Así son los restaurantes sostenibles de Burger King
El sector de la restauración busca su reinvención con la adopción de nuevos procesos que cumplan con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes. Hay empresas que ya han empezado a hacer uso de energías renovables, introducir la movilidad sostenible en sus repartos o la reutilización de materiales y reciclaje
Las grandes compañías empiezan a apostar por prácticas más sostenibles y con un menor impacto ambiental, y el sector de la restauración no podía ser menos. Con cerca de 900 establecimientos repartidos por España, Burger King ha completado uno de los retos “verdes” más potentes de la industria gracias a su modelo de restaurantes sostenibles, con el que dio un salto de calidad en todo su negocio desde el primer hasta el último bocado.
El cambio de modelo arrancó en 2019, cuando Burger King puso en marcha su particular transición hacia un modelo de restaurante sostenible. Lo hizo con el formato “Free Standing” en los locales de nueva apertura: un restaurante tipo chalet en edificio independiente, concebido desde su diseño para reducir el impacto medioambiental. Desde las técnicas y materiales sostenibles utilizados en la construcción de los edificios hasta el tipo de iluminación empleado o la gestión responsable del agua y los residuos generados.
Luces LED, materiales reutilizados, aerotermia…
Los nuevos restaurantes sostenibles de Burger King cuentan con tres características principales: en primer lugar, el uso de energías renovables. Los locales apuestan por el autoconsumo solar con la instalación de placas solares junto a EDP Energía. Además, incorporan el sistema de aerotermia para recuperar el calor para producir calefacción y agua caliente con la energía verde generada por el aire exterior.
También se apuesta por la movilidad sostenible con la incorporación progresiva de motos eléctricas a su flota de motos del servicio propio de reparto a domicilio, que cuenta con más de 6.000 motoristas y la instalación progresiva de cargadores de vehículos eléctricos de la mano de Iberdrola.
Por último, Burger King ha implementado diversos sistemas en la construcción del restaurante, como el uso de material reciclado en las fachadas, el mobiliario de las terrazas y las zonas infantiles, así como la instalación de pérgolas bioclimáticas, grifos temporizados, iluminación LED en el interior y sensores y fotocélulas en el exterior.
Todas estas actuaciones se engloban dentro de lo que la compañía ha bautizado como ‘King Planet’, su estrategia de sostenibilidad medioambiental, con dos grandes áreas: la transición a un nuevo modelo de restaurante sostenible y la apuesta por la economía circular.
La política de reducción de plásticos de un solo uso que comenzó en 2019, sustituyendo las pajitas de plástico por alternativas más sostenibles, y que finaliza este año ha permitido ahorrar más de 744 toneladas de plástico. Todo ello con un objetivo último: acelerar la transición hacia un modelo de restauración sostenible. Desde entonces, la marca ha continuado trabajando de la mano de sus proveedores para sustituir dichos productos por alternativas de fibra, cartón y madera. A modo de ejemplo, las coronas, emblema de la marca, así como los manteles, se diseñan con papel y cartón reciclado; un packaging sostenible fabricado con árboles procedentes de bosques europeos certificados.
Además, el aceite usado se recoge para su reciclaje y posterior reutilización, produciendo más de 1,3 toneladas de biodiésel al año. Por último, que no menos importante, los establecimientos cuentan con estaciones de reciclaje para facilitar a los clientes la separación de residuos.
Optimización de la cadena de suministro y eliminación de conservantes
Se trata de otro de los grandes pilares de la estrategia de sostenibilidad de la empresa. La cadena de suministro es esencial, y Burger King España ha querido poner especial énfasis en ella. La empresa trabaja con proveedores locales con los que establece relaciones a largo plazo, apostando por productos de proximidad que contribuyen a reducir las emisiones en el transporte.
Al mismo tiempo, la cadena apuesta por los ingredientes naturales, las materias primas de primera calidad y la eliminación de conservantes, colorantes y aromas artificiales. Este movimiento ha supuesto un gran hito en 2021, alcanzado tras años de investigación y trabajo conjunto con los distintos proveedores. Así, su proveedor de carne está ubicado en Griñón, Madrid. Todos los ingredientes frescos (lechuga, tomate, cebolla…) proceden de huertos locales de Navarra y Murcia, y el pan y el aceite también tienen origen nacional.
Por último, la compañía ha lanzado recientemente su sello de hamburguesas gourmet Originals by Burger King, con el que apuesta por ingredientes de origen local y con Denominación de Origen Protegida. Toda esta estrategia tiene un horizonte claro: 2050. De cara a ese año, la cadena aspira a convertirse en una empresa neutra en materia de emisiones.