Villanueva del Trabuco, el pueblo de las segundas oportunidades (reales)

Los vecinos definen a Villanueva del Trabuco como un pueblo de emprendedores por la cantidad de iniciativas que surgen en esta pequeña localidad malagueña. Claro ejemplo de ello es Francisco Javier Ortigosa, la viva imagen de que el reciclaje en el ámbito laboral da lugar al éxito y es el impulso necesario para el futuro de las zonas rurales

Laura Sutil

1 junio, 2022 - 9:27

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Servía un cafelito y un seguro”, cuenta Francisco Javier Ortigosa con una sonrisa para explicar su salto de la hostelería al mundo de las pólizas de seguros. Allí, en la barra de su bar en localidad malagueña de Villanueva del Trabuco, mientras le ponía un café o una caña a sus vecinos, les explicaba las ventajas que tenían los seguros para sus negocios.

Con unos padres dedicados al ámbito de la hostelería, el inicio de su juventud estuvo ligado al bar familiar. Fueron esas ganas de superar nuevas metas laborales, que tanto le caracterizan, las que le hicieron tomar la decisión de abrir su propio pub en el año 1996. Y fue ahí, sin ningún tipo de premeditación, donde encontró dos de los actuales pilares de su vida: su pareja, Juana Martín, y los seguros, demostrando que no hay que tener miedo a salir de nuestra zona de confort y aprovechar las segundas oportunidades. “Como soy bastante emprendedor, cogí esa oportunidad y hasta hoy”, explica con orgullo.

“Una amiga mía decía que había un chico muy guapo en el pub y que lo tenía que conocer”. Sincerándose, Juana reconoce -con mirada pícara hacia Francisco Javier incluida- que al principio no le pareció tan guapo como le habían comentado, pero, de repente, “surgió la chispa y, a partir de ahí, llevamos 25 años”. Empezaron a trabajar juntos en el bar y ahora continúa a su lado mano a mano en la oficina de MAPFRE de Villanueva del Trabuco. Con ellos también trabaja Magdalena, que los acompaña desde hace una década para dar un servicio óptimo a los vecinos de la localidad.

“En el trabajo nos compaginamos muy bien porque no dejamos de aprender el uno del otro”, confiesa Francisco Javier Ortigosa, que cuenta también cómo en un primer momento Juana se mostró algo contraria a que se iniciase en el mundo de los seguros. “Teníamos mucho trabajo en el pub y no veía la necesidad de cargarnos con más, pero con el tiempo me he dado cuenta de que fue la mejor decisión”, explica.

Antes de abrir la oficina en el año 2008, Francisco Javier compatibilizó el trabajo en su bar con la venta de seguros durante unos cuantos años. Fue la época del café y las pólizas, un binomio que solo es posible gracias esa confianza que es la seña de identidad de las relaciones entre vecinos. “La gente aquí se dedica a la agricultura y no conocía que podía asegurar el olivar o el trigo. Eso fue lo más nos demandaban. Fue nuestra forma de comenzar”, recuerda Juani.

De hecho, el olivar es el principal motor económico de Villanueva del Trabuco, una bella localidad malagueña que se encuentra a los pies de las sierras Gorda y de San Jorge y a pocos kilómetros del nacimiento del río Guadalhorce, el más caudaloso de la provincia. Está cincelada por inmensos campos de olivos que se pierden hasta donde alcanza la vista conformando un paisaje natural que, junto a los arroyos y al paisaje que conforma la sierra, son uno de sus principales atractivos naturales. Junto al olivar, el cereal y la ganadería también centra la actividad de esta localidad y son los sectores a los que se dedican buena parte de los clientes de Francisco Javier y Juani. “Confían en mí desde el principio”, añade Francisco Javier. De hecho, uno de los asuntos que más repite es la fidelidad de sus clientes, tanto de quienes atendía tras la barra como quienes ahora se sientan en su oficina.