Proyecto Masai: el nexo que une tradición e innovación por una F1 más sostenible
Una investigación de la Universidad de Granada, inspirada en un proverbio de la tribu Masái, ha dado como resultado un nuevo material encaminado a transformar la movilidad y fomentar la innovación en el sector automovilístico. Un objetivo compartido con Banco Santander, Ferrari y la F1
La Universidad de Granada y la tribu de los Masái protagonizan una historia de sinergia impensable hasta hace relativamente poco tiempo y que tiene en los pobladores de diversas zonas de Kenia y Tanzania a unos protagonistas que viven ajenos a la iniciativa que han inspirado para paliar la situación actual de emergencia que vive el planeta.
Los efectos imprevisibles y devastadores del cambio climático obligan a tender puentes entre el pasado y presente, entre tradición e innovación, para ofrecer respuestas frente a la realidad que habla de efectos que amenazan nuestro estilo de vida tal y como lo conocemos.
“La tierra en la que vivimos, no la heredamos de nuestros padres, sino que la tomamos prestada de nuestros hijos”, reza un proverbio de los Masái que sirve como punto de partida a un ambicioso proyecto de la Universidad granadina que pretende acelerar la transición verde transformando la fisonomía de miles de kilómetros de carretera. Y es que, como se desprende de la cultura popular de la tribu africana, no es cuestión de cuidar únicamente lo que nos ha sido legado, se trata de preservar nuestro entorno y el planeta para quienes están por venir.
Una carretera hacia el futuro
En este sentido, el Laboratorio de Ingeniería de la Construcción de la Universidad de Granada (LabIC.UGR), cuyas cabezas visibles son Mayca Rubio Gámez y Fernando Moreno, se ha inspirado en ese antiguo proverbio para crear un asfalto más sostenible, resistente y duradero que el convencional, al que han denominado, como no podía ser de otra forma, ‘MASAI’ (Materiales Asfálticos Sostenibles, Automatizados e Inteligentes).
El proyecto supone el desarrollo y aplicación de tecnologías sostenibles orientadas al diseño de pavimentos cuya elaboración no solo es más respetuosa con el medio ambiente, sino que además permite el ahorro de combustible y la reducción de emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero a la atmósfera.
Un objetivo alineado con los compromisos adquiridos por Banco Santander, Ferrari y Formula One Management (FOM), propietario de la F1, cuya colaboración está orientada a reducir las emisiones tanto en la competición como en el sector automovilístico en su conjunto, y alcanzar así un modelo de movilidad sostenible por el que la entidad bancaria viene apostando con fuerza a lo largo de estos años en busca de soluciones que contribuyan a la transición hacia una economía verde.
La competición automovilística más prestigiosa del mundo se ha convertido en un escenario idóneo para poner a prueba estas innovaciones y soluciones. Durante 70 años, la F1 y la inversión de los equipos han dado como resultado importantes avances tecnológicos que han acabado por trasladarse a los vehículos comerciales. Aspectos relacionados con la aerodinámica, el diseño de frenos, la recuperación de energía o el uso de combustibles más eficientes han permitido combatir las emisiones de carbono.
Y esos logros preceden a otros que están por venir mientras se siguen buscando nuevas formas de preservar el planeta, como las iniciativas que impulsan desde la escudería del Cavallino Rampante que van desde la racionalización de la operativa logística de carreras con menos peso en transporte hasta la gestión de los residuos, como los neumáticos que utiliza en cada Gran Premio, que le han hecho merecedora de la Acreditación Medioambiental de tres estrellas de la FIA.
El objetivo es crear un asfalto “verde”, más duradero y respetuoso con el medio ambiente
Un aspecto que nos lleva de vuelta a ‘MASAI’. Y es que lo que el equipo de Fernando Moreno denomina ‘asfalto verde’ es una suerte de mezclas bituminosas, esto es, formadas por una combinación de áridos y ligantes producidas a temperatura máxima de 140 grados y con características singulares, como el hecho de que un porcentaje muy importante del resultado final proviene de material procedente de carreteras deterioradas o material reutilizado.
En cada kilómetro de carretera convencional se suelen utilizar toneladas de materiales procedentes de recursos naturales agotables. Sin embargo, en el caso particular del ‘MASAI’ en torno al 50% de esos materiales son sustituidos por materias primas de origen sostenible provenientes de residuos aledaños al transporte por carretera como los neumáticos.
“Esta investigación demuestra que el cambio de un modelo de economía lineal a un modelo de economía circular en el que se abogue por el reciclaje, la reutilización de residuos y reducir la presión ambiental sobre el planeta es posible. Por eso, los materiales como ‘MASAI’ son el futuro”, añade el catedrático.
También cualquiera puede ser parte de la solución
Como demuestra este proyecto inspirado por la tribu Masái en el que participan actores capaces de promover el cambio, la inacción ya no es una alternativa. Las soluciones para paliar la emergencia climática están al alcance de nuestras manos y deben girar en torno a la reducción de las emisiones, la adaptación a las actuales circunstancias y la financiación de los ajustes necesarios que nos permitan no hipotecar el futuro de nuestros hijos.
Quienes, como Banco Santander, Ferrari, la F1 o la Universidad de Granada entiendan que las sinergias innovadoras, incluso basadas en la tradición más popular, merecen el esfuerzo y la inversión son las entidades que se enorgullecerán del futuro que ellas mismas habrán ayudado a dibujar.