De Nueva York a Londres: béticos que llevan el ‘manque pierda’ por el mundo

El club verdiblanco no tiene fronteras, por eso ha creado el abono ‘Soy Bético’, que permite a aficionados de todo el mundo vincularse con su equipo y disfrutar de numerosas ventajas

Si tuviera que definir a la afición del Betis en una palabra, diría que es pasional”. Palabra de Joaquín Sánchez, historia viva y capitán del Real Betis Balompié. En los tiempos duros es donde más se pone a prueba la fuerza de los sentimientos. “El respaldo de nuestra afición ha sido espectacular. Han renovado 45.000 de los 50.000 abonados que teníamos la pasada temporada”, afirma por su parte Ramón Alarcón, director general de Negocios del Real Betis. Los seguidores no han alterado su compromiso y la institución ha respondido como ellos se merecen, abriendo los márgenes del Benito Villamarín para llegar a los cinco continentes.

Lo han hecho con el abono ‘Soy Bético’, pensado para “béticos orgullosos de su equipo pero que no están en condiciones de ser abonados, ya sea porque viven fuera de la ciudad, porque tienen horarios incompatibles con el fútbol, por cuestiones económicas… Es la afiliación a un sentimiento”, explica Alarcón. Ahora más que nunca, el club quiere acercarse a todos los béticos, especialmente a los que viven lejos de Sevilla. “Nuestra afición no tiene fronteras. Este carné es una bonita manera de proclamar orgulloso ese beticismo”, completa Joaquín, que habla por experiencia propia: lleva más de 400 duelos con la camiseta verdiblanca.

“Llevo muchos años jugando en el Betis, viviendo día a día la pasión de esta afición. Y la verdad es que me han regalado de todo. Pero más que con ningún objeto, sin ninguna duda me quedo con su cariño. Lo que yo tengo hacia la afición del Betis es sobre todo admiración”, manifiesta Joaquín con orgullo. “He vivido con todos ellos momentos inolvidables. La relación que tengo con los béticos es como si todos ellos formaran parte de mi familia”.

Con un precio de 30 euros, el carnet ‘Soy Bético’ está lleno de ventajas. Para empezar, su titular recibirá un ‘welcome pack’: junto al documento, se enviará el libro ‘Historias del Betis’, una mascarilla personalizada y un ‘lanyard’. El carnet dará prioridad en la lista de espera para hacerse abonado y su poseedor recibirá una felicitación de uno de sus ídolos el día de su cumpleaños. Además, tendrá acceso exclusivo al portal ‘Inspiring Benefits’, que incluye descuentos notables en productos de más de 400 empresas.

Asimismo, el carnet permitirá la participación en sorteos mensuales de experiencias asociadas al Betis y dará prioridad en la preventa de productos oficiales del equipo. Cuando el panorama sanitario se normalice, los simpatizantes podrán comprar dos entradas al 50 % para un partido del primer equipo.

Una locura especial repartida por todas partes

“Hay muchos béticos por el país, entre los emigrantes andaluces y los que son simplemente simpatizantes, porque es un club que cae muy bien en España”, destaca Alarcón. Los datos avalan su afirmación. Una encuesta realizada por Nielsen identificó al Betis como uno de los equipos con mayor presencia en el territorio nacional. Según los datos, es apoyado por más de un millón y medio de españoles. Además, el 16.8 % de la población del país cita al Betis cuando se pregunta por los tres clubes favoritos de LaLiga.

Y es que el Betis tiene más de 500 peñas. Y muchas de ellas están fuera de España, en ciudades como Miami, Tokio, Londres o Nueva York. “He visto a aficionados del Betis que se ponían a llorar de emoción al llegar a la puerta”, dice Víctor Ortega, quien ha conseguido llevar los colores del Betis a la capital del mundo. Lo ha hecho a través del restaurante cuya propiedad comparte con otros tres socios. Ubicado en las proximidades de Times Square, ejerce como sede oficial de la Peña Bética de Nueva York. “Muchos estadounidenses se sorprenden cuando entran al restaurante y ven los partidos del Betis en las pantallas gigantes, la decoración, las camisetas firmadas, las bufandas… También vienen algunos que están casados con sevillanas y llegan con su camiseta del Betis”, comenta.

Víctor, que lleva nueve años en Nueva York, presume de tener unas raíces verdiblancas muy profundas: “Viene de familia. De mi bisabuelo, mi abuelo, mi padre… Mi padre nació en Triana y no hay sitio más bético que ese”. Ahora, el carné ‘Soy Bético’ ofrece una excusa perfecta para que el vínculo familiar se prolongue varias generaciones más. “Mi hijos ya lo tienen. Es una gran idea para que los aficionados que estamos fuera podamos tener un mayor sentido de pertenencia. Es otro de los aspectos de la modernización del club en los últimos años”, confirma Víctor.

“Echo de menos el ambiente en el campo. Cuando iba a España me gustaba quedar con amigos para ir al estadio. Incluso he planificado algún viaje desde Nueva York para que coincidiese con un partido del Betis en casa”, confiesa Víctor. Un inmenso océano le separa de Sevilla, pero estar en Nueva York tiene sus ventajas: “Aprovechamos que Alejandro Sanz dio un concierto en el Madison Square Garden para mandarle una camiseta del Betis y unas hamburguesas del restaurante. Alejandro, que es muy bético, colgó una foto en Instagram con la camiseta y nos agradeció el detalle”. Por el establecimiento de Víctor Ortega han pasado el chef José Andrés (quien está muy ligado a LaLiga en Estados Unidos), Pierce Brosnan, Carles Puyol o incluso el ‘sevillista’ Sergio Ramos.

“No estamos en casa, pero sí en familia”

Londres está mucho más cerca que Nueva York, pero sigue estando bastante lejos de Sevilla. “Vivo aquí desde hace 11 años. Somos aproximadamente 100 socios”, expone Antonio Martínez, miembro de la Peña Bética de Londres. “El espíritu de la peña se refleja muy bien en nuestro lema: ‘No estamos en casa, pero sí en familia’. Mucha gente cuando llega a Londres no conoce a nadie. Ofrecemos un rinconcito para que la gente se lo pase muy bien”, reconoce Antonio.

Su relación con el Betis va más allá de la mera simpatía por unos colores: “Gracias a mis padres, pude ir varias veces al campo. Fue un enamoramiento a primera vista. Ese amor ha ido a más con el tiempo y ahora esta pareja durará hasta que la muerte nos separe. O más allá”. Un amor que ha encontrado en el carné ‘Soy Bético’ una forma original de expresarse: “La idea está muy bien. Es una forma de que los béticos que no pueden ir al campo o pagar el abono puedan identificarse con su equipo y sentirse parte del Betis”.

“Antes nos reuníamos en la sede para ver los partidos y ahora tenemos que ver cada uno los partidos en nuestra casa, pero los comentamos con una cervecita por Zoom”, dice Antonio, que echa la vista atrás para relatar su mejor experiencia como integrante de la Peña Bética de Londres: “Recuerdo de una manera muy especial la pretemporada del Betis en 2018. Jugó amistosos en Bournemouth y Cardiff y nos desplazamos en masa desde Londres”.

La afición por el Betis no entiende de fronteras, ni en el caso de Antonio ni en el de la gente de su entorno londinense: “Suelen conocer al club, y si no nos encargamos de que eso cambie. Tengo un amigo turco que es aficionado al fútbol, del Besiktas. Antes no conocía demasiado de LaLiga Santander, pero ahora su equipo favorito en España es el Betis”.

Pasión bética con raíces en la portería del FC Barcelona

Esta vez sin marcharnos de España, Paco Basallote nos cuenta cómo nació su pasión por el equipo verdiblanco desde el epicentro del beticismo: Sevilla. “Nací en el Puerto de Santa María. Mi abuelo era pariente de Artola, que fue portero suplente de Urruti en el Barcelona. Mi abuelo era del Athletic Club, pero cuando iba con él a ver partidos de Segunda B y Tercera, que eran las categorías donde jugaba el Portuense, me hablaba del Betis como un equipo que era diferente. Él me inculcó la afición por este club. Años después, estudié en Sevilla y residí en Heliópolis, junto al Benito Villamarín”, explica Paco, que forma parte de la Peña Bética Barrio de la Feria de Sevilla: “Somos una peña muy familiar, con 200 miembros. Hemos hecho muchos viajes juntos para ver al Betis”. No obstante, recuerda con especial cariño un encuentro de LaLiga Santander para el que no tuvo que viajar demasiado: “ElGranDerbi en el Sánchez-Pizjuán, en la temporada 2011/12. Beñat marcó dos goles en ese partido, el último casi al final. Fue impresionante”.

La situación sanitaria ha imposibilitado estos meses el disfrute de las experiencias cotidianas. “Varios tenemos el abono en la misma zona del Benito Villamarín. Además, quedábamos antes y después de cada partido que jugábamos como locales para charlar y tomar algo”, declara Paco. “Muchos somos vecinos del barrio, en la zona norte del casco histórico de Sevilla. La suerte que tenemos con respecto a peñas de otros sitios es que en Sevilla hacemos mucha vida en la calle. Por eso ahora podemos seguir viéndonos con frecuencia”.

A falta de un mayor contacto físico, no hay más remedio que recurrir a la tecnología: “Utilizamos los perfiles en redes sociales de la peña. También nos comunicamos a través de WhatsApp y la junta directiva tiene su canal de distribución, que ahora viene muy bien porque hay gente que lo está pasando mal y necesita apoyo”.

Una expansión imparable

El abono ‘Soy Bético’ forma parte de una estrategia de posicionamiento de la marca del Real Betis a nivel internacional. “Por ejemplo, tenemos una comunidad de aficionados muy potente en países como México, por la presencia en nuestro equipo de Lainez, Guardado y Guido Rodríguez, que, aunque es argentino, tuvo un paso muy destacado por el país”, asegura Ramón Alarcón.

Ahora mismo, 10.000 personas ya tienen en su mano el abono ‘Soy Bético’. Y las que quedan. “Esperamos, en cinco o seis años, tener la misma cifra de aficionados con este carné que de abonados que vayan al estadio”, asevera Ramón. No será por falta de ilusión. Ni de peñas por el mundo.