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EL INGENIERO QUE SABE LO QUE COMEREMOS EN EL FUTURO

Nuestro mejor motor

“Antes comíamos de todo y no pasaba nada” es la frase que a Mario Martínez más le repiten cuando explica su trabajo. Es uno de los científicos e investigadores de la alimentación más reputados y premiados de España y lleva 7 años desarrollando proyectos de innovación y mejora de los alimentos.

Laura Guillén

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Mario Martínez nació en Monzón de Campos (Palencia) y su motor en la vida siempre ha sido la autoexigencia: “No tener miedo a salir de la zona de confort y tener una mentalidad innovadora”.

Su currículo da ejemplo de que sus ideales no son solo palabrerías: es Ingeniero Agrónomo, con Maestría en ‘Calidad, Desarrollo e Innovación de los alimentos’ y Doctorado en Química. La misma semana que defendió su Tesis Doctoral le reclamaron de EEUU, luego de Canadá y actualmente trabaja como profesor e investigador en la Universidad de Aarhus, Dinamarca.

Su motor es la autoexigencia: “No tener miedo a salir de la zona de confort y tener una mentalidad innovadora”

Sorprende su respuesta cuando se le pregunta sobre cómo alcanzar la excelencia: “Creyendo en ti mismo, actuando de manera comprometida… y leyendo”.

“La innovación marca nuestras vidas, aunque no nos demos cuenta”

Su trabajo consiste en cuidar a la humanidad aplicando la ciencia y la tecnología a los alimentos. ¿Cocina y ciencia? ¿Tecnología en lo que comemos? Suena extraño, genera desconfianza, pero lleva aplicándose desde hace décadas y convivimos con sus avances cada vez que nos sentamos a la mesa.

Hay ingeniería incluso en una simple manzana»

Mario Martínez

Pone un ejemplo contundente: “Hay ingeniería incluso en una simple manzana. Para alimentar a gran escala hay que investigar dónde cultivar los manzanos, qué necesitan, cómo respiran y cómo recolectar de manera automatizada para que una manzana cueste 3 céntimos en vez de 3 euros”. No solo eso, “también se utiliza la ingeniería genética para seleccionar la variedad de manzana que mejor se conserve y llegue al cliente en buen estado”.

Las conservas son otro ejemplo de cómo la innovación y la ciencia llevan años presentes en la alimentación: “Ahora no nos damos cuenta, tenemos la despensa llena de latas y de leche, pero descubrir la pasteurización fue una innovación que ahora damos por hecho”.

“La tecnología ayuda a que las personas vivamos mejor”

Mario nos advierte de lo que tantas veces hemos oído: “Es muy importante cuidarnos, escoger sabiamente lo que comemos porque va determinar nuestro bienestar a corto y largo plazo. Cuando somos jóvenes el cuerpo aguanta, pero al hacerse mayor todo pasa factura”.

«Debemos generar productos de calidad que además respeten en sus procesos la sostenibilidad medioambiental»

Este tipo de advertencias por parte de la Comunidad Científica son conocidas por la sociedad, pero el trabajo de Mario va más allá: “Ofrecer de manera real alternativas para producir alimentos saludables que sean respetuosos con el medio ambiente”.

El motivo de esta preocupación es que el sistema alimentario creado en los años 80 y con el que todos hemos crecido, está obsoleto. “Ya no funciona. Hace 40 años la necesidad era proporcionar el mayor número de calorías a menor precio, pero la sociedad ha cambiado, y ahora se enfrenta a otros problemas. Debemos generar productos de calidad que además respeten en sus procesos la sostenibilidad medioambiental”.

Lo retos del futuro: comer mejor y de manera sostenible

Cuando a Mario le interpelan eso de “antes comíamos de todo y no pasaba nada” reconoce que eran otros tiempos: “La dieta de antes no es la misma que la de ahora. Antes se comía de todo, pero también se vivía de otra forma. Ahora el estilo de vida viene promovido por la comodidad y la falta de tiempo. Como trabajamos más no preparamos la comida como antes y consumimos muchos ultra procesados”.

Es innegable y matemático que ahora somos más personas en el planeta, con menos recursos y un cambio climático que es una realidad “y el sistema alimentario no está preparado para aguantar si seguimos así. Muchos productos que consumimos vienen de América o Asia, pero tenemos huertas al lado de casa. Es un sistema súper ineficiente con un gasto de recursos que el medio ambiente no puede soportar más”.

Las investigaciones de Mario van dirigidas a encontrar alternativas, como por ejemplo generar tejido muscular animal a través de proteínas de plantas, usar la bioactividad de las pieles de fruta para crear alimentos prebióticos que protejan del síndrome metabólico. “Todo esto es importante porque generará alimentos de mejor calidad y más saludables a través de procesos sostenibles, solucionando el problema del agotamiento de los recursos del planeta”.

Dieta personalizada gracias a la ciencia

La alimentación del futuro va a cambiar porque la ciencia se está enfocando en ello con vehemencia. Mario nos avanza cómo será esa alimentación que poco tiene que ver con las películas de ciencia ficción y sí con el empeño de conseguir la plena salud de toda la humanidad: “Estará basada en alimentos mínimamente procesados, granos enteros, frutas, verduras y menos alimentos ricos en grasas saturadas y almidón. Habrá prevalencia de la proteína vegetal frente a la animal”.

Pero lo verdaderamente revolucionario será que en el futuro la ciencia habrá avanzado lo suficiente como para ofrecer a cada individuo una dieta individualizada eficiente y respetuosa con su organismo. “Estamos hablando de algo revolucionario como es la nutrición personalizada desde un punto de vista tecnológico y científico”, asegura el investigador.

El secreto para conseguir esta dieta ‘ad hoc’ de carácter único para cada humano residirá en el estudio de nuestra flora intestinal que, como las huellas dactilares, es única en cada persona: “La flora de nuestro intestino es la causante de que el mismo alimento produzca una respuesta glucémica diferente en cada individuo y estudiándola junto a nuestra carga genética nos podrá definir qué tipo de fibras son las idóneas para cada organismo” asegura Mario, “todavía la ciencia está implementando una forma eficiente de conseguirlo, pero estamos en el camino”.

El futuro está aquí

Tendemos a pensar que el futuro ocurrirá dentro de 100 o 200 años y Mario nos ayuda a poner los pies en la tierra: “El futuro es hoy, ya hay fechas, el reparto de fondos de la Comisión Europea está relacionado con una transición verde de economía circular. Por ejemplo, el uso de coches eléctricos tendrá lugar de manera definitiva entre los años 2030-2050. También hay normativa de que todos los materiales de envase sean reciclables para 2030”, avanza.

Mario tiene claro que la sociedad va a cambiar: “Antes en España nadie hablaba inglés y ahora los niños lo estudian porque se ha implementado en los colegios, eso ya es un cambio. Ya se palpa el comienzo del camino y así con todas las cosas”.

Ese cambio también debe afectar a nuestra salud. “Tenemos que amarnos a nosotros mismos y darnos la oportunidad de sentirnos bien gracias a lo que comemos y eso solo lo conseguiremos con la ciencia como aliada” concluye el palentino que reconoce que siempre que puede reserva un vuelo para pasar tiempo con su familia. “En España hay mucho talento y lo veo claramente cuando viajo a otros laboratorios y observo que hay un montón de españoles haciendo una investigación excelente… y además se come muy bien”, concluye orgulloso.

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Todos tenemos un motor que nos inspira, algo que nos mueve. A través de Nuestro mejor motor, Renault quiere poner de relevancia el valor de la innovación y del diseño, de la exigencia y de la sostenibilidad como palanca de movimiento hacia el éxito. Y todo sin salir de nuestras fronteras. De la ciencia a la moda, pasando por la tecnología y el arte, las historias que conforman este proyecto confirman que el talento español es sinónimo de excelencia. Excelencia hecha 100% en las mismas zonas de España en las que Renault fabrica su Austral. Excelencia 100% ‘made in Spain’.

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