Estrés, contaminación o mala alimentación: por qué debe preocuparte la desaparición de los gorriones en tu ciudad
En las últimas décadas en España se han perdido hasta 30 millones de ejemplares de gorriones, lo que supone un descenso del 18% entre 1998 y 2018, un ave fundamental para garantizar el equilibrio del ecosistema y la biodiversidad urbana
En 1958, el dictador comunista Mao Tse Tung le declaró la guerra a los gorriones. El líder chino hizo un llamamiento a exterminar estas aves que, según él, se apropiaban de la cosecha trabajada por los campesinos. Por todos los medios imaginables, la población china se lanzó en masa a cazar gorriones con un éxito notable: se estima que resultaron muertos varios millones de estos pájaros y aún a día de hoy es difícil encontrar gorriones en el país. Sin embargo, las consecuencias de esta purga de aves no fueron las esperadas por el Gran Timonel. En los años siguientes a la desaparición de los gorriones, las cosechas se echaron a perder debido a las plagas de insectos, alimento habitual de estas aves. Se calcula que entre 40 y 55 millones de chinos fallecieron en menos de cinco años debido a la falta de alimentos.
Pero no hace falta salir a cazar gorriones para que la especie esté en peligro en muchos otros lugares del mundo, con el consiguiente riesgo de provocar desequilibrios en el ecosistema. Hay varias ciudades europeas -Londres, Edimburgo, Glasgow, Bruselas o Praga-, y asiáticas -Bombay o Nueva Delhi-, donde los gorriones están en vías de extinción; y en la mayoría de ellas las poblaciones no dejan de decrecer desde hace tres décadas. Corremos el riesgo de romper la longeva relación que une a humanos y gorriones. Ya hace 10.000 años, allá por el comienzo del Neolítico, cuando los seres humanos empezamos a almacenar grano, los gorriones habitan entre nosotros. De hecho, no se tiene constancia de la existencia de gorriones en lugares no habitados por nuestra especie, como desiertos o zonas de alta montaña. A pesar de que viven en otros entornos, los gorriones son eminentemente aves urbanitas, pájaros de barrio con una evolución estrechamente ligada a la convivencia con los humanos.
También en España, tal y como recuerda la Fundación Endesa, preocupa la tendencia a la baja de las poblaciones de gorriones, una especie fundamental para garantizar el equilibrio ambiental en la ciudad.La organización SEO/Birdlife es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja en la conservación de las aves. Recientemente está llevando a cabo un análisis de la evolución de la población de gorriones en nuestro país, y sus datos muestran un progresivo declive de los ejemplares en las últimas décadas: hasta 30 millones menos. Beatriz Sánchez, responsable de biodiversidad urbana de SEO/BirdLife, explica que en el Atlas de Aves de España, se muestra un descenso “de en torno el 18% entre 1998 y 2018. Hay un patrón de altibajos, pero la tendencia es negativa”, especialmente en las áreas urbanas.
Falta de alimentos y de zonas verdes
Este último dato es muy relevante para comprender las causas de la progresiva desaparición de los gorriones. Sánchez cita un estudio elaborado por científicos de la Universidad Complutense de Madrid que “encontró evidencias de que los gorriones que viven en ciudades sufren más estrés que los que viven en el campo, y ligaron estas diferencias a la calidad del aire y de la dieta”. Según está investigación, los gorriones mejoran su calidad de vida a medida que se alejan del centro de las ciudades: “El estudio relaciona el espacio físico en el que viven con un análisis de sangre, en la que buscaron los signos de estrés oxidativo [proceso de deterioro celular causado por el aumento de los radicales libres y el oxígeno en el cuerpo] . Algo que, por cierto, también sufrimos los seres humanos”.
Para Sánchez la desaparición de los gorriones no responde a una única causa, sino a una serie de factores. Destaca sobre todo la escasez de zonas verdes y de lugares adecuados para establecer sus nidos:
“Los gorriones crían en huecos y los edificios modernos que se construyen son estancos, sin huecos ni grietas donde puedan colocar sus nidos. Y lo mismo pasa con el arbolado: se tala el arbolado maduro y los árboles nuevos, más pequeños, no dejan espacio para nidificar»
Además, Sánchez destaca las dificultades que se encuentran los gorriones para encontrar alimentos de calidad: “Todos hemos visto a los gorriones alimentarse de las migas de las terrazas, pero eso no es alimento de calidad para ellos”. Los gorriones necesitan una dieta rica en vitaminas, minerales y ácidos grasos, siendo los insectos y las semillas su principal fuente de alimento. Al disminuir unas zonas verdes con, además, cada vez menor desarrollo de plantas con semillas, es difícil para estas aves encontrar frutos, cereales o insectos disponibles. Es en los meses cálidos, entre abril y agosto, es cuando más imperiosa es su necesidad de buenos alimentos, pues es en ese periodo cuando incuban y cuidan a sus crías.
A esto hay que añadirle todos aquellos aspectos derivados de nuestro estilo de vida. Los gorriones ven seriamente afectada su salud debido al exceso de luz, que confunde a su reloj biológico, a la contaminación acústica y atmosférica, que genera anemia, y trastornos en su sistema endocrino. Por último, el gorrión debe enfrentarse, como otros animales, a la dura competencia de la vida natural: especies invasoras que se quedan su ya de por sí escasa comida, la depredación de aves de mayor tamaño o las enfermedades, como la malaria aviar, transmitida por los mosquitos.
Entre 1998 y 2018 España ha perdido en torno al 18% de sus gorriones, aunque el descenso es mucho más acusado en zonas urbanas que en áreas rurales
Atlas de Aves de España, SEO/BirdLife
Renaturalizar las ciudades
Los expertos coinciden en que, si queremos volver a disfrutar del canto del gorrión en nuestras calles y plazas, y por tanto mejorar nuestro medio ambiente y nuestra calidad de vida, lo mejor que podemos hacer es renaturaliza las ciudades. Esto pasa por construir más parques y jardines con una selección de especies y un manejo adecuado que permita a los gorriones poner sus nidos y encontrar alimentos. Avanzar hacia un modelo de ciudad más saludable y sostenible, con menos coches y mejor calidad del aire, así como más espacios verdes que permitan a las aves instalar allí sus nidos.
Los seres humanos estamos expuestos a los mismos estresores ambientales que los gorriones, como la contaminación atmosférica y la mala dieta
Sánchez cree que es urgente “integrar la biodiversidad en la planificación de las ciudades. Las ciudades son ecosistemas y los ecosistemas más diversos son los más saludables y resilientes frente a los cambios”. Solo de ese modo, con “soluciones basadas en la naturaleza” (como son por ejemplo, crear edificios y barrios que restauren la naturaleza en el espacio construido y donde se priorice la vegetación autóctona), será posible hacer frente a la emergencia climática. Las pequeñas acciones individuales para proteger a los gorriones están muy bien, concede, pero solo “demandando a los gestores que cambien las ciudades hacia modelos más naturales” será posible recobrar la biodiversidad en las calles.
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○ Ponerles agua sobre todo en estos meses de calor, para que puedan beber y refrescarse. Sánchez afirma que puede servir con un plato de maceta en el que no haya más de dos o tres centímetros de agua.
○ Si quieres que tu jardín se convierta en un espacio amigable para los gorriones es recomendable plantar especies autóctonas que produzcan alimento de calidad o sean atractoras de insectos, evitar el uso de pesticidas e instalar una pequeña charca o bebedero.
○ Ubicar cajas nido en tu jardín, una terraza o un huerto donde no apliques pesticidas para que puedan tener el refugio que escasea en las ciudades. Estas cajas nido deben tener cerca vegetación autóctona y puntos de agua y hay que evitar el uso de pesticidas en sus alrededores.
○ Si te encuentras con una cría de gorrión en su nido, no la toques ni la cojas. Si crees que su vida corre peligro, puedes avisar a los centros de recuperación, como el CRAS de la Comunidad de Madrid, el CREAS andaluz o el CIDAM de la Comunitat Valenciana, por ejemplo, para que se hagan cargo.
○ Cuidar sus lugares de nidificación fomentando la recuperación de los edificios antiguos y promoviendo un diseño arquitectónico más lineal. También cuidando del arbolado, especialmente de aquellos ejemplares más frondosos, donde tienen más espacio para instalar sus nidos.
○ Si es posible, evita hacer obras en casa entre abril y agosto, que es la época de cría de los gorriones.
○ Instalar comederos o bebederos, sobre todo en invierno. Puedes ponerlos en tu casa o en parques públicos de la ciudad y rellenarlos con semillas, frutas o bayas pero siempre con información previa de expertos que nos indiqué cuáles son los alimentos que necesitan según su ciclo vital. Intenta colocarlos alejados de cristales y ventanas, para evitar accidentes, y a una altura a la que no lleguen los gatos, sus principales depredadores. Es recomendable que la infraestructura esté hecha de madera y limpiarla cada dos semanas con agua y jabón.
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○ “El canario en la mina”. Así dice Beatriz Sánchez que son los gorriones en la ciudad. Si hay gorriones en un municipio, es porque su salud ambiental (aquella que engloba todos los factores medioambientales como físicos, químicos o biológicos, que pueden incidir en la salud) es la adecuada. Si faltan los gorriones, es signo de que algo no va bien, ni para ellos ni para nosotros, en el entorno. “De hecho”, argumenta la portavoz de SEO/Birdlife, “la oficina de estadísticas europea, EUROSTAT, utiliza el índice aves comunes, no solo del gorrión, como indicador de la calidad ambiental de un lugar”.
○ Los gorriones son indicadores del estrés ambiental. “El estudio elaborado por científicos de la Complutense sugiere que tenemos que preocuparnos, porque los seres humanos estamos expuestos a los mismos estresores ambientales, como la contaminación atmosférica y la mala dieta, que los gorriones”, aclara Sánchez.
○ Los gorriones, al igual que los seres humanos, acusan los efectos de la contaminación atmosférica, lumínica y acústica. Si estas aves desarrollan estrés y trastornos hormonales debido a esas causas, es seguro que también nosotros estamos padeciendo sus consecuencias.
○ Medidores de plomo: Un estudio de la Universidad de Valladolid de 2018 concluyó que los gorriones pueden ser tomados como “medidores” de la presencia de plomo en el ambiente. Según la investigación, estas aves ven resentida su actividad sanguínea a mayor concentración de plomo en su sangre. En consecuencia, “los gorriones pueden ayudar a estimar la polución de plomo en entornos habitados, actuando como bioindicadores, lo que podrá ayudar a establecer medidas de salud pública”.
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