por el médico. Y es que, como apunta González Pérez de Villar, «más de un 30% de los pacientes no toma adecuadamente la medicación y para los profesionales no siempre es fácil detectarlo y explicarles lo importante que es que la tomen adecuadamente para evitar la aparición de complicaciones».
Prevalencia de la diabetes tipo 2 en las comunidades autónomas
Entre el 50% y el 80% de los pacientes diagnosticados con diabetes tipo 2 fallecen por complicaciones cardiovasculares, tales como el infarto de miocardio y el ictus. Pese a esta dramática estadística, la incidencia de esta enfermedad sigue creciendo en España. En la actualidad, la prevalencia de diabetes en nuestro país alcanza el 6,66% de la población total asignada a la atención primaria del Sistema Nacional de Salud, según explican Edelmiro Luis Menéndez Torre, Jessica Ares Blanco, Santiago Conde Barreiro, Gemma Rojo Martínez y Elías Delgado Alvarez en “Prevalence of diabetes mellitus in Spain in 2016 according to the Primary Care Clinical Database”. La cifra crece en mayores de 80 años y es mayor en los hombres, con un 7,27% frente al 6,06% en mujeres.
Andalucía es la comunidad autónoma con más casos de diabetes, con un millón de afectados, entre los que el 90% son de tipo 2. Coincide que en esta región más de un tercio de los adultos padecen obesidad, que está directamente relacionada con la enfermedad. Analizada por provincias, la que presenta mayor prevalencia es Cádiz, que supera globalmente y en todas las franjas de edad los valores nacionales. En esta comunidad también se presenta la mayor tasa de prevalencia de España de pacientes con factores de riesgo cardiovascular, que coincide con la mayor tasa de mortalidad por enfermedad cardiovascular.
Tasa de mortalidad
Sin embargo, la mayor tasa de mortalidad por diabetes tipo 2 en España se da en las islas Canarias, donde la prevalencia de la enfermedad alcanza el 12% en varones y el 10% en mujeres. Destaca el hecho de que el 31% de los fallecidos desconocían que padecían esta dolencia.
La prevalencia de la diabetes tipo 2 en el País Vasco también supera la media nacional, con un 10,6%. Además, en esta región, el 21,6% de la población presenta alguna alteración del metabolismo de la glucosa, especialmente en los hombres, con un 28,3% frente al 16,3% en mujeres.
Aunque por debajo de la media, en Cataluña el porcentaje de afectados ha crecido en las últimas décadas nada menos que un 63%, y ha pasado del 3,2% de 1993 al 5,5% de 2013. En la actualidad, el 53,4% de las personas con diabetes tipo 2 (55,6% en hombres y 50,7% en mujeres) tiene, además, un riesgo muy elevado de problemas cardiovasculares mortales, como advierten Ana M Cebrián-Cuenca, Manel Mata-Cases, Josep Franch-Nadal, Dídac Mauricio, Domingo Orozco-Beltrán y Luciano Consuegra-Sánchez en el artículo “Half of patients with type 2 diabetes mellitus are at very high cardiovascular risk according to the ESC/EASD: data from a large Mediterranean population”.
Otras dos regiones que superan la media nacional de prevalencia de la diabetes tipo 2 son Murcia, con un 13,1%, y la Comunidad Valenciana, con un 10,8%. Por debajo se encuentran Asturias, con el 8,1%, Cantabria (8%), La Rioja (7,7%), Extremadura (7,7%), y Castilla y León (6,3%).