Cómo ser parte de la naturaleza para protegerla mejor
Los Bioparc sumergen a los visitantes en una realista recreación de los hábitats más salvajes y bellos para concienciar sobre la necesidad de proteger el medio ambiente.
Decía el matemático Thomas Fuller que «nunca sabremos el valor del agua hasta que el pozo esté seco», y lo cierto es que parece que estamos destinados a descubrirlo. Las sequías afectarán a más de tres cuartas partes de la población mundial en el año 2050 si no se toman medidas urgentes para impedirlo, alerta la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación, quien también informa de un problemático hecho: el número y la duración de los periodos de sequía han aumentado ya un 29% desde el 2000.
Precisamente esta situación ha provocado que este Día Mundial del Medio Ambiente (5 de junio) se centre en la restauración de las tierras, la resiliencia a la sequía y la desertificación, bajo el lema “Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración”.
Para concienciar a las personas sobre la necesidad de proteger nuestro valioso mundo natural se construyen los parques Bioparc, capaces de sumergir al visitante en una recreación completamente realista de los hábitats salvajes más bellos y amenazados del mundo.
Los Bioparc recrean fielmente hábitats salvajes y amenazados.
Ubicados dentro de tres destinos turísticos muy bien comunicados, Bioparc Valencia, Bioparc, Acuario de Gijón y Bioparc Fuengirola, recrean y protegen los hábitats naturales de centenares de especies.
De viaje a la naturaleza salvaje
Admirar la majestuosidad de los elefantes de la sabana africana, contemplar el rosa hipnótico de los flamencos de Madagascar, reírnos con los bailes de los gorilas de la selva ecuatorial o verle los dientes a los cocodrilos del Nilo a pocos centímetros de distancia. Y todo sin salir de la ciudad. Es una de las principales señas de identidad de los Bioparc: permitir que sus visitantes se adentren en una perfecta recreación salvaje sin barreras visuales de por medio. Esta forma de visitar a los animales, que se conoce como zoo-inmersión, trata de emocionar a los visitantes e impulsarlos a cuidar la naturaleza, la conservación del medio ambiente y la preservación de los animales que se encuentran en peligro de extinción. Es decir, es ocio “con causa”: a través de la contemplación directa cambia la mirada hacia un respeto mayor de la biodiversidad del planeta.
Bioparc es ocio “con causa”: a través de la contemplación directa cambia la mirada hacia un respeto mayor de la biodiversidad del planeta.
Para Bioparc contribuir a la conservación de la flora y la fauna del planeta es una prioridad y por eso participa en infinidad de programas de preservación de especies en peligro de extinción, destina un porcentaje de las entradas al cuidado del hábitat natural de estas especies y asegura la máxima protección de los animales que viven en el parque.
El plan perfecto para estas vacaciones
Bioparc se convierte en un destino ideal para todos los públicos que quieran acercarse a la vida salvaje. Con tu entrada, además de pasear entre lémures, jirafas, hipopótamos, gorilas y decenas de especies más, también puedes participar en el programa de actividades desde la apertura al cierre que te permitirán ser testigo de momentos fascinantes de la mano de cuidadores y biólogos.
Si estás por Gijón este verano, no puedes perderte la exposición “Tiburones”, donde aprenderás todo sobre estos asombrosos animales. Llegada desde Nueva York, “Tiburones” viene dispuesta a borrar tus prejuicios sobre estos incomprendidos animales que traen un montón de curiosidades, desde sus dientes reemplazables hasta la resistente piel que les ha convertido en los reyes del océano.
En plena Costa del Sol nos sorprende la fiel recreación de las selvas tropicales de Bioparc Fuengirola, que este año trae una novedad que ya está dando que hablar: los mares, costas y selvas de Centro y Sudamérica. Una nueva zona que sigue las huellas de la legendaria primera circunnavegación de la Tierra: el viaje de Juan Sebastián Elcano. Solo aquí los visitantes podrán sentirse como auténticos exploradores y conectarse con la historia de la naturaleza.
Por su parte Bioparc Valencia regala un oasis natural en una ciudad que este año luce con orgullo su título de Capital Verde Europea. El parque se convierte así en una experiencia inmersiva para todas las edades, con sorpresas emotivas como dos crías de elefante interactuando en su manada.
Todos los Bioparc cuentan con los servicios necesarios (restauración, tiendas, etc) para que la experiencia sea salvajemente divertida. Y es que no hay mejor plan para estas vacaciones que disfrutar de la naturaleza y cuidar al planeta al mismo tiempo.