El experimento con hidrógeno verde que revolucionará el sector del transporte
Los progresos en su almacenamiento y el abaratamiento de su coste hacen del hidrógeno verde una fuente de energía con gran proyección de futuro para pequeñas y medianas empresas del sector
Todavía no lo hemos visto todo de esta transición energética en la que estamos inmersos desde hace unos años. Hace ya dos décadas que, ante la evidencia de que el uso masivo de combustibles fósiles acelera el calentamiento global, se empezaron a desarrollar fuentes de energía renovables como la eólica, la solar o la geotérmica, a las que ya estamos más que acostumbrados. Pero con el tiempo se han ido investigando otros combustibles renovables y sostenibles con la intención de cumplir el objetivo propuesto por la Comisión Europea de llegar a una situación de cero emisiones en el año 2050. Y aquí es donde entra en juego el hidrógeno verde.
Las esperanzas puestas en él son muchas, pero también las dificultades técnicas que entraña su transporte y almacenamiento. Bill Gates, optimista incorregible en todo lo relativo al desarrollo tecnológico, reconoce en “How to avoid a climate disaster” (Cómo evitar un desastre climático), uno de sus últimos libros, que no está seguro de si “lograremos producir hidrógeno verde a un precio accesible”. Pero en caso de conseguirlo, profetiza: “resolveríamos muchos problemas”.
Entonces, ¿qué es exactamente el hidrógeno verde? ¿Y por qué ocasiona tantos quebraderos de cabeza? El hidrógeno es el elemento químico más abundante en nuestro planeta, lo que supone unas reservas del mismo virtualmente infinitas. Posee, además, hasta tres veces más energía que la gasolina, es ligero y no emite directamente gases de efecto invernadero. A través de un proceso llamado electrólisis se descompone el agua en oxígeno e hidrógeno, que se utiliza luego como combustible no contaminante.
El ferry eléctrico que está construyendo Baleària contará con un laboratorio de pruebas para el uso de hidrógeno verde
El problema es que, hasta hace poco, este proceso de electrólisis se ejecutaba con hidrocarburos, por lo que en última instancia el hidrógeno verde seguía siendo una fuente de energía contaminante. Sin embargo, se ha desarrollado un método que permite separar el hidrógeno y el oxígeno utilizando energías renovables, sobre todo solar y eólica, lo cual cambia radicalmente el panorama.
A partir de 2030 el hidrógeno verde será económicamente sostenible
Aunque lo cierto es que el precio de producir este hidrógeno verde sigue siendo elevado, y eso echa para atrás a inversores y empresas. No obstante, parece que la tendencia a la baja de su coste es constante en los últimos tiempos. Un reciente informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable sostiene que, a partir de 2030, la producción de hidrógeno verde comenzará a ser económicamente sostenible. El abaratamiento de las energías solar y eólica, con las que se efectúa la electrólisis, sumado a un decrecimiento de entre el 40 y el 80% del coste de las instalaciones de hidrógeno, indican que este contratiempo se solventará más pronto que tarde.
La propia Unión Europea está tomando nota de todo esto, y ya se ha comprometido a invertir cerca de 400.000 millones de euros en hidrógeno verde antes de 2030. De hecho, los paquetes de ayuda NextGen European le dan prioridad al desarrollo de este combustible, y la intención de la UE es instalar a corto plazo electrolizadores de hidrógeno renovable de 40 gigavatios.
Y también la empresa privada está empezando a fijar su atención en el hidrógeno verde. Hyundai anunció recientemente que, antes de 2030, construirá medio millón de coches de hidrógeno verde. En París, por ejemplo, se está desarrollando una flota de taxis con este combustible, y ya hay ciudades europeas cuyos vehículos de recogida de basuras están alimentados con hidrógeno. De los muchos sectores que podrán aplicar el hidrógeno verde, sin duda el del transporte será el más beneficiado. Todo tipo de vehículos -coches, motos, aviones, trenes, camiones o barcos- pueden alimentarse de este combustible con 0 huella ecológica.
En este sentido, la naviera Baleària ha empezado a trabajar en proyectos vinculados al hidrógeno verde. En FITUR anunció la construcción del primer ferry eléctrico de España de pasaje y carga libre de emisiones contaminantes en las estancias y aproximaciones al puerto. El barco, que cubrirá la ruta Ibiza-Formentera, reduce en un 80% las emisiones de gases contaminantes y garantiza así un transporte ecoeficiente y sostenible.
“Este barco supone un salto importante y para nosotros tiene un componente emocional, ya que a pesar de ser pequeño y sencillo aspira a ser el más sostenible de la flota, al ser eléctrico e incorporar la tecnología del hidrógeno de forma experimental”, destaca Adolfo Utor, presidente de Baleària. La compañía pretende así tomar la iniciativa en el sector y usar este ferry a modo de laboratorio de pruebas para el uso de hidrógeno verde.
“Este barco supone un salto importante, ya que a pesar de ser pequeño y sencillo aspira a ser el más sostenible de la flota, al ser eléctrico e incorporar la tecnología del hidrógeno”
Adolfo Utor, presidente de Baleària
En él se instalará una celda de combustible de hidrógeno comprimido de 100 KW, la de mayor capacidad que existe actualmente, para llevar a cabo una experiencia piloto en el uso de esta energía. “Nuestro objetivo es usar este barco como laboratorio de pruebas a pequeña escala para aprender sobre este combustible y aplicar estos conocimientos en el largo plazo, cuando se prevé que esté disponible un sistema de almacenaje más maduro y estable que el actual hidrógeno comprimido”, explica Utor. La naviera participa también en el proyecto europeo Green Hysland, cuyo objetivo es convertir Mallorca en el primer hub de hidrógeno verde del suroeste de Europa.
El buque, que se está construyendo en los astilleros Armón de Vigo, funcionará con unas baterías que se recargan durante el trayecto, y será de ese modo el primero de las Pitiusas con cero emisiones y sin apenas ruido. El ferry cubrirá el trayecto entre Ibiza y Formentera en una hora, y tendrá una capacidad para 350 personas y una bodega de carga con espacio para hasta 14 camiones. Está previsto que empiece a operar en el verano del año 2023. La nueva era del hidrógeno verde se abre camino en nuestro país.
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