La acuicultura española, un sector clave para el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº 12
La producción sostenible y el consumo responsable son la condición indispensable para alimentar a la humanidad sin dañar el planeta
El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para las futuras generaciones, como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada uno de los 17 objetivos redactados por la ONU tiene metas específicas que deben alcanzarse en 2030.
El objetivo número 12 aborda la necesidad de garantizar una gestión responsable y eficiente de los recursos naturales en nuestro modelo de producción y consumo, reduciendo el impacto negativo sobre los ecosistemas naturales, el desperdicio alimentario y la generación de residuos. Un objetivo que involucra tanto a productores como a consumidores. En este sentido, la acuicultura española se presenta como una de las vías más eficaces para contribuir con este objetivo en la producción de alimentos en nuestro país.
Produce comida sin dañar el planeta
Se estima que en 2050 la población mundial llegue a 9.500 millones de personas (según la ONU), cifra que alcanzará los 11.000 millones cuando acabe el siglo. La cuestión es que, la demanda de alimento se multiplicará de forma espectacular. Tanto es así, que se prevé que será necesario aumentar un 70% la producción alimentaria, llegando al 100% en el caso de los países en desarrollo.
Ante el escenario descrito, se evidencia la necesidad de que los sistemas de producción alimentaria operen mediante procesos eficaces, capaces de abastecer a una población de enormes dimensiones, y que, al mismo tiempo, sean respetuosos con el medio ambiente. Es en este punto donde la acuicultura se revela como parte de la solución, ya que, es capaz de garantizar un suministro creciente de alimentos acuáticos de gran valor nutricional, sin tensionar los recursos naturales disponibles y reduciendo notablemente el impacto ambiental, tanto en la emisión de gases de efecto invernadero, como en el consumo de agua dulce, respecto de otros modelos de producción de alimentos.
La actividad acuícola cumple así el precepto del ODS 12, siendo clave como parte del plan global que propone la ONU.
Otro de los retos para una acuicultura sostenible es la fabricación de alimentos alternativos mediante materias primas sostenibles para el cultivo acuícola. En sus orígenes, la alimentación de los peces de cultivo dependía en gran parte de recursos marinos. Ahora bien, una iniciativa que ya ha mostrado avances es el proyecto ATERNFEED, que trabaja para avanzar más sobre vías alternativas para una alimentación con menor presión sobre los ecosistemas naturales oceánicos. A día de hoy, ya se están utilizando materias primas que reducen significativamente la necesidad de productos de pesca extractiva, apostando por fuentes alternativas y de economía circular, como por ejemplo las procedentes de los recortes de los fileteados y los subproductos de la industria transformadora. Es un proyecto en el que el sector acuícola español lleva años de intensa labor, en colaboración con centros de investigación e institutos acuícolas de nuestro país. Se ha avanzado mucho en este sentido, y aún se avanzará más en los próximos años. El uso de algas, levaduras, insectos o poliquetos son otras alternativas.
En definitiva, el papel de la acuicultura es tan importante que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) asegura que podría tener un efecto transformador en la forma de alimentar a la población mundial.
Fomenta el consumo responsable
Ocho años después de dar a conocer los ODS, la ONU ha hecho público el Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2023, en el que recuerda que «el consumo y la producción responsables deben formar parte integral de la recuperación de la pandemia y de los planes de aceleración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es crucial -recalca el documento- implementar políticas que apoyen un cambio hacia prácticas sostenibles y que desvinculen el crecimiento económico del uso de recursos naturales».
Para alcanzar estas metas, la organización internacional insta a gobiernos, empresas y sociedad civil a participar e impulsar el desarrollo de modos de producción y consumo que contribuyan a cumplir dichos objetivos. La acuicultura española, una de las más avanzadas del mundo, es una de las llaves que puede abrir la puerta hacia ese futuro más sostenible en la obtención de alimentos nutritivos, saludables, y sabrosos. Su compromiso con este futuro, y con el nuestro, es seguir innovando y desarrollando cultivos acuícolas cada vez más eficientes. Apoyarla es nuestra responsabilidad como consumidores.