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un proyecto con Nedgia, grupo Naturgy

Gas renovable, clave para la España vaciada

Nedgia

Todo sobre el gas renovable: por qué nos va a ahorrar 4.000 millones de euros en la factura energética

Las plantas de biometano pueden generar más de 20.000 empleos directos y 40.000 indirectos, la mayoría de ellos en la España vaciada

Ana Belén Madrid

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Una fuente de energía renovable, local y que puede ayudar a fijar población en zonas que se están vaciando. Esta es la oportunidad que ofrece el biometano a España, un país que lo tiene todo para convertirse en una potencia mundial de su producción.

Este potencial tiene cifras asociadas: según estima Sedigas en su estudio Capacidad de Producción de Biometano en España 2023, su pleno desarrollo puede ahorrar hasta 4.000 millones de euros en la factura energética que pagamos los consumidores. Hablamos de una oportunidad que, como mínimo, merece ser conocida un poco más a fondo.

Qué es el biometano y qué ventajas tiene

El biometano es un tipo de gas renovable que tiene su origen en distintos tipos de residuos orgánicos. Concretamente, esos residuos se degradan para generar biogás que, una vez depurado y refinado, se convierte en biometano que se puede utilizar en los sectores doméstico, comercial, industrial y también en movilidad.

Las ventajas del biometano son muy variadas, pero si hay que buscar un punto de partida, ese es precisamente su origen. Como el biometano se produce a partir de los residuos orgánicos que se generan en hogares —y acaban en vertederos—, en explotaciones agroganaderas o en actividades forestales, su generación permite reducir las emisiones contaminantes derivadas de la descomposición descontrolada de esos desechos.

Sedigas calcula que, si se desarrollara todo el potencial de producción de biometano en España, se evitaría la emisión de 8,3 millones de toneladas de metano —un gas 25 veces más contaminante que el CO2 en su efecto invernadero— que, de otra manera, se liberarían a la atmósfera de forma natural por la descomposición de los residuos.

De esta manera, la producción de biometano contribuye a la economía circular y a la revalorización de residuos, ya que aprovecha su degradación para generar energía. Por otro lado, alivia en parte que esos residuos contaminen el subsuelo, una ventaja muy importante en el caso de desechos como los purines de granjas. Además, hablamos de un gas que se produce allí donde se genera el residuo y que puede aprovechar la infraestructura existente de distribución de gas natural.

La gran oportunidad del biometano

Esta fuente de energía renovable, que contribuye a la economía circular al aprovechar residuos, presenta otro tipo de ventajas más estratégicas que pueden beneficiar a España como país y a sus sectores productivos. Producir energía de manera local potencia la independencia energética del país. De hecho, si España llega a desplegar todo su potencial de producción de biometano, podrá dar cobertura al 45% de la demanda nacional de gas natural.

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Francisco Repullo, presidente de AEBIG (Asociación Española de Biogás)

El país también tiene la oportunidad de mejorar la vertebración del territorio, al promover plantas de biometano en zonas rurales. Por su parte, los sectores que adoptan esta tecnología también pueden ganar en competitividad.

Por supuesto, la captura de gases de efecto invernadero también apoya los objetivos de descarbonización, más allá de la electrificación, una alternativa que no es universal. Así lo explica Francisco Repullo, presidente de AEBIG (Asociación Española de Biogás): “La electrificación no puede descarbonizar todos los sectores. Por ejemplo, no se puede electrificar un avión, ni el transporte pesado. Además, el gas puede llegar a ciertas zonas, se puede almacenar y se puede transportar en gasoductos virtuales. Para conseguir esa descarbonización en 2050, que es la apuesta de la Unión Europea, hace falta contar con la descarbonización del gas, no solamente de la electricidad”.

El enorme potencial del país a la hora de generar biometano —entre otras cuestiones por el tamaño de sectores como el porcino o el olivarero— es otra gran ventaja estratégica que España puede aprovechar.

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Francisco Repullo, presidente de AEBIG (Asociación Española de Biogás)

Biometano en la España vaciada

La producción de biometano tiene una particularidad: conviene realizarla cerca de donde se encuentran los residuos necesarios para ello. Esos lugares se encuentran, en su mayoría, en zonas rurales que necesitan fijar población. Este es un objetivo que el biometano puede ayudar a alcanzar en una doble vertiente: si las explotaciones agroganaderas y forestales aumentan su competitividad gracias a la generación de energía, tendrán más posibilidades de continuar con su actividad; por otro lado, la creación y operación de las plantas necesita su propio personal. Todo ello supone más puestos de trabajo en la España vaciada y, por tanto, más personas dispuestas a establecerse en esas zonas.

Los cálculos de Sedigas apuntan que, para que España despliegue todo su potencial de producción de biometano, sería necesaria la puesta en marcha de 2.326 plantas especializadas a lo largo de todo el territorio, con una inversión asociada de unos 40.500 millones de euros. Esto supondría la generación de cerca de 62.000 empleos durante la fase de operación de las plantas, de los cuales unos 40.000 serían indirectos y el resto, directos. Esto equivale a un 7,37% de todo el empleo generado a nivel nacional durante el año 2021. Y si centramos el foco en el sector agricultura, al 16.79% de los empleos generados en ese sector ese mismo año.

La mayor parte de esas plantas, como se puede apreciar en el siguiente mapa, se instalarían en comunidades que sufren en gran medida el problema de la despoblación rural y con bajo PIB per cápita, como Castilla y León, Castilla La Mancha o Andalucía.

Mapa de la distribución de potencial de producción de biogás/biometano por CC.AA.

“El desarrollo del biometano en España genera empleo”, apunta Francisco Repullo. “Normalmente, donde se encuentran los residuos agroganaderos es en la España Vaciada. Como debemos tratar el residuo lo más cerca posible al lugar donde se genera, podemos construir allí las plantas. De esta manera generamos empleo y actividad en las zonas rurales”.

USOS DEL BIOMETANO

Ya conocemos las ventajas que puede aportar el biometano, pero ¿en qué se puede utilizar este gas de origen renovable? La respuesta es sencilla: prácticamente en cualquiera de las aplicaciones que ya conocemos del gas natural. “Químicamente hablando, el biometano es la misma molécula que el gas fósil. Lo único que ocurre es que su origen es distinto”, explica el presidente de AEBIG. Esto supone que se puede aprovechar la infraestructura asociada al gas natural que ya está en funcionamiento para hacer lo propio con el biometano.

Es decir, el biometano permite desde su utilización para calentar el agua o climatizar viviendas individuales y bloques de edificios con las calderas y equipos que ya existen a otros usos térmicos industriales. Todo ello, aprovechando las redes de distribución que ya están construidas. Además, el biometano también se puede utilizar en movilidad, para propulsar vehículos a gas. De hecho, ya hay autobuses que lo emplean y empresas que reducen la huella de carbono de su actividad gracias al empleo de este gas renovable como combustible.

Plantas de biometano: una realidad

Aunque todavía queda mucho por hacer para aprovechar todo el potencial del biometano en España, hay algunas plantas que ya generan empleo y riqueza en el entorno rural. Este es el caso de la granja Torre Santamaría (Lleida), la primera en España en convertir todos sus residuos ganaderos en este gas renovable. Esta instalación es un ejemplo perfecto de cómo la producción de biometano impulsa la economía circular: los residuos de la granja se emplean para producir energía, abono orgánico y biofertilizantes. En total, los residuos procedentes de las 2.300 vacas de esta explotación producen hasta 30 GWh de biometano anuales, que no solo utiliza la propia granja para cubrir su demanda de energía, sino que también se inyectan a la red de gas.

En la misma provincia se encuentra Porgaporcs, una granja porcina de Vila-Sana con una planta de generación de biometano que, desde este mismo año, inyectará 11,8 GWh/año de este gas renovable a la red para abastecer el consumo anual equivalente de 3.150 viviendas. En total, evitará la emisión a la atmósfera de cerca de 2.500 toneladas de CO2 cada año, el equivalente a plantar 4.900 árboles.

UN
RECURSO
POR APROVECHAR

En Galicia se encuentran ya en proyecto iniciativas similares, como el despliegue de una red de plantas para valorizar excedentes de purines de granjas y otros residuos que producirían, en una fase inicial, unos 300 gigavatios hora (GWh) de biometano que se inyectarían a la red de gas natural, además de fertilizantes orgánicos. La primera planta de generación de este proyecto se localizará en Meirama (Cercede, A Coruña), zona de transición justa.

El biometano es, sin duda, una gran oportunidad para España. Así lo considera Francisco Repullo, quien subraya el enorme potencial del país en esta nueva industria. “Hay estudios que sitúan a España como la tercera potencia en Europa en biometano. Otros dicen que es la segunda. Tenemos un potencial tremendo no desarrollado. Si consideramos los aspectos positivos que genera, evidentemente hablamos de una oportunidad que no debemos dejar escapar”, concluye.