Así se producen calabacines ecológicos desde el corazón de Níjar
Son verdes, pero no solo por el color de su piel, sino también por la filosofía de la empresa que los produce: BioLitoral de Níjar comercializa calabacines ecológicos con la sostenibilidad como bandera. Gracias a su compromiso social y con el medioambiente, la empresa ha sido galardonada en la tercera edición de los Premios BBVA a los Mejores Productores Sostenibles.
Estupendo, la temperatura del viaje en estos momentos es la adecuada», informa Patricia. Después termina de anotar unas cifras y señala en una gráfica, demostrando una absoluta pasión por su trabajo: «Hace 36 horas salió un camión con nuestros calabacines rumbo a Europa y es muy importante que mantengan la cadena de frío para garantizar que llegan en perfecto estado a su destino». Desde la oficina, Patricia y su equipo controlan aleatoriamente a qué temperatura viajan los calabacines en el camión y se aseguran de que se conservan en excelente estado gracias a un aparato llamado datalogger.
Patricia Escobar es licenciada en Ciencias Ambientales y directora de sostenibilidad y de calidad en BioLitoral, una empresa situada en la zona de Níjar, Almería, enmarcada en el bello entorno del Parque Natural de Cabo de Gata. Su misión es llevar hortalizas, fundamentalmente calabacines, desde el campo a la mesa del consumidor garantizando 100% la trazabilidad del producto orgánico. El compromiso social y medioambiental sobre los que se sustenta le ha traído a esta empresa de origen familiar varias alegrías: la última, recibir el Premio a los Mejores Productores Sostenibles de España, una iniciativa de BBVA en colaboración con El Celler de Can Roca, para reconocer y visibilizar a los productores locales que apuestan por el desarrollo sostenible, la eficiencia energética y la alimentación saludable. De esta manera, juntos crean oportunidades que sirven de inspiración para que otras empresas y autónomos puedan iniciar su transición ecológica.
Como parte de este reconocimiento, los calabacines de BioLitoral de Níjar formarán parte de una de las recetas que los hermanos Roca elaboran en “Gastronomía Sostenible”. «Sentí mucho orgullo cuando recibimos el premio, tanto BBVA como El Celler de Can Roca son dos entidades super prestigiosas a nivel nacional. Esto nos ha motivado a seguir con nuestro compromiso con el medioambiente, queremos seguir apostando todavía más por la sostenibilidad. Al concedernos este premio, nos han corroborado que lo estamos haciendo muy bien», sostiene Patricia.
Una firme estrategia de sostenibilidad
A la hora del almuerzo en BioLitoral, un pequeño grupo de trabajadores se acerca entre risas y charlas. Todos llevan la misma botella: «Es una de las medidas de protección al medioambiente que tenemos en la empresa», empieza a explicar Patricia. «Aquí las botellas de agua de plástico están prohibidas, así que a todos los trabajadores se les proporciona una botella reutilizable».
La empresa trabaja en alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y lleva a cabo distintas acciones y estrategias que Patricia enumera por sectores: «A nivel de fincas, tenemos normas y protocolos que están relacionados con la gestión del medioambiente, de la biodiversidad, de la gestión eficiente del agua, de la protección de suelos… Asesoramos a los agricultores y les decimos qué medidas tienen que tomar para conseguir las certificaciones requeridas».
BioLitoral trabaja en alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas
Por su parte, muchos de los agricultores utilizan vehículos eléctricos y tienen instalaciones de paneles solares. En el almacén calculan su huella de carbono, están llevando a cabo un plan para reducirla y han realizado proyectos de compensación. «Tenemos toda la superficie con placas solares, sistemas de iluminación de led de bajo consumo, grifos con sensores para reducir el consumo de agua, sensibilizamos a todo el personal de producción, por ejemplo, a través de unas pantallas instaladas en la zona de producción en las que se emiten en continuo vídeos de sensibilización sobre diversos temas: cambio climático, los océanos, los residuos de plástico, etc.», afirma Patricia.
Todavía hay más: los residuos se segregan por tipos y se gestionan adecuadamente, y la flota de vehículos de la empresa se está renovando por vehículos eléctricos o híbridos.
«A nivel ético considero que es nuestra obligación devolver al planeta lo que nos da», argumenta la directora de sostenibilidad de BioLitoral, tratando de inspirar a otros negocios a seguir el ejemplo de BioLitoral. «La sostenibilidad permite gestionar eficientemente tus recursos, así que gastas mucho menos. Nos diferencia del resto, pero a corto plazo, la sostenibilidad será una exigencia: los consumidores están cada vez más sensibilizados en este sentido”, asegura Patricia, dando un valioso ejemplo de responsabilidad ambiental. Y es que para ella la sostenibilidad «es fácil, éticamente justa y rentable».
Del campo a la mesa
El producto estrella de BioLitoral es el calabacín. «Los fundadores, Pilar Alonso y Luis Moreno, conocen a la perfección esta hortaliza, dado que proceden de una larga estirpe de agricultores de la zona del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Nosotros preferimos dedicarnos solo a un producto y hacerlo bien que diversificar», cuenta Patricia.
BioLitoral obtiene calabacines orgánicos mientras conserva la fertilidad de la tierra y respeta el medioambiente
Lo que empezó en 2008 en un pequeño almacén con una sola línea de manipulado, ha crecido hasta albergar cuatro mil metros de superficie y seis cámaras frigoríficas. Un negocio que se ha ido consolidando año tras año. En la actualidad, BioLitoral se orquesta en torno a un departamento técnico, de administración, comercial, de marketing y comunicación y de gestión y recursos humanos, que junto al personal de producción y más de un centenar de agricultores, trabajan para conseguir unos excelentes estándares de calidad y servicio.
El mimo que ponen a su trabajo, unido a la pasión por la agricultura ecológica, da como resultado un calabacín excepcional con un sabor tradicional. Patricia explica cómo es el proceso desde que reciben en BioLitoral la mercancía: «Nosotros tenemos agricultores que nos traen el producto. Una vez que entra aquí, se le hace una inspección, se ve su trazabilidad, se ve si cumple los requisitos en cuanto a certificaciones, y posteriormente pasa a la confección, que se hace con sumo cuidado, porque el calabacín es un producto que tiene la piel muy delicada y le pueden salir heridas, cicatrices… Se realizan las distintas confecciones en función de lo que nos piden nuestros clientes, y después el producto se almacena en cámaras frigoríficas hasta su expedición».
Granel, tarrina/cesta, flow pack, enfajado o malla son algunos de los tipos de confección de calabacín que trabajan en BioLitoral, en función de lo que demanda el cliente. También solicitan que el producto cumpla con certificados de calidad como GlobalG.A.P., Naturland, On the Way to Planetproof, BRGCS Food Safety…
«A la gente le llega un calabacín a su casa, pero no es consciente de todo el trabajo que hay detrás», afirma Patricia, que añade bromeando que cuando cuenta a su familia y a sus amigos cómo es un día en su trabajo le preguntan: “¿Y todo eso para vender un calabacín?”.
Pero en realidad, no es solo un calabacín. Es una hortaliza cuidada desde el momento de la elección de la semilla y hasta que llega a su destino, dando lugar a un producto saludable para el organismo, delicioso para el paladar, y respetuoso con el planeta. «Lo bueno de la ecología es que se imitan los ciclos de la naturaleza. Es intentar volver a lo tradicional, confiar y sacar a relucir su sabiduría», concluye la directora de sostenibilidad.