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Manuel Montero o el arte de traspasar fronteras (y pantallas) con una guitarra
Esta es la experiencia de un artista que se ha digitalizado para llevar su arte a todos los rincones del mundo sin tener que salir de su estudio
Cecilia MarínEl 8 de octubre de 2014 permanecerá para siempre en la memoria de Manuel Montero. Ese día, pudo rendir homenaje a Paco de Lucía en el marco del III Festival Internacional de Guitarra de Sevilla junto a eminencias como Manolo Franco y José Manuel Tudela. Un cuadro colgado en su estudio le recuerda ese momento a diario. “Es probablemente lo más valioso de todo lo que hay aquí”, nos cuenta este guitarrista costarricense afincado en Sevilla. Y eso es mucho, ya que de esas cuatro paredes han salido dos discos y numerosas composiciones musicales que le han granjeado ocho premios internacionales como guitarrista y compositor.
“Para mí tocar la guitarra es la forma más sincera de expresarme”, confiesa Montero, guitarrista flamenco y clásico profesional. Flamenco, música latinoamericana, electrónica o clásica, world music y jazz, entre otras, solo necesita una guitarra para que se haga la magia. Su trabajo como director musical, compositor y arreglista le ha llevado a viajar por más de 20 países, en los que ha podido compartir su pasión por la música a través de conciertos y sus conocimientos de guitarra a través de su faceta docente.
“Tocar la guitarra es la forma más sincera de expresarme”, confiesa Manuel Montero
Desde hace aproximadamente una década, Montero enseña a personas de multitud de países a tocar la guitarra. Estados Unidos, Canadá, Suiza, Japón, China, Nueva Zelanda, Australia y, por supuesto, España son algunos de los lugares a los que lleva su música. Lo hace a través de clases presenciales, pero en su mayoría de manera online. “Cuando daba estas masterclasses por el mundo muchas personas se quedaban con más ganas de aprender, así que se me ocurrió que podía ser una buena idea darlas por Internet”, recuerda echando la vista diez años atrás.
“Mucha gente me decía que la guitarra no se aprende así, que hace falta contacto, pero cuando vives en Japón y quieres aprender a tocar la guitarra, te da igual cómo y dónde te den las clases. Solo quieres aprender”, manifiesta. “Por aquel entonces la digitalización no había llegado por igual a todas partes, pero ahora prácticamente cualquiera puede recibir clases a través de un ordenador y una buena conexión a Internet”. Esta es la experiencia de un artista que se ha digitalizado para llevar su arte a todas las partes del mundo sin necesidad de moverse de su estudio.
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Saber adaptarse a los tiempos
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Saber adaptarse a los tiempos
“La adaptación a lo digital para mí no era una opción”, dice Manuel Montero, consciente de que el grueso de sus alumnos eran de índole internacional. “Aun así, no me ha resultado tan fácil. Yo vengo de la escuela antigua: el alumno se sienta, yo me siento enfrente y trabajamos en la misma sala. Pero la realidad ya no es esa. Si yo tengo un libro o música hecha y no está a disposición de manera digital, es como si no existiera hoy en día”, asegura. Por eso hace una década decidió crear su propia web, en la que vende sus libros, su música y ofrece sus clases online.
Si bien el ecommerce es el día a día desde hace muchos años para muchos autónomos, micropymes y pymes, el Covid-19 ha sido un acelerador absoluto. También de las clases online. “La pandemia ha sido clave. El modelo cambió completamente. Yo ya venía trabajando en esa dirección, pero fue indispensable porque reafirmó que esta manera de trabajar llegó para quedarse”, dice. A la hora de emprender su negocio online, no dudó en apoyarse en empresas expertas que le ayudaran en esa andadura. Una de ellas fue PayPal, un servicio que permite pagar, enviar dinero y aceptar pagos sin introducir continuamente la información de pago en el momento de compra1.
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Apoyo en el valor experto
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Apoyo en el valor experto
El principal hándicap para Montero era la internacionalización de sus alumnos. Para iniciar su andadura online, debía apoyarse en compañías expertas que le ayudaran a gestionar y agilizar los procesos de pagos y cobros de manera fácil, rápida y segura. Y, por supuesto, que le diera garantías y confianza, tanto a él como a sus alumnos, a nivel internacional. Es ahí donde entró en juego PayPal. “PayPal apareció primero como una solución para la gente de fuera de Europa. Luego se convirtió en una solución también para la gente de dentro de Europa y se volvió mucho más sencillo en general para todo el mundo”, analiza. En la actualidad, en torno a un 40% o 50% de sus alumnos le pagan a través de este servicio.
“Es la herramienta que ha facilitado la posibilidad de que pueda trabajar con alumnos de Israel, Australia, Nueva Zelanda…”, manifiesta Montero. El motivo es triple: por un lado, la seguridad (“es lo más importante cuando estamos hablando de dinero”); por otro, la rapidez; y por último, la eliminación de las comisiones de los bancos. Y es que si no fuera por este tipo de plataformas, muchos alumnos del extranjero no podrían acceder a sus clases. “Recuerdo un pago que me hizo un alumno de Israel: las comisiones en bancos eran casi tantas como lo que me estaba pagando a mí”, puntualiza.
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Seguir creciendo en el futuro
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Seguir creciendo en el futuro
“PayPal es una herramienta que ha hecho que yo economice muchísimos dolores de cabeza porque al final, si no, te tienes que dedicar a resolver problemas y no a trabajar, y en esto lo que se trata es de invertir la energía al máximo en producir”. Tanto su web como la oportunidad de dar las clases de manera online son una ventana abierta al mundo para Montero, que le ha garantizado poder expandir su negocio, llegar a lugares donde de otra forma no podría y seguir creciendo en un futuro, llevando sus clases por todo el mundo. “Sin duda, sin este medio sería mucho más complicado poder trabajar”, asegura.
Con el tiempo, Manuel Montero ha demostrado que sí era posible dar clases de guitarra de manera online, que eso del contacto es importante, sí, pero que el ‘duente’, sin duda, puede traspasar la pantalla: “Yo creo que una de las cosas que más percibimos de la otra persona es la energía. Es una energía que no se puede explicar, pero estás sentado en un patio de butacas y la recibes de repente. Pienso que, igualmente, cuando se explica o se enseña, también se transmite”.
1 Se aplican tarifas al convertir moneda y al enviar dinero a una cuenta en otro país. Ver tarifas aquí.