Cómo el cuidado trabajo de los “takumi” ha inspirado el tercer espacio habitable del ser humano
Los llamados artesanos japoneses sirven de faro para la creación de los interiores de los nuevos vehículos de los fabricantes de automóviles, como el de la marca japonesa Mazda que ha presentado su primera tecnología híbrida enchufable en Europa
Los ‘takumi’ son los maestros artesanos japoneses. Sus pulidas manos han parido con gran destreza verdaderas obras de arte a lo largo de los siglos. Esta filosofía le otorga al mundo del motor una calidad suprema en sus acabados. Porque para considerarse experto en Japón se requiere de una dedicación plena equivalente a más de 60.000 horas.
Y el nuevo Mazda CX-60 representa a la perfección los ingredientes que explican la centenaria historia del fabricante nipón: genialidad, inteligencia y elegancia. De ahí que la marca se haya ido nutriendo de los mejores para que desde el diseño a la manufactura propiamente dicha dé lugar a una mezcla única de conocimiento, confianza y compromiso.
Ese puntilloso cuidado por los acabados se ha podido llevar al mundo del motor de una forma asombrosa. Se aprecia, por ejemplo, en el interior de este SUV. Bajo esa premisa surge una perfecta armonía entre potencia, agilidad y resistencia, entre fuerza, velocidad y tensión. Pero también entre elegancia, equilibrio y funcionalidad. Es poesía visual con un corazón animal cuyo propósito no es otro que recrear una experiencia memorable para el conductor y los pasajeros.
Esa sensación se aprecia en Mazda CX-60, el primer híbrido enchufable de la marca que desembarca en Europa. Un modelo que está pensado para conductores exigentes que quieren ser invitados, casi desafiados, a seguir poniéndose al volante como si fuera la primera vez. La comodidad, la dinámica y el rendimiento se conjugan de manera magistral con la sostenibilidad para lograr una experiencia de conducción excelente con unas altas prestaciones en términos medioambientales.
El coche es en la actualidad el tercer espacio donde más tiempo pasa el ser humano después de su casa y el trabajo. Por esta razón, un coche tiene que ser, ante todo, cómodo. La idea es hacerlo muy agradable y que a la gente le entren ganas de estar dentro. En el caso de este modelo, por ejemplo, se ha apostado por un interior que visualmente genera mucha calma y apenas hay ruido visual. Todo ello casa muy bien a nivel tecnológico, ya que este modelo, como hemos comentado, cuenta con caja de cambios automática que, además del objetivo de reducir las emisiones, favorece las condiciones de tranquilidad en carretera y reduce el estrés en el entorno urbano.
Pequeños (grandes) detalles que marcan la diferencia
Con el nuevo Mazda CX-60, el fabricante introduce el que está llamado a ser su modelo más importante en la última década y una referencia porque representa un siglo de evolución en la fabricación de vehículos gracias al que se alcanza un hito tecnológico, sin perder de vista esa manera tan personal, artística, de ensamblar una máquina. En Japón se produce el perfecto equilibrio entre tradición y modernidad y los ‘takumi’ de la marca han concebido un vehículo hermoso, dinámico, inteligente y elegante basado en unos conceptos artesanales personales e intransferibles.
Kodo. En el Mazda CX-60 se produce una reinterpretación del diseño Kodo -alma del movimiento-, la filosofía de la marca para transmitir vida y personalidad a sus coches. En esta ocasión se explota el concepto del ‘Ma’, que representa la sosegada y majestuosa belleza del espacio.
Jinba Ittai. Mazda ha replanteado y refinado sus tecnologías orientadas al ser humano para perfeccionar la experiencia de conducción Jinba Ittai y atender más que nunca a las necesidades individuales de cada conductor, como si se tratara de esa relación armónica que se produce entre un caballo y un jinete.
Kaichô. Se trata de la mezcla de varios materiales que otorga al interior del Mazda CX-60 un interior elegante y con excelentes calidades, donde se combinan las materias y texturas como madera de arce o cuero napa, con detalles cromados.
Musubu. El arte de anudar y conectar también está muy presente en el interior del nuevo buque insignia del fabricante ya que ha servido de inspiración para los detalles de las costuras del panel del salpicadero.
Hacho. Otro concepto estético japonés muy presente a través del tratamiento de las molduras en madera de arce, que explota una simetría e irregularidad intencionadas. Además, los tejidos empleados tienen distintas fibras y patrones que responden a los cambios en la iluminación.
Kakenui. Mazda ha empleado también para el nuevo CX-60 una técnica japonesa de costura que produce un efecto ‘colgante’ y deja espacios entre los tejidos de los guarnecidos, que permiten entrever el material que hay debajo.
El futuro, más presente que nunca
Uno de los aspectos más interesantes es que el nuevo modelo marca un antes y un después en su historia. Un conjunto de ideas artísticas y tecnológicas magistralmente ejecutadas que representa a la perfección las señas de identidad de un recorrido centenario. Genialidad en el diseño interior y exterior, una singular factura artesanal japonesa e innovación para ofrecer una experiencia memorable de conducción y habitabilidad.
Mazda ha apostado por un interior que visualmente genera mucha calma y apenas hay ruido visual
Este nuevo modelo, que ofrecerá tres motorizaciones, combina de entrada un propulsor de gasolina 2.5 l. Skyactiv-G de cuatro cilindros e inyección directa con uno eléctrico de 100 kW y una batería de alta capacidad de 17,8 kWh y 355 V con la que logra una potencia total de 327 CV y puede alcanzar una velocidad máxima de hasta 200 km/h en el modo híbrido. El motor eléctrico que equipa ofrece una autonomía de 63 kilómetros, con el vehículo circulando a menos de 100 km/h. Y para reducir aún más las emisiones y lograr una aceleración más suave, el coche cuenta con una transmisión automática de 8 velocidades.
De igual forma, la seguridad y confort adquieren un protagonismo relevante en el nuevo buque insignia de la marca nipona ya que el modelo incluye toda una serie de tecnologías para garantizar una experiencia de conducción sin sobresaltos. Además de un imponente arsenal de asistentes a la conducción y seguridad activa, entre las funciones novedosas destaca el sistema de Mazda de personalización del conductor por ajuste facial, que adapta automáticamente el entorno a las preferencias personales del conductor, cámara 360 grados Trough View -que elimina las aletas de la parte delantera del vehículo para mejorar la inmersión- o el nuevo Kinematic Posture Control (KPC) -que proporciona mejor estabilización de las curvas-.
Además, la nueva apuesta del fabricante es un paso de suma importancia para alcanzar en 2050 su objetivo de descarbonizar por completo su gama. Porque las tecnologías de electrificación han llegado para quedarse. En total, en los próximos tres años Mazda introducirá cinco nuevos productos basados en este concepto con su habitual arquitectura multi solución. Y más allá de 2025, la marca lanzará una nueva arquitectura escalable que permitirá a Mazda construir modelos eléctricos para todos los segmentos empleando una plataforma común. El futuro nunca pudo estar más presente.
Precisamente, Mazda ha presentado en exclusiva su nuevo modelo en Madrid Design Festival, un espacio donde se prima el trabajo minucioso y sostenible en una idea de transmitir esos valores de diseño de interiores y acabados artesanales. Para ello, ha ido de la mano de la Sociedad Artesanía Contemporánea (SACo) y The Sibarist, una firma que pretende trasladar los valores artesanales a su día a día en sus espacios.