Frenos, límite de velocidad y sensores: El vehículo diseñado para cuidar de sus pasajeros
El nuevo Citroën ë-C3 cuenta con todo un repertorio tecnológico para garantizar la máxima seguridad desde que se arranca el coche hasta aparcarlo
Está bien conducir un coche eléctrico, sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Pero es poco probable que eso baste para convencer a un comprador de adquirir un vehículo. El conductor de nuestros días quiere una conducción limpia, pero sobre todo quiere disfrutar conduciendo, y tener la certeza de que conduce seguro. Un vehículo que reúna todas esas características tendrá lo necesario para seducir al conductor moderno y concienciado. Si, además, el precio es económico, será difícil encontrar un competidor en el mercado.
Partiendo de estas premisas, Citroën, la firma francesa de automóviles con más de un siglo de historia y presencia en más de 100 países, ha querido continuar con su tradición innovadora. El resultado de ese proceso es el Nuevo Citroën ë-C3, el primer coche 100% eléctrico y fabricado en Europa por debajo de la barrera de los 25.000 euros. Este modelo rupturista está dotado de todas las prestaciones que se esperan de una berlina polivalente compacta, y su filosofía se alinea con las necesidades de las personas y familias del siglo XXI.
Thierry Koskas, director general de Citroën, explica que “ofrecer vehículos asequibles siempre ha sido una parte importante del ADN de Citroën. Pero las expectativas de los clientes respecto a los vehículos del segmento B han cambiado, sobre todo con el aumento de la popularidad de los SUV y el creciente deseo de conducir en modo eléctrico en nuestras ciudades y sus alrededores, y para los fabricantes europeos de vehículos se ha vuelto más difícil satisfacer esas expectativas. De forma única, Citroën se atreve a hacer exactamente eso con el nuevo ë-C3 totalmente eléctrico para los compradores europeos: un utilitario B fresco, puntero y cómodo, totalmente equipado”.
En cuanto a este último aspecto, el del equipamiento, Citroën ha dotado al ë-C3 de todo un repertorio de herramientas de asistencia, diseñadas para hacer de la conducción una actividad placentera y segura. Más allá del motor eléctrico, de sus prestaciones técnicas y de su amplio interior, el Citroën ë-C3 incluye una amplia gama de soluciones inteligentes que completan su apuesta por el confort y el cuidado de los pasajeros.
Equipado para cuidar
Para lograr eso, Citroën ha instalado sus últimas tecnologías de asistencia al conductor, concebidas para salvaguardar la mente y el cuerpo de todos los ocupantes del vehículo. Todo un equipamiento tecnológico para prevenir y evitar accidentes. El Citroën ë-C3 cuenta, por ejemplo, con un freno de seguridad activo, es decir, un sistema de frenado de emergencia para ayudar a reducir las lesiones de los ocupantes del vehículo, así como de peatones y ciclistas.
En la misma línea funciona el sistema de aviso de cambio involuntario de carril, una novedosa herramienta que ayuda al conductor a mantenerse centrado en la carretera. Se activa de forma automática, ya sea corrigiendo suavemente la dirección cuando el coche se desvía de su carril o alertando al conductor de que se desvía a velocidades más bajas. Muy similar es la alerta incorporada que avisa al conductor si detecta una trayectoria inadecuada: “Conduce con cuidado”, le avisa la máquina. También tiene en cuenta el bienestar físico y psicológico del conductor: después de dos horas de conducción continua a más de 65 km/h, el coche recordará que es momento de parar a tomar un café.
El sistema de seguridad se completa con un dispositivo de reconocimiento de los límites de velocidad en cada tramo. La máquina recoge los límites establecidos e informa de ellos al conductor a través del Head-Up Display, una solución inteligente que refleja toda la información del vehículo en una sección negra brillante situada entre la parte superior del salpicadero y la parte inferior del parabrisas. Asimismo, el sistema se coordina con el control de crucero para permitir que el conductor pueda restringir su velocidad en función de las normas vigentes.
También funciona de manera automática-aunque puede activarse forma manual- su freno de estacionamiento eléctrico, que se enciende al pararse el motor y se desactiva en cuanto se pisa el acelerador. Por último, cuenta también con unas luces de cruce inteligentes, capaces de cambiar de luces de cruce a largas automáticamente si detectan vehículos acercándose en sentido contrario.
Y si la seguridad e integridad del vehículo no se descuida en el transcurso del trayecto, tampoco en su tramo final: el momento de aparcar. El nuevo Citroën ë-C3 cuenta con unos sensores de aparcamiento traseros que emiten sonidos cuando el conductor se vaya a encontrar con obstáculos en sus maniobras marcha atrás. La persona al volante podrá vigilar la operación a través de una cámara trasera conectada con la pantalla en color de 10,25 pulgadas. De este modo, el conductor y todos los ocupantes, desde que se suben al coche hasta que se bajan de él, están protegidos por la tecnología de Citroën.
Diseño, conectividad y eficiencia
Todo lo anterior viene integrado en un coche cuyo diseño es moderno, sofisticado, elegante y aerodinámico. Su forma bebe de un estilo “más alto y decidido”, en palabras de Pierre Leclerq, jefe de diseño de Citroen. Este cuidadoso diseño afecta también al interior, del que Boris Reinmöller, Project Designer Manager de la marca, dice sentirse “muy orgulloso, en particular de nuestro nuevo tratamiento del salpicadero”.
También la conectividad del vehículo ha sido tenida en cuenta por los ingenieros. De este modo, el ë-C3 ofrece una amplia gama de herramientas para el infoentretenimiento. La clave es garantizar el acceso a funciones inteligentes y útiles que los clientes necesitan para viajar con facilidad y vivir sus vidas conectadas. Una pieza fundamental de esto es MyCitroen Play, cuya función es permitir integrar el Smartphone en el sistema del coche, y así acceder a los servicios de teléfono, radio, navegación y aplicaciones de música a través de una pantalla táctil.
Pero nada de todo esto tendría sentido sin un motor eficiente. El del nuevo Citroën ë-C3 alcanza una autonomía de 320 kilómetros y una potencia de 83 kW/113 CV. De esta forma, queda asegurada la funcionalidad y polivalencia del vehículo, tanto en desplazamientos cotidianos como para trayectos más largos, durante los cuales el usuario podrá utilizar cualquiera de las más de 540.000 estaciones de carga disponibles en toda Europa. Puede alcanzar una velocidad 100 km/h en apenas 11 segundos, y la máxima provisional está en 135 km/h. Todo lo necesario para viajar sano, salvo y libre de emisiones.