Apadrinaunolivo: el tesoro de Oliete que impulsará las energías renovables

Al despliegue de la energía renovable tras el cierre del carbón, en la comarca de Andorra – Sierra de Arcos se suman iniciativas para el desarrollo socioeconómico de la zona. Una de ellas quiere recuperar 100.000 olivos centenarios

Oliete tiene poco más de 300 habitantes y está en la comarca de Andorra – Sierra de Arcos (Teruel). Es uno de esos pueblos que parecen haber brotado solos sobre el suelo antes incluso de que alguien fuera a vivir allí. Como si la erosión de la roca hubiera formado las casitas y esculpido sus calles empinadas sobre la ladera de un monte para ponerlos a disposición de sus futuros habitantes.

Sabemos que no es así porque en el Frontón de la Tía Chula aparecieron pinturas rupestres de hace unos 4.000 años, pero, sin duda, lo parece. Y eso es porque Oliete ha estado ahí toda la vida, esperando a que las personas descubran el tesoro que realmente es.

Lo de que Oliete es un tesoro ya lo sabían fenicios, íberos y romanos, que vieron en su entorno un lugar ideal para plantar olivos, unos árboles que pueden llegar a vivir miles de años. Hoy sobreviven en la zona unos 100.000 ejemplares, pese a que unas tres cuartas partes de ellos están abandonados. Faltan manos para cuidarlos en un pueblo de poco más de 340 habitantes y en el que habitan tantas personas de entre 85 y 89 años como menores de 19. La quinta más numerosa en Oliete es la de los sesentones, que suman casi 50 vecinos.

Sin embargo, la historia de Oliete no es una historia de derrota, sino de resiliencia. Esto es así porque este pueblo tiene sus recursos para revivir. No solo supo enamorar a fenicios, íberos y romanos, sino también a contemporáneos como Sira, que pasó en Oliete sus mejores veranos cuando era una niña. Junto a otros emprendedores, decidió transformar sus olivos milenarios en un motor de bienestar y desarrollo económico para la zona. Lo harán de la mano de Endesa y su proyecto de acompañamiento al territorio tras el cierre de la central térmica de Andorra.

Apadrinaunolivo.org nació en 2014. Era una ilusión hacer algo en el pueblo de mi padre y mis abuelos, también el de Alberto, otro de los fundadores. “Veíamos una sangría de población brutal y también su declive, y queríamos hacer algo”, recuerda Sira Plana, una de las cofundadoras de esta iniciativa que permite a personas de todo el mundo patrocinar la recuperación y el mantenimiento de estos árboles en el entorno de Oliete. Desde sus inicios, el proyecto ha puesto en forma unos 15.000 olivos.

Desde sus inicios en 2014, Apadrinaunolivo.org ha puesto en forma unos 15.000 olivos

A través de su página web, la iniciativa promueve una vinculación emocional de los padrinos con su árbol. Desde la elección del olivo que se apadrinará hasta su bautizo, los participantes van construyendo sus lazos con el árbol: le ponen el nombre de su nieto, hijo o abuelo, de su finca en el pueblo, el de su mascota más querida o, por qué no, el de su primer amor.

“Se genera una experiencia a la que le damos seguimiento mediante las nuevas tecnologías, sin barreras territoriales”, puntualiza Sira. “Si apadrinas uno de estos olivos, vas a recibir imágenes para que veas cómo se transforma gracias a tu apoyo”, añade.

La iniciativa también hace llegar a los padrinos y madrinas dos litros de aceite de oliva virgen extra de variedad empeltre, única de esta zona, fabricado en su almazara como agradecimiento por su solidaridad. También están invitados a visitar Oliete y conocer a las personas a las que impacta su aportación. Porque apadrinaunolivo.org se ha transformado, con el paso del tiempo, en un proyecto con un gran impacto social, ampliando su actividad a productos en conserva de huertos de la zona cultivados por mujeres. Una forma perfecta para generar empleos femeninos y futuro en la zona.

En estos nueve años, Apadrinaunolivo.org ha dado empleo a 22 familias, cuyos hijos han logrado evitar el cierre de la escuela de Oliete y Alacón. Además, los comercios y restaurantes de la zona disfrutan de un turismo anual de 3000 padrinos y madrinas que acuden a visitar su olivo.

Generar empleo donde hace falta

“Generar empleo es, sin duda, uno de los hitos más importantes que hemos logrado con este proyecto, porque permite fijar población. En este tipo de territorios, esto es imprescindible”, reconoce Sira. De hecho, lo que surgió como una iniciativa para recuperar la zona se ha convertido en todo un modelo de innovación social, exportable a otros lugares en situación similar.

Precisamente la repercusión social del proyecto es la que hizo que “Apadrina un Olivo” pasara a formar parte de las iniciativas apoyadas por Endesa dentro de su plan de acompañamiento socioeconómico para el entorno de la central térmica de Andorra, hoy en proceso de desmantelamiento y que estuvo operativa durante más de cuatro décadas en la zona y que fue una de las mayores de España.

Tras solicitar el cierre de la central en 2019, la compañía ganó el concurso público de transición justa que lanzó el Ministerio de Transición Ecológica y a partir de ahí puso en marcha un plan de futuro que contempla la implantación de nueva industria y el desarrollo de nueva potencia energética —esta vez, renovable— a partir de energía eólica y solar.

Ese plan va más allá de la propia actividad industrial, normal en una empresa de energía, incluyendo acuerdos con más de 30 asociaciones locales para generar empleo y futuro en la zona. Se promueven, por ejemplo, acciones para impulsar el sector primario autóctono: desde su hibridación con las plantas solares para integrar las actividades agrícolas, a acuerdos para impulsar a entidades locales que colaboran en la diversificación económica de la zona, como es el caso de apadrinaunolivo.org. Forman parte del proyecto “Del Huerto Solar a la Mesa” de Endesa, que busca impulsar los productos autóctonos en todas sus fases y dinamizar los pueblos vinculados al cierre de la central térmica.

Concretamente, la meta de Apadrinaunolivo.org consiste en desarrollar su actividad de producción y venta de aceite a través de la recuperación de 100.000 olivos, un objetivo para cuyo cumplimiento el apoyo de Endesa supone “un importante empujón”, como reconoce la directiva. El acuerdo con la compañía incluye la recuperación de 60.000 olivos.

“Para nosotros son un recurso endógeno de gran valor que nos permite crear empleo en el territorio, con una clara implicación social y medioambiental, ya que el olivar tradicional está directamente ligado con la biodiversidad y el paisaje de la zona, así como a su historia y su cultura”, explica la emprendedora. “Todo ello, en un área que precisa de iniciativas de este tipo para generar un desarrollo sostenible que permita, a su vez, que surjan nuevas oportunidades para darle un futuro”.

En la misma línea se expresa María Malaxechevarría, directora general de Sostenibilidad de Endesa, al referirse al plan de desarrollo de la compañía para Andorra: “es una realidad a la que se han asociado más de 30 entidades de la zona con proyectos innovadores y únicos, que tienen como objetivo la generación de empleo ayudando a la diversificación de la economía del entorno, cuenta con un plan de formación para su desarrollo que beneficiará a 5.500 personas en los próximos tres años, y el acuerdo con nueve municipios para el desarrollo de comunidades energéticas que permitirá poner a la vanguardia a estas localidades de la zona”.