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#MEMORIA

Siete historias sobre el primer derbi de la historia de LaLiga

Con casi cien años de historia en LaLiga Santander, ElDerbi Vasco entre la Real Sociedad y el Athletic Club nos ha dejado varios momentos y datos completamente inolvidables que cualquier aficionado debe conocer

Jacobo Castro

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Foto entrada derbi

El norte de España guarda rivalidades que son conocidas en el resto de nuestro país y que, en ocasiones, han traspasado fronteras. Sin embargo, pocas tienen detalles tan particulares como los partidos entre el Athletic Club de Bilbao y a la Real Sociedad de Fútbol. Dentro de la rivalidad deportiva propia entre dos conjuntos que, además, representan a las capitales de las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa, ElDerbi Vasco nos muestra siempre la cara más amable de este tipo de enfrentamientos, con dos aficiones completamente hermanadas que dejan la ‘lucha’ para los 22 protagonistas que están sobre el verde.

A punto de cumplir cien años de historia en LaLiga Santander, este enfrentamiento entre bilbaínos y donostiarras ha tenido de todo. Es por ello que queremos repasar esos momentos que han quedado para siempre en la memoria de los aficionados, desde la primera aparición de ElDerbi Vasco en nuestro campeonato, hasta lo que representa a día de hoy.

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El primer derbi de siempre

El 10 de febrero de 1929 arrancaba la liga española. Esa primera jornada para la historia dejó diferentes partidos, pero si alguno destacó entre ellos fue el que se convirtió en el primer derbi jugado en el campeonato liguero nacional entre dos equipos de la misma zona geográfica, en el que se enfrentaron Real Sociedad y Athletic Club. Se jugó en el estadio de Atocha y acabó 1-1, con gol de Paco Bienzobas para los donostiarras y de Luis Bergareche para los rojiblancos.

Una celebración de ida y vuelta

La Real Sociedad afrontaba la jornada final de la temporada 1981/82 muy bien posicionada para resultar campeona de liga por segunda vez consecutiva, ya que únicamente necesitaba lograr una victoria en Atocha. Enfrente, tendría a un rival que, pese a que ya no se jugaba nada en el campeonato, no iba a poner las cosas fáciles, como era el Athletic Club, que llegó al estadio donostiarra dispuesto a aguar la fiesta a su vecino y hacer que el título se lo llevase el FC Barcelona.

Final del partido entre Real Sociedad y Athletic Club, con los jugadores de la Real Sociedad celebrando el título de Liga. 25 de abril de 1982.

Finalmente, en un partido no tan vibrante como se podía esperar, los goles de Jesús María Zamora y de Roberto López Ufarte dieron el triunfo sobre un Athletic que puso un poco de emoción con un tanto de Manuel Sarabia en los últimos minutos. El árbitro decretó el final y los donostiarras celebraron en el césped el título ante los jugadores bilbaínos.

Curiosamente, dos años más tarde, el Athletic tuvo su particular venganza. Los bilbaínos necesitaban ganar en la última jornada de la campaña 1983/84 en San Mamés para poder llevarse el título liguero por encima del Real Madrid, con el que estaban empatados a puntos. Esa victoria tenía que ser ante la Real Sociedad, que afrontaba esa fecha con opciones de clasificarse para la Recopa de Europa.

Inicio del partido entre Athletic Club y Real Sociedad en el que el Athletic ganó el título de Liga de la temporada 83/84

Esta vez, el duelo fue más igualado que el de dos años atrás. Los rojiblancos se adelantaron en el electrónico con un gol de Jesús Íñigo Liceranzu, pero, a 20 minutos del final, Peio Uralde igualaba el marcador para el conjunto donostiarra. Los nervios aparecieron en San Mamés, que miraban de reojo lo que estaba haciendo el Real Madrid en el campo del RCD Espanyol de Barcelona. Sin embargo, toda esa tensión desapareció cuando en el minuto 79, Liceranzu ponía el 2-1 y daba el campeonato liguero a los de Javier Clemente.

Despedida de dos estadios míticos

No se entiende la historia de ElDerbi Vasco si no hablamos de los estadios de Atocha y de San Mamés. Dos lugares que vivieron la mayor parte de estos enfrentamientos en el campeonato español, y que presenciaron momentos inolvidables.

El primero en despedirse del derbi fue el estadio de Atocha. El 14 de marzo de 1993, la Real Sociedad venció por 1-0 al Athletic Club con un gol de Bittor Alkiza y dejó ese último recuerdo en el feudo donostiarra. 20 años más tarde, se repetiría la victoria del conjunto blanquiazul, aunque en otra despedida, la del antiguo San Mamés. 1-3, con tantos de Antoine Griezmann, Imanol Agirretxe y Carlos Vela para la Real, y una diana de Ibai Gómez para los locales, fue el resultado puso el punto final a la historia del antiguo San Mamés en ElDerbi Vasco.

Dos artilleros implacables

Dentro de los muchos anotadores que ha tenido ElDerbi Vasco a lo largo de su historia, es imposible olvidar a dos, tanto por su número de dianas como por su gran efectividad. Estamos hablando de Telmo Zarra en el Athletic, y de Nihat Kahveci en la Real Sociedad.

El primero, tercer máximo goleador histórico de la historia de LaLiga Santander, anotó un total de 14 goles ante el eterno rival en el mismo número de partidos. Para la historia quedarán los cinco tantos que les marcó a los guipuzcoanos en un duelo en la campaña 1950/51, que terminó con un abultado 7-1. Por el lado donostiarra, Nihat Kahveci fue durante muchas temporadas la pesadilla del Athletic Club. En siete derbis vascos en LaLiga Santander marcó otros siete goles, con tres dobletes con los que la Real logró dos victorias y un empate.

Históricos cambios de camiseta

Como en toda rivalidad, hay jugadores que han disputado este partido con ambos equipos. Dentro de la historia encontramos varios jugadores, como Joseba Etxeberría, Bittor Alkiza o Igor Gabilondo, que se enfundaron las dos camisetas para jugar este derbi tan especial.

En la actualidad, encontramos casos similares. Íñigo Martínez y Yuri Berchiche, del Athletic Club, jugaron previamente en el conjunto donostiarra, pasando el primero de ellos directamente de la Real a los rojiblancos. Por el lado blanquiazul, Alex Remiro tiene pasado como bilbaíno, aunque nunca llegó a jugar ElDerbi Vasco con la rojiblanca debido a su trayectoria en el equipo.

La imbatibilidad, una característica propia de ElDerbi Vasco

Cuando se produce un derbi, uno de los mayores atractivos que existe para el aficionado es poder bromear con alguien cercano que defiende los colores del otro club si el resultado ha sido favorable, mientras que el que resulta perdedor desea con todas sus ansias que llegue el siguiente partido. Sin embargo, en alguna ocasión en ElDerbi Vasco ha tenido que pasar casi una década para poder experimentar esta revancha.

En marzo de 1958, la Real Sociedad vencía por 1-0 al Athletic Club en Atocha. No sabían los donostiarras que esa era su última victoria en un derbi vasco de LaLiga Santander por mucho tiempo, ya que, hasta marzo de 1969, once años más tarde, no pudieron volver a ganar a los bilbaínos, acumulando en ese periodo un total de cinco derrotas y seis empates. Sí que es cierto, que estos largos años sin volver a ganar ElDerbi Vasco tuvieron que ver con que la Real Sociedad descendió de categoría en 1962 y no volvería a cruzarse en el campeonato de liga con el Athletic Club hasta 1967.

El Athletic rompe en 2001 una sequía de nueve años sin ganar a la Real Sociedad en el campeonato liguero

Pero los blanquiazules tendrían su revancha. Después de perder en octubre de 1992 por 2-0 en San Mamés, acumularon un total de nueve años sin conocer la derrota en los derbis ligueros, donde lograron cinco victorias y diez empates. No fue hasta enero de 2001 cuando el Athletic pudo revertir la situación, llevándose un partido por 0-2 en Anoeta.

Una rivalidad “hermanada”

Además del espectáculo futbolístico del terreno de juego, lo cierto es que ElDerbi Vasco va más allá de lo que pasa en los 90 minutos de partido. Horas antes del encuentro, los alrededores de los estadios se engalanan con una mezcla de colores de ambos conjuntos, algo que pasa también en las gradas de los propios campos. El resultado es poder ver imágenes de ambas aficiones compartiendo juntos los momentos de antes, durante y después del partido, dejando a un lado la rivalidad y disfrutando juntos de un espectáculo único para ellos.