Mazda CX-30, diseñado para conducir por la vida sin complejos
Compacto, versátil, potente y respetuoso con el medio ambiente: así es el nuevo modelo de la compañía, el más camaleónico de su gama
Hay algo en la manera que tiene Mazda de facturar vehículos que simplemente es inimitable. Solo las manos de un artesano transmiten alma a su creación y en este sentido los ‘takumi’ de la marca nipona, herederos de una tradición centenaria, son capaces de poner la belleza al servicio de la funcionalidad para crear máquinas que convierten la conducción en una experiencia que desata las emociones y desafía los cánones establecidos.
Mazda siempre encuentra la forma de conquistar incluso cuando se trata de batirse en duelo en los segmentos más competitivos del mercado. La valentía forma parte de su ADN y solo así se explica que sea capaz de aventurarse allá donde hay multitud con la seguridad de que su propuesta tiene las de ganar. Como sucede con los SUV de tipo compacto donde tan amplia es la oferta como la demanda.
Por ello, el CX-30 se presenta como el modelo de referencia para aquellos conductores que valoran versatilidad y elegancia sin renunciar a un espíritu deportivo marca de la casa. Funcional y ágil para la ciudad, y amplio y versátil para viajar. Porque su carácter urbano no está reñido con el asfalto de cientos de carreteras por explorar. Es la constatación de que menos es más.
Y para que eso sea posible uno de los elementos fundamentales aplicados por Mazda es la reinterpretación del diseño Kodo -alma del movimiento-, la filosofía del fabricante para transmitir vida y personalidad a sus coches, a través de la cual se busca una mayor exclusividad de la mano de la elegancia y la pureza de una estética minimalista que otorgan al CX-30, en este caso, un carácter único.
El salto cualitativo: belleza y refinamiento
El diseño exterior no puede ser más evocador y quien contempla la estilizada silueta del CX-30 no puede evitar la sensación de estar ante una obra de arte gracias a unas líneas curvas armoniosas y equilibradas. Como si hubieran sido dibujadas a base de pinceladas al más puro estilo de la caligrafía japonesa. Como si se fundieran con el entorno para reflejar movimiento incluso con el vehículo parado. Unas líneas que sin embargo también destilan robustez y generan la percepción de un conjunto musculado propio del segmento.
Y si un simple vistazo al exterior del Mazda CX-30 provoca que el vehículo permanezca en la retina de quien lo contempla, el interior es capaz de envolver a sus ocupantes merced a una nueva muestra de hasta qué punto el fabricante japonés mima todos los detalles. Basado en el concepto del ‘Ma’, que representa la sosegada y majestuosa belleza del espacio, el refinamiento es el protagonista de un habitáculo acogedor, cómodo y confortable que desprende exclusividad y amplitud.
Es imposible permanecer ajeno al salto cualitativo que ha logrado Mazda con este SUV compacto concebido para adaptarse a todas las circunstancias. Un conjunto de ideas artísticas y tecnológicas magistralmente ejecutadas que representa a la perfección unas señas de identidad que rezuman tradición y modernidad. Genialidad en el diseño interior y exterior, una singular factura artesanal japonesa e innovación para ofrecer una experiencia memorable de conducción y habitabilidad.
El ‘Jinba Ittai’ y el silencio de calidad
Porque es ahí donde radica gran parte del éxito de Mazda, que ha pulido sus tecnologías orientadas al ser humano para perfeccionar la experiencia de conducción ‘Jinba Ittai’ y atender más que nunca a las necesidades individuales de cada conductor, para quien el vehículo debe ser una extensión de su cuerpo que ofrezca en el trayecto una conducción natural y estimulante, y una experiencia altamente inmersiva.
Firme y confortable en carretera, su altura libre al suelo también le permite emprender aventuras lejos del asfalto gracias al sistema de tracción integral i-ACTIV AWD
Firme y confortable en carretera, su altura libre al suelo también le permite emprender aventuras lejos del asfalto y disfrutar del placer de conducir ayudado por un sistema de tracción integral i-ACTIV AWD que se coordina a la perfección con el G-Vectoring Control (GVC) para controlar la distribución de par entre las ruedas delanteras y traseras, o la tracción delantera con GVC Plus.
Otro factor sorprendente, fruto del esmerado trabajo de esos artesanos que ensamblan el CX-30, es la reducción del nivel de rumorosidad, que redunda tanto en la seguridad de conducción como en el confort. Y es que, más allá de las medidas convencionales orientadas a reducir el ruido eliminándolo en su origen, el objetivo para el Mazda CX-30 ha consistido en controlar los cambios en la calidad y la direccionalidad del sonido una vez que se filtra en el habitáculo, con el fin de conseguir lo que la marca denomina como un “silencio de calidad”. El trabajo de aislamiento es simplemente sobresaliente. Nada se ha dejado al azar.
Rendimiento con la etiqueta ECO
Además, los motores de gasolina e-Skyactiv-G y e-Skyactiv-X que monta la gama del CX-30 son más ligeros y con mayor eficiencia de combustible que los motores estándar, y logran una combinación perfecta de rendimiento y mejor economía de conducción con unos consumos y emisiones muy ajustados.
Entre otras cosas gracias al sistema de desactivación de cilindros en determinadas situaciones y al sistema inteligente Mazda M Hybrid, o hibridación ligera, que permite consumir menos combustible ya que la energía de la desaceleración se regenera y sirve como fuente de alimentación de los equipos eléctricos a bordo. Como resultado, la Dirección General de Tráfico concede a toda la gama la etiqueta ECO, es decir, una movilidad plena en cualquier ámbito con la que otros competidores del mismo segmento solo pueden soñar.
Sofisticadas innovaciones tecnológicas
Por lo demás, nos encontramos ante un modelo que se nutre -y beneficia- de las últimas innovaciones tecnológicas concebidas por el fabricante japonés. Detalles como el equipo de sonido de ocho altavoces Mazda Harmonic Acoustics o el equipo premium Bose de doce altavoces, el sistema de infoentretenimiento Mazda Connect con conexión con CarPlay y Android Auto, y las nuevas funciones de conectividad de la aplicación MyMazda, que facilitan el control del vehículo incluso cuando no se está dentro, son algunos ejemplos que apenas rascan la superficie de la sofisticación del CX-30. Porque hay mucho más.
Otro de los puntos fuertes del modelo es el que hace referencia al conjunto de tecnologías centradas en la protección de sus ocupantes y de quienes se encuentran en su entorno. En el terreno de la seguridad proactiva, como le gusta puntualizar a la marca, el equipamiento i-Activsense se ha reforzado en base a tres ejes: prevención de accidentes y mitigación de daños, ayuda a la detección de peligros potenciales y ayuda a la conducción.
El apartado de la seguridad pasiva tampoco se ha descuidado en absoluto ya que su desarrollo se ha basado en estudios que han analizado el comportamiento humano en accidentes reales. La carrocería ligera de alta rigidez, que soporta la fuerza de un impacto mientras su estructura absorbe eficazmente la energía, o las soluciones específicas de protección desarrolladas frente a colisiones frontales, laterales y alcances traseros, son la muestra de que Mazda pretende estar a la altura de las circunstancias incluso cuando los damnificados son los peatones, para los que se han aportado fórmulas estructurales que mitigan y reducen posibles lesiones.
Y una clave: menos es más
Compacto, versátil, dinámico, potente, confortable, espacioso, innovador, seguro y respetuoso con el medio ambiente. Así podemos definir el Mazda CX-30 en el que diseño, artesanía, calidad y tecnología se funden para cumplir las expectativas de muchos tipos de conductores y conductores de todo tipo. El CX-30 es un modelo nacido para convencer y seducir con un espíritu camaleónico que se adapta al entorno como un guante a la mano. Y que presume de una personalidad propia: menos convencional, más irresistible.