El verdadero propósito nutricional de año nuevo para los niños o por qué necesitan más Omega-3 DHA en sus menús
Uno de los temas que más interesa a los padres es cómo mejorar la alimentación de sus hijos. Sin duda, ésta debe ser equilibrada y saludable, pero ¿sabes qué nutrientes son esenciales para la salud de los más pequeños y que, por tanto, no deben faltar en sus platos?
Lo sabemos: los niños parecen no agotarse nunca. Saltan, corren y juegan durante horas. Pero ¿de dónde viene tanta energía? Fácil: de una buena alimentación, clave para gozar de estas “pilas infinitas” tan envidiadas por los adultos. En este sentido, alimentos como la leche y los productos lácteos, los cereales, la carne, el pescado o algunas frutas son importantes fuentes de energía de los más pequeños de la casa.
Es importante cuidar de su alimentación desde su nacimiento porque, al final, todos esos hábitos de alimentación que se establecen en su infancia son la base de su futuro. O dicho de otra manera, un niño que crece con una dieta poco saludable tiene mayores probabilidades de padecer enfermedades como la obesidad y la diabetes en la edad adulta.
Así, los adultos tienen en sus manos la responsabilidad de ofrecer unas pautas nutricionales sanas que, pese a su importancia, aún pueden mejorarse. Y es que, según diversos estudios, aún queda un largo camino por recorrer para mejorar la contribución energética que procede de los platos y menús infantiles.
Por ejemplo, existen nutrientes esenciales, como los ácidos grasos monoinsaturados, presentes mayoritariamente en el aceite de oliva, y el Omega-3 DHA –presente sobre todo en el pescado azul-, que hay que reforzar entre la población infantil española. En los menús y dietas infantiles no están tan presentes como debieran; y eso que el ácido graso Omega-3 DHA forma parte de las células del cerebro y de la retina y es, por lo tanto, fundamental para el desarrollo cognitivo y visual de los niños.
La leche, fuente de salud
También es el caso del calcio, el magnesio o la vitamina D, que son importantes para la salud ósea de los menores. La leche y los productos lácteos son, actualmente, la principal fuente de estos nutrientes. Basta con que un pequeño tome tres lácteos al día para alcanzar unas ingestas de calcio y vitamina D adecuadas.
Aun así, solamente los niños de 1 a 4 años ingieren, por ejemplo, las cantidades adecuadas de magnesio, y lo hacen fundamentalmente gracias a la leche. Por otro lado, la mayoría de los niños españoles menores de 10 años no alcanzan las recomendaciones sobre el consumo de vitamina D, que es esencial para un correcto crecimiento y desarrollo.
La mayoría de los niños españoles menores de 10 años no alcanzan las recomendaciones sobre el consumo de vitamina D
Paralelamente, los expertos alertan que es necesario reducir entre la población infantil el consumo de grasas saturadas y de proteínas y es que, actualmente, superan a las dosis recomendadas nutricionalmente. Eso sí, según el estudio EsNuPi, presentado por las Fundaciones Española e Iberoamericana de Nutrición, los consumidores de leches infantiles enriquecidas se ajustan mejor a estas recomendaciones. Su ingesta de proteínas es más adecuada y la cantidad de vitamina D ingerida es entre 2 y 3 veces mayor en los niños consumidores de leches infantiles enriquecidas.
Por ello, el consumo de este tipo de leches enriquecidas se está convirtiendo en una estrategia complementaria y eficaz a la hora de alcanzar una buena alimentación entre los menores. También lo es a la hora de asegurar el consumo necesario de Omega-3 DHA, ya que actualmente 3 de cada 4 niños en España no alcanzan la ingesta de 100mg al día recomendada de este nutriente.
Eso sí, aquellos que toman leches enriquecidas se acercan más: ingieren 4,5 veces más Omega-3 DHA que la población infantil general. Y es que una medida tan sencilla como cambiar el vaso de leche habitual por otro de leche enriquecida ayuda a incorporar algunos nutrientes clave que no se están aportando de forma suficiente en la dieta y contribuye así a un crecimiento y desarrollo adecuados.
Finalmente, los expertos aseguran que beber leche enriquecida se relaciona con unos patrones dietéticos más saludables, que incluyen el consumo regular de frutas y verduras, a medida que el niño va creciendo. Por lo tanto, es importante promover entre los más pequeños de la casa una alimentación saludable. Y lo es por varios motivos: porque garantiza un desarrollo y crecimiento adecuado; porque previene enfermedades; y porque ayuda a los niños a adquirir hábitos saludables que les acompañarán ya toda su vida.