Beneficios fiscales, ayudas públicas e inversión privada: cómo convertir a España en el Hollywood de Europa
La consolidación del sector audiovisual como nicho estratégico para la digitalización y la creación de empleo va aparejada a las bonificaciones fiscales, las ayudas públicas y la inversión privada en las producciones nacionales y extranjeras
Para convertir a un país en el Hollywood de Europa no hace falta tener un paseo de la fama, mansiones extravagantes o el nombre de la ciudad en letras gigantes en una colina. En realidad basta con ofrecer un marco tributario favorable y un sistema de incentivos fiscales que atraiga talento y producciones internacionales. España puede presumir de las grandes ventajas de su territorio para acoger grandes rodajes cinematográficos, como son sus excelentes profesionales del sector, unos emplazamientos variados y de gran belleza natural y unas condiciones meteorológicas envidiables. Desde hace un año, nuestro país puede ofrecerle también a los grandes estudios y productoras un atractivo sistema de deducciones tributarias.
En marzo de 2021, el Gobierno aprobó el plan “’España, Hub Audiovisual de Europa” con el objetivo de convertir al país en uno de los líderes europeos en producción audiovisual. El plan está dotado con una inversión pública de algo más de 1600 millones de euros hasta 2025. De este modo, el sector se consolida como uno de los nichos estratégicos de cara a la digitalización, la inversión y a la creación de empleo en España. De hecho ya lo es: en los últimos cinco años se han triplicado los empleos creados por el sector, mientras que se estima que un tercio del presupuesto de un rodaje se queda en los lugares en donde se graba. Y estamos hablando de millones de euros.
Pero, ¿qué dice la ley española sobre la tributación de los rodajes internacionales? Lo explica Eduardo Cosmen, socio director de Fiscal de la firma de servicios profesionales Grant Thornton: “La Ley del Impuesto sobre Sociedades señala que las producciones extranjeras se pueden deducir hasta un 30% de la inversión en producciones cinematográficas, series audiovisuales y espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales. Además, los productores españoles que participen en estas producciones extranjeras también tienen derecho a esta deducción”.
El plan “'España, Hub Audiovisual de Europa” invertirá más de 1.600 millones de euros en un sector clave para la digitalización y la creación de empleo en el país
Eduardo Tapia, socio de Fiscal en la misma firma, recuerda que España ha adoptado nuevas medidas fiscales para competir con otros países de nuestro entorno, principalmente Francia, que sigue siendo el líder europeo en el sector cinematográfico. Esas medidas, cuenta este experto, pasan por “la posibilidad de elevar el límite de las deducciones aplicables, de un 25% a un 50% de la cuota íntegra minorada en las deducciones para evitar la doble imposición internacional y las bonificaciones”. Veamos cuáles son esos incentivos fiscales para el rodaje de series y películas en España.
Ventajas fiscales para productores extranjeras y nacionales
En primer lugar, hay que señalar que no son las mismas las facilidades para las producciones extranjeras y nacionales. En el caso de las películas o series internacionales, el productor puede deducirse un 30% del primer millón invertido y un 25% del importe restante. Eso siempre que los gastos tengan lugar dentro del territorio nacional y correspondan a costes de personal creativo, industrias técnicas y proveedores. Para acogerse a estas deducciones el gasto mínimo debe ser de un millón de euros, 200.000 en el caso de las películas de animación, y no superar los diez millones.
En el caso de Navarra la deducción es del 35% y puede llegar al 40% si se trata de una película de animación, un documental o si la obra está dirigida por mujeres o directores nóveles. Para acceder a esta bonificación la productora debe gastar al menos el 40% de su presupuesto en territorio navarro, y la deducción no puede superar los 5 millones.
Para las producciones españolas las condiciones fiscales son distintas. Las películas y series nacionales tienen una deducción del 30% en el primer millón de euros y del 25% a partir de esa cantidad. La cantidad máxima deducida se fija en 10 millones de euros, y solo se aplicará la rebaja si al menos el 50% de la base de la deducción corresponde a costes ocasionados en territorio español. La excepción a todo esto son las Islas Canarias, que ofrecen un incentivo del 50% en el primer millón y del 45% al superar esa cantidad.
Ayudas públicas para rodajes
Pero antes de aspirar a beneficiarse de las deducciones fiscales es necesario tener el dinero para invertir en una producción. La financiación millonaria que exige el rodaje de una película no está al alcance de cualquier bolsillo, por eso hacen falta ayudas públicas a la creación cinematográfica y un mercado dinámico de inversión privada en el sector. En España existen oportunidades para acceder a ambas vías de financiación.
El Ministerio de Cultura, a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, oferta paquetes de ayudas destinados a la producción y distribución de películas, participación en festivales y creación de incubadoras de proyectos cinematográficos.
“Entre los criterios a la hora de adjudicar la subvención”, explica Carlos Asensio, socio de Deuda y Reestructuraciones de Grant Thornton, “se tiene en cuenta el valor artístico del proyecto, el plan de financiación o la solvencia del productor”. Estas ayudas públicas suponen como máximo el 50% del coste de la película, aunque el porcentaje puede ser del 60, 75 y hasta 80% si cumple ciertos requisitos. Por ejemplo, ser una coproducción internacional en la que participen países de la UE o de Iberoamérica; proyectos realizados por directoras; películas de “especial valor cultural y artístico”; películas en lenguas cooficiales o dirigidas por nuevos realizadores o directores con una discapacidad de al menos el 33%.
Además, el Instituto de Crédito Oficial ofrece una línea de financiación para el cine hasta el año 2025, con el único requisito de ceder su comunicación pública a RTVE.
Los taquillazos atraen a los inversores
A la hora de la verdad, lo cierto es que la mayoría del capital que hace posible las películas y series viene de manos privadas. Por ello, España está tratando de promover la entrada de capital riesgo en el sector cinematográfico utilizando como incentivo los beneficios fiscales directos e indirectos. Los operadores de capital riesgo se centran sobre todo en la financiación de grandes películas que garanticen una buena taquilla y, por tanto, una rentabilidad elevada.
“En los próximos meses veremos cómo nuevos players del private equity –capital privado- comienzan a apostar por este sector, teniendo en cuenta que hay un marco regulatorio con mayor claridad y transparencia y, en este contexto, plantear una financiación equilibrada de los distintos instrumentos, tanto de equity como deuda, así como ayudas a fondo perdido derivadas de la fiscalidad será clave”, explica, por su parte, Fernando Beltrán, socio director de Financial Advisory. Los géneros más atractivos, por su potencial comercial y amplia audiencia, son el thriller, el terror, acción, drama o aventuras.
Algunos ejemplos de fondos que han apostado por el sector son Nazca Capital, que compró la mayor parte del accionariado de Filmin. También cabe citar a Arcano, que ha lanzado un fondo valorado en 70 millones de euros que se dedicará íntegramente a financiar productos audiovisuales. Este fondo está dirigido a inversores institucionales y está pensado para obtener grandes rentabilidades. El talento sin financiación que lo respalde sirve de poco en el cine, y es por eso que el sector tiene razones para estar de enhorabuena en España.
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