?

Contenido desarrollado para

FARRUTX

El secreto de la firma española de zapatos de lujo que cumple cuarenta años

La calidad de los materiales y el cuidadoso trabajo de diseño, patronaje y montaje es importante a la hora de obtener un calzado de enorme durabilidad

J.M.Sánchez

Compartir

Cuando un consumidor compra en la tienda el modelo de zapato que más le gusta no siempre repara en el viaje lleno de magia que se produce desde que el creativo realiza el diseño hasta que, tras varias fases, se envuelve con cariño en su caja. Esto no suele suceder con el resto de prendas de vestir: en el calzado todo es mucho más complejo. En muchas ocasiones se necesitan unas cuarenta piezas para fabricar un par de zapatos. Ahí es donde se aprecia el mimo, el cariño, los años de experiencia acumulados en su fabricación y, sobre todo, la calidad de los materiales que se emplean para alcanzar una realidad incuestionable: que los zapatos tengan un alto nivel de calidad y durabilidad.

Una de las firmas de calzado que tiene interiorizada la importancia de todo este proceso es Farrutx, marca de calzado española que lleva cuarenta años vistiendo con elegancia miles de pies. El zapato es una prenda indispensable que puede edificar una presencia muy personal. “Un buen zapato es el mejor remate para un buen look”, aseguran desde esta marca cuyos zapatos de alta gama han recorrido medio planeta. En los años noventa, sus diseños se convirtieron en fetiche logrando colaboraciones con los mejores diseñadores hasta entrar en el olimpo de los artículos de piel.

Con el alma de siglos de conocimiento para lograr un objetivo: llegar a la excelencia

La firma, de origen mallorquín, nació en 1982. Sus fundadores José Campins y Matías Salvá fueron precursores en uno de los elementos característicos que ha acompañado a la marca desde su creación: la piel trenzada. Una tendencia que se ha mantenido hasta hoy y que requiere de un arduo y artesanal trabajo de elaboración. En conjunto, el calzado necesita un proceso de fabricación en el que intervienen numerosas personas, incluso en un entorno marcado por la digitalización como el actual, se conservan muchas de las tareas tradicionales que llevan realizándose desde hace siglos.

avanti
indietro

Un trabajo meticuloso desde el primer momento hasta el último

Una de las principales dificultades para conseguir un producto de alta calidad es lograr un buen calce. “El zapato debe resultar cómodo tratando de adaptarse a la mayoría de los pies para asegurar un gran éxito”, recalca Farrutx, firma que cuenta con profesionales que llevan toda una vida trabajando en el sector. El zapato es probablemente la única prenda que no permite, una vez fabricado, realizar arreglos o ajustes para adaptarlo al cliente, de ahí la dificultad en su fabricación.

Presenciar su elaboración dentro de la propia fábrica es algo mágico. El primer paso es crear una horma, una tarea de la que se encarga un modelista especializado. El boceto planteado por el equipo de diseño a representar sobre esa horma, se le facilita al patronista que realiza una trepa o patrón en bruto como base para los diferentes modelos a ajustar. Una vez obtenidos los patrones, con ellos se cortan las diferentes piezas que forman el zapato para vestir la horma. Este es un trabajo fundamental para alcanzar la excelencia que marcas como Farrutx persiguen cada día en sus colecciones.

El siguiente paso de vital importancia es el aparado, tarea que han venido realizando históricamente las mujeres, las aparadoras. Con las piezas facilitadas por la sección de cortado, preparadas por ellas, las unen cosiéndolas, convirtiendo piezas planas en un zapato en tres dimensiones. Este trabajo es un cimiento fundamental para obtener un resultado óptimo y uniforme.

Posteriormente, el zapato que han confeccionado las aparadoras se montará sobre la horma dándole así su forma definitiva, añadiéndole en cada paso los diferentes componentes que previamente se han diseñado y que son parte fundamental del resultado estético final: suela, tacón, etc… “Aunque se han añadido nuevas tecnologías en el proceso de fabricación, sigue siendo fundamental la participación de las personas. Un ejemplo es la nueva maquinaria digital que permite el cortado de las pieles haciendo más factible producir pequeñas tiradas, pero detrás siempre debe estar controlada por un experto que sepa seleccionar las zonas adecuadas para cada pieza”, aclara Farrutx.

Uno de los secretos para alcanzar la calidad en los productos de lujo de Farrutx viene del conocimiento y la experiencia de los profesionales que trabajan en ellos. “La calidad viene determinada por el cuidado en todas las fases sin saltarse ningún paso del desarrollo, desde el diseño del modelo hasta la venta del producto en la tienda”, comenta Farrutx.

Si un producto es de calidad es a su vez sostenible

Frente a los productos de menor nivel producidos en otros continentes, la industria del calzado en España, en particular en la zona de levante, continúa esmerándose para mantener su alto estándar de calidad que siempre le ha caracterizado. Así, empresas como Farrutx han continuado con esa tradición, logrando con ello que sus zapatos sean duraderos y, por lo tanto, sostenibles. “Esa calidad de fabricación del producto, con materiales de primer nivel y diseño muy estudiado, facilita que puedan ser calzados temporada tras temporada”, explican desde la firma, al tiempo que recalcan que esta particularidad permite establecer una economía sostenible.

Compartir

Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Farrutx. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.